Crecimiento económico
Para esquivar la crisis, “Colombia debe separarse de medidas convencionales de endurecimiento monetario”: economista Miguel Ángel Rodríguez
Los esfuerzos se deben concentrar en fomentar la producción, según el experto.
Se espera que este año sea malo para la economía de varios países, pues la subida de las tasas de interés no ha reducido la inflación, pero sí frena las economías y se deben buscar medidas enfocadas en el fomento de la producción.
Así lo dio a conocer Miguel Ángel Rodríguez, coordinador de investigaciones de Cedetrabajo, quien aseveró que los pronósticos de crecimiento de los organismos multilaterales, el sistema financiero y los gobiernos muestran que la crisis será más duradera y más profunda de lo que se anunciaba, particularmente para el mundo occidental.
Según el experto, el FMI estima que Estados Unidos, Europa, América Latina y el Caribe y Oriente Medio se desacelerarán en 2023 y 2024 con crecimientos entre 1,1 % y 3,5 %, mientras que en 2024 África Subsahariana y Asia crecerán a niveles superiores al que observaron en 2022, entre 3,9 % y 5,1 %.
Agregó que, por ejemplo, las señales son claras en los países del G7. En Estados Unidos la Reserva Federal abrió programas de apoyo para las instituciones financieras con problemas operativos tras la quiebra de tres bancos regionales en marzo.
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Un mes en el que la inflación sin alimentos ni energía superó por primera vez el nivel general; el desempleo creció por debajo de las expectativas por primera vez en 12 meses; el índice de producción manufacturera presentó su nivel más bajo desde mayo de 2020; creció en las encuestas la percepción de una mayor probabilidad de recesión, entre otros indicadores con comportamientos preocupantes.
En Europa
Según Rodríguez, los otros países del G7 no escapan de la crisis. Destacó que “señala el FMI que en 2022 el Reino Unido, la economía con peores pronósticos del grupo no creció ni decreció (registró 0 %) y se espera que retroceda 0,3 % en 2023″.
Igualmente, las expectativas para Canadá muestran que pasará de un crecimiento de 3,4 % en 2022 a 1,5 % en 2023. Por otra parte, se espera que Japón, la segunda economía más importante del grupo, según el PIB, crezca un 1,3 % a pesar de que enfrenta una grave crisis fiscal al poseer una deuda pública de más del 260 % del PIB.
Y aunque Corea no forma parte del grupo, es otra economía asiática que ha seguido buena parte de las orientaciones del modelo neoliberal, pasará de un crecimiento de 2,6 % en 2022 a 1,5 % en 2023.
Sin embargo, las economías asiáticas emergentes parecen escapar de la recesión. Las expectativas de crecimiento en 2023 de China e India, que agrupan el 37 % de la población global, superan el 5 %. Otras economías de la región como Vietnam o Filipinas se apuntan como líderes del crecimiento económico con tasas del 6,5 % y 6,2 %, respectivamente. También se espera que Arabia Saudí crezca por encima del 3 %.
Sin embargo, las economías asiáticas emergentes parecen escapar de la recesión. Las expectativas de crecimiento en 2023 de China e India, que agrupan el 37 % de la población global, superan el 5 %. Otras economías de la región como Vietnam o Filipinas se apuntan como líderes del crecimiento económico con tasas del 6,5 % y 6,2 %, respectivamente. También se espera que Arabia Saudí crezca por encima del 3 %.
El caso de Latinoamérica
Particularmente, de acuerdo con Rodríguez, América Latina tiene un pronóstico de crecimiento similar al de Europa. Se estima en 1,6 % para 2023, un 40 % menor al de 2022. Así mismo, que Brasil y México, las economías más importantes de la región, crezcan 0,9 % y 1,8 %, respectivamente.
Agregó que “los resultados de Colombia, Argentina y Puerto Rico en 2022 contrastan con pronósticos de crecimiento inferiores al 1,1 % para 2023. Chile tiene el peor pronóstico, es el único país para el cual se estima decrecimiento en 2023 (-1 %). Por el contrario, se espera que Bolivia, Ecuador y Perú crezcan a niveles similares a los que presentaron el año pasado, en torno al 2,8 %”.
En este sentido, las medidas que se tomaron a nivel internacional, de endurecimiento de la política económica, no lograron frenar la inflación, pero sí el crecimiento económico. Las grandes afectadas son las economías en desarrollo, que enfrentan aumento de la deuda, de los tipos de interés, precio de los alimentos y energéticos y una liquidez insuficiente.
Finaliza diciendo que para esquivar los efectos nocivos de la crisis, Colombia debe separarse de las medidas convencionales de endurecimiento monetario. Los esfuerzos se deben concentrar en fomentar la producción.
En Colombia, buena parte de la inflación es causada por la importancia que tienen los bienes importados en la economía, por lo que la renegociación de los TLC es fundamental en el proceso de cambio. Además, contrario a Estados Unidos donde el mercado laboral está prácticamente copado, en Colombia no hay un problema de exceso de demanda de bienes por parte de los ciudadanos, sino de falta de oferta de los mismos. De ahí que el apoyo a la producción nacional sea una vía para contrarrestar las caídas cíclicas del sistema económico mundial.