Ocampo y pensiones
Fin a la exención a las pensiones. | Foto: Guillermo Torres / Getty Images

REFORMA TRIBUTARIA

Ocde le recomienda a Colombia gravar las pensiones menores a $ 10 millones

El organismo internacional hizo múltiples sugerencias al gobierno Petro sobre la reforma tributaria. Esto dijo del impuesto al patrimonio, a los dividendos y otros.

9 de septiembre de 2022

Aunque en Colombia hay resistencia al cobro de impuestos a las pensiones porque los ciudadanos sienten que es el ahorro de toda su vida para ser gastado en la vejez, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que a nivel global promueve las buenas prácticas, recibió de forma positiva el fin de la exención de las pensiones. No solo aplaudió el hecho de que se imponga un tributo a las de más 10 millones de pesos, sino que recomendó para “más adelante” bajar ese umbral.

Para la Ocde, “la propuesta de gravar las pensiones a partir de 10 millones de pesos va en la dirección correcta y en línea con el Estudio Económico de la Ocde de 2022″ sobre Colombia.

La argumentación del organismo internacional, al que ya pertenece Colombia, es que no era sano que “las cotizaciones a las pensiones, incluidas las voluntarias, pudieran deducirse prácticamente sin límite y la mayoría de las prestaciones por jubilación tampoco se gravaban, a pesar de su elevada regresividad”.

La Ocde puso el dedo en la llaga del problema y es el hecho de que las pensiones más altas se subsidian y se comen buena parte del presupuesto general, recursos que podrían ir a otras necesidades que hay en esta nación.

“La naturaleza regresiva de los subsidios públicos implícitos a las pensiones es lo que ha llevado a las propuestas en favor de una imposición de carga tributaria a las pensiones altas”, dijo el organismo.

Reforma tributaria de Petro: así impactará las pensiones en Colombia

Pero para la Ocde, teniendo en cuenta que el umbral de 10 millones de pesos, que es equivalente a 10 veces el salario mínimo del país y solo lo obtiene el 0,2 % de los pensionados colombianos, es “más bien elevado”.

En consecuencia, recomienda: “Podría ser reducido más adelante, permitiendo un mayor impacto redistributivo y la reducción de las desigualdades”, argumentó en el informe.

Derrumbar la exención tributaria a las pensiones, según la Ocde, era algo en lo que Colombia estaba atrasada, pues, de acuerdo con las estimaciones expuestas, “por esa exención se pierde un recaudo de 0,5 % del PIB”.

Exenciones... corten

Para la Ocde, que en el pasado ha insistido en el enredo y la desigualdad que generan los montones de exenciones que se aplican en Colombia, estima que reducirlas está entre lo más loable que tiene la reforma de ahora, pues sería uno de los pasos que “más efecto tendrá en la reducción de las desigualdades, así como en el recaudo”.

Las distorsiones que se presentan cuando un sector tiene beneficios tributarios y otro no, con el argumento de que este necesita ser impulsado y el otro no, son bárbaras y atentan contra la competitividad. En el caso de las personas naturales, ni se diga. Los esquemas que promueven exenciones, descuentos, entre otros beneficios, han llevado a que el país no logre disminuir la desigualdad después del pago de impuestos, los cuales, entre otras, son una bolsa pública en la que todo ciudadano debe aportar, pues todos utilizan los servicios que se financian con esos recursos.

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Foto Guillermo Torres Reina / Semana
La próxima semana será definitiva, tanto para el proyecto de presupuesto como para la reforma tributaria. | Foto: Guillermo Torres /Semana

Recomiendan simplificar

Aunque en Colombia todas las reformas tributarias llevan como principio la simplificación, para que al ciudadano le resulte fácil cumplir una obligación que es ineludible, no es mucho lo que se ha logrado en ese sentido.

La Ocde dice que “se podría alcanzar una mayor simplificación del sistema tributario, eliminando aquellas exenciones que no alcanzan los objetivos deseados, en vez de imponer un límite global más reducido”.

Con el impuesto a los dividendos, que es otro de los que ha generado polémica en el país, la Ocde expresa que “coincide con la necesidad de aumentar la imposición de los dividendos. En la actualidad, los ingresos por dividendos solo se gravan al 10 % a nivel personal, con una tasa impositiva del 0 % para los primeros 3.000 dólares, lo que equivale aproximadamente a un salario mínimo anual”.

Ahora, los dividendos pasarán a tributar conjuntamente con las rentas del trabajo, pues se unificaron todos los ingresos en una sola cédula, aplicable al contribuyente que va a hacer su declaración de renta. Es decir, la persona debe reportar todo ingreso, independientemente de donde provenga.

“La propuesta de reforma aumenta la cuantía exenta de impuestos de los dividendos de 12 a 45 millones de pesos”, lo que, a juicio de la Ocde, compensa el incremento en la tasa impositiva.

Esta combinación es una manera de facilitar la economía política de la reforma y nos parece un paso en la dirección correcta”, dice el informe.

El organismo también destaca el intento de trasladar la carga fiscal que reposa sobre las rentas de las empresas, a sus accionistas.

¿Qué dice del impuesto al patrimonio?

La medida que incluye la reforma tributaria, según la cual, el impuesto al patrimonio se establecerá de forma permanente sobre un patrimonio líquido superior a 2.736 millones de pesos, arrancando con una tarifa de 0,5 %, la cual se va haciendo progresiva a medida que el patrimonio es mayor. Esto también mereció la lupa de la Ocde.

“El proyecto de ley prevé que el impuesto se aplique a los activos ―como acciones, bonos y bienes inmuebles― que se posean el último día del año a valor de mercado (a diferencia de las previas versiones que permitían al valor de compra del activo). La experiencia de los países de la Ocde demuestra que el impacto de los impuestos al patrimonio depende de su diseño. En general, es difícil valorar los activos y el riesgo de fuga de capitales, y esto puede limitar los ingresos potenciales de un impuesto sobre el patrimonio”.

Para el organismo, hay once países de la Ocde que utilizan un impuesto sobre el patrimonio, recaudando una media del 0,3 % del PIB. De esas experiencias, el organismo enfatiza en que, “para que el impuesto sea eficiente, será importante que Colombia amplíe su red de intercambio automático de información” con otros países; de lo contrario, los capitales se pondrán en otros lugares, incrementando de esa manera la evasión.