REFORMA TRIBUTARIA
Otro ‘gallo’ en la reforma tributaria: impuesto mínimo a utilidad contable de las empresas, ¿por qué es grave?
Las modificaciones fueron introducidas en un par de parágrafos. Expertos explican que la medida es fuerte, pues las empresas dueñas de otra terminarían pagando múltiple tributación.
Es claro que la Dian y el Ministerio de Hacienda, junto con los coordinadores ponentes que son parte del equipo de parlamentarios que hacen ajustes a la reforma tributaria, para que surta su trámite en el Congreso, andan en busca de cerrar cercos, de forma que se pueda lograr que todo el que debe pagar impuestos lo haga, y se genere así una mayor equidad, pues el que no aporta tributos, en el caso de las empresas, puede vender más barato y hacer menos competitivas a las compañías que le juegan legal al país.
Pues bien, tal como lo dice el adagio popular ‘el diablo está en los detalles’, en un par de parágrafos de la ponencia que fue aprobada el 6 de octubre en comisiones económicas del Congreso, fue introducida una medida que puede ser fuerte para las personas jurídicas (empresas). Se trata de la Tributación mínima, con la cual, se grava con una tasa del 15 % todas las utilidades comerciales que estas obtengan.
Según explicaron expertos en SEMANA, la medida implicaría ponerle un piso a la tasa efectiva de tributación, de manera que nadie pueda aportar menos de ese porcentaje (15 %).
El problema es que la medida causaría efectos complejos que podrían llevar a causar más problemas que soluciones, puesto que se trataría en algunos casos de una múltiple tributación, toda vez que se meten con el manejo contable, algo que en el caso de las empresas que son matrices y dueñas de otras compañías, terminaría gravando varias veces la misma renta.
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La medida, de acuerdo con lo explicado a este medio por fuentes conocedoras del tema, al ponerle una tributación mínima a todas las utilidades comerciales que estas obtengan, no habrá exclusiones de las que estén afectadas por pérdidas fiscales o correspondan a partidas que no tienen efectos tributarios, como es el caso de la participación patrimonial.
Hay que recordar que la Superintendencia de Sociedades definió el método de participación patrimonial como “el procedimiento contable mediante el cual, una persona jurídica registra su inversión ordinaria en otra, convirtiendo a esta última en su subordinada o controlada”.
Así las cosas, según señalan los expertos que detectaron la medida y que la consideran grave para las empresas, “si la ley tributaria define como tasa efectiva de tributación el porcentaje que resulte de dividir el valor del impuesto efectivamente pagado sobre las utilidades comerciales, la norma propuesta implica que todas las utilidades comerciales de todas las sociedades quedarán gravadas al 15 % como mínimo, así no se hayan realizado para efectos fiscales”. En otras palabras, para la entidad recaudadora, toda empresa paga el impuesto desde 15 % hacia arriba, independientemente de cualquier otro dato relacionado con sus cuentas.
“En el caso de las cadenas de sociedades, esta norma implicará una múltiple tributación sobre una misma utilidad (método de participación), que ahora se gravará en todas las sociedades de la cadena de propiedad, generando tasas de tributación conjunta que pueden superar el 100 %”, indicaron los expertos.
Son las que generan empleo
Desde muchos frentes, e, inclusive, desde el mismo Gobierno, se menciona la necesidad de tener al sector privado como un aliado para que ayude a promover el crecimiento de la economía y, por esa vía, la generación de empleo. No obstante, tampoco hay que perder de vista que en el país hay un complejo problema relacionado con el pago de los impuestos de las personas jurídicas, el cual deriva de los beneficios tributarios que tienen unos y otros no, y de la alta evasión. El Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, por ejemplo, presentó un informe en el que detalla que hasta el momento, la reforma tributaria, con los ajustes que le hicieron, “fracasa en el objetivo de lograr la equidad horizontal”. El recaudo que aportarán las compañías, distintas a las del sector minero, bajó de cinco a tres billones de pesos y mucho de ello se debe al lobby que han hecho en el Congreso de la República. “Lo que se vio previo al primer debate fue una procesión de gremios defendiendo sus intereses individuales, de manera egoísta, en vez de hacer una propuesta conjunta”, señaló el director del Observatorio, Oliver Pardo.
De esa manera, la tarea que falta con la reforma tributaria no es cualquier cosa. En un par de semanas se verá lo que en definitiva va en la nueva y última ponencia.