ENERGÍA
Ocde recomienda disminuir los subsidios a la energía y aumentarles los impuestos
La entidad considera que los países emergentes y en vía de desarrollo podrían fortalecer sus finanzas si hacen un buen uso de los impuestos a la energía.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) dijo este lunes que un mejor uso de los impuestos a la energía que implementan los países emergentes y en desarrollo podría “fortalecer las finanzas” de estos.
“Los países en desarrollo podrían recaudar ingresos públicos muy necesarios, al tiempo que reducen las emisiones y la contaminación del aire, haciendo un mejor uso de los impuestos a la energía y reduciendo los subsidios a la energía”, dijo la Ocde.
Agregó que la situación actual de la pandemia es una oportunidad para que las distintas naciones implementen reformas en los impuestos y subsidios de energía que implementan.
“Los impuestos sobre la energía y el carbono bien diseñados pueden fortalecer los esfuerzos para mejorar la movilización de ingresos nacionales. Si bien el potencial de ingresos varía entre países, en promedio, los países podrían generar ingresos equivalentes a alrededor del 1 % del PIB si establecen tasas de carbono en combustibles fósiles equivalentes a EUR 30 por tonelada de CO2”, dijo la Ocde.
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Según la entidad multilateral a la que Colombia ingresó hace poco, el incremento de los impuestos y la disminución de los subsidios a la energía eléctrica “es clave” para el incremento de los ingresos, reducir las emisiones de CO2 y fomentar la energía renovable.
Más impuestos a la energía
Según la Ocde, el incremento de los impuestos a la energía puede ser uno de los factores fundamentales para que las economías emergentes y países en desarrollo puedan garantizar su recuperación económica en los próximos años.
“Las economías en desarrollo y emergentes que luchan por recuperarse de la crisis del coronavirus con ingresos fiscales mucho más bajos que las economías avanzadas, se beneficiarían de impuestos a la energía mejor diseñados acompañados de un apoyo específico a los grupos de bajos ingresos”, dijo la entidad.
La Ocde reiteró que, en un análisis de 15 países de África, Asia y América Latina (entre los que no está Colombia), los impuestos representan en promedio solo el 19 % del PIB, en comparación con el 34 % del PIB que representan los impuestos en los países de la organización.
“Ninguno de los 15 países aplica un precio de carbono explícito o utiliza sistemas de comercio de emisiones de CO2”, dijo.
Agregó que, para fomentar y apoyar el uso de energía en la población vulnerable, los combustibles fósiles que se utilizan para la calefacción, la cocina y la iluminación suelen estar sujetos a impuestos bajos o subvencionados, lo cual pesa sobre las finanzas públicas y fomenta el “uso excesivo” de combustible.
El problema de los subsidios
La entidad considera que los subsidios de energía son perjudiciales porque reducen de manera significativa los ingresos de los Gobiernos.
“En cuatro de los 15 países, el costo para las finanzas públicas de los subsidios a la energía excede los ingresos por impuestos a la energía. La reducción de los subsidios, que tienden a beneficiar a los consumidores más ricos, y la mejora del diseño fiscal podrían proporcionar ingresos adicionales para un apoyo más específico para mejorar el acceso y la asequibilidad de la energía”, dijo.
Señaló que, con el fin de avanzar hacia la implementación de energías renovables y el cuidado del medioambiente, los subsidios al uso de energías fósiles deben ser eliminados.
“Un compromiso a largo plazo con la fijación de precios del carbono y la eliminación gradual de los subsidios a los combustibles fósiles puede incentivar las inversiones en infraestructura que estén en línea con los objetivos de desarrollo y de bajas emisiones de carbono y reducir el riesgo de activos y empleos varados”, dijo.
La adopción de políticas que determinen el precio del carbono también puede ayudar a abordar los altos niveles de informalidad que pesan sobre las economías de los países en desarrollo, ya que los impuestos a la energía son más difíciles de evitar que los tributos directos.
Los 15 países estudiados por la Ocde fueron Costa de Marfil, Egipto, Ghana, Kenia, Marruecos, Nigeria y Uganda en África; Filipinas y Sri Lanka en Asia; Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Jamaica y Uruguay en América Latina y el Caribe.