Economía
Nueva tensión entre Estados Unidos y China por aumento de aranceles: carros eléctricos, los más afectados
El gobierno Biden defendió la acción, mientras que China pidió a EE. UU. rectificar.
Estados Unidos decidió este martes aumentar los aranceles a productos procedentes de China valorados en 18.000 millones de dólares de sectores estratégicos como vehículos eléctricos, baterías, acero y minerales críticos, al acusar a Pekín de “hacer trampa” y de “prácticas desleales”.
Las tasas sobre los vehículos eléctricos se cuadruplicarán, pasando del 25 % al 100 % este año, precisó la Casa Blanca a menos de seis meses para las elecciones presidenciales entre el demócrata Joe Biden, candidato a la reelección, y su predecesor republicano, Donald Trump.
Los aranceles de los semiconductores se duplicarán, del 25 % al 50 %, para 2025, añadió la Casa Blanca.
El objetivo es alentar a China a “eliminar sus prácticas comerciales desleales en materia de transferencia de tecnología, propiedad intelectual e innovación”, explicó en un comunicado.
En un discurso en Washington, Biden acusó a Pekín de “hacer trampa”, al otorgar importantes subsidios a la producción de sus empresas, especialmente las del sector automotor.
“No vamos a permitir que China inunde nuestro mercado, impidiendo a los fabricantes estadounidenses de automóviles la competencia leal”, dijo el mandatario.
El gobierno chino reaccionó exigiendo la supresión de las medidas. “Esto afectará gravemente el clima de cooperación bilateral”, señaló el ministerio de Comercio en un comunicado, en el que pidió a Estados Unidos que “rectifique de inmediato sus acciones erróneas y cancele las medidas arancelarias adicionales contra China”.
Estados Unidos anunció la decisión una vez revisadas las tasas impuestas durante la guerra comercial librada entre Washington y Pekín, por la que el expresidente Trump (2017-2021) estableció aranceles sobre unos 300.000 millones de dólares en bienes procedentes de China.
Cuando llegó al poder en 2021, Biden anunció que su administración revisaría los derechos aduaneros para determinar si debían continuar o no.
Un funcionario estadounidense subrayó que se mantienen y se les añaden los 18.000 millones de dólares anunciados el martes.
Trump aprovechó para criticar a su sucesor
“Quiere imponer grandes aranceles a China, que es la sugerencia que yo hice. ¿Dónde has estado durante los últimos tres años y medio? Debería haberlo hecho hace mucho tiempo. Pero también tienen que hacerlo con otros vehículos y tienen que hacerlo con muchos otros productos”, declaró al margen de su juicio en Nueva York.
Más allá de los vehículos eléctricos y los semiconductores, Washington triplica los aranceles sobre algunos productos de acero y aluminio, y sobre las baterías y piezas de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos.
La tasa arancelaria sobre el grafito natural y algunos otros minerales críticos aumentará de cero a 25 %, y la de las células solares se duplicará de 25 % al 50 %.
Algunos aumentos de gravámenes, como los de las baterías de iones de litio que no son para vehículos eléctricos, entrarán en vigor más tarde para permitir un período de transición para incrementar la producción nacional, afirmó un alto cargo estadounidense que pidió el anonimato.
Un temor compartido por la Unión Europea y otros países, como Turquía, Brasil o la India, subrayó un responsable estadounidense durante una rueda de prensa telefónica. La administración Biden ha inyectado fondos masivos en áreas como la fabricación y la investigación de semiconductores y ha impulsado las inversiones verdes.
Pero según la principal consejera económica de Biden, Lael Brainard, Pekín impulsa su crecimiento “a expensas de otros”.
En una nota, los economistas de Oxford Economics estiman que las medidas anunciadas el martes son “más simbólicas que otra cosa”, desde el punto de vista de la economía estadounidense, y “no tendrán un impacto considerable sobre la inflación o el PIB estadounidenses”.
En cualquier caso, estos aranceles pueden “reforzar las herramientas de que dispone el gobierno para acelerar la deslocalización o el ‘friendshoring’ (abastecerse en países cercanos geográfica o ideológicamente) de la producción de sectores considerados estratégicos”, declaró a la AFP Emily Benson, investigadora para el CSIS.
“Esto es una señal para los fabricantes estadounidenses de que la administración Biden quiere proteger la industria contra los vehículos eléctricos chinos”, afirmó a la AFP Paul Triolo, investigador especializado en China del grupo Albright Stonegridge.
El verdadero impacto para las compañías estadounidenses podría proceder de los derechos de aduana aplicados a las baterías y a las cadenas de suministro, “debido al dominio de las empresas chinas” en estos sectores, añadió.