Petro llegó 2 horas tarde, pero sí arribó a la cumbre de la banca multilateral

Al cierre de la Cumbre de las Finanzas en Común (FICS, por sus siglas en inglés), el presidente Gustavo Petro cumplió con su agenda, y no dejó plantados a las decenas de líderes de la banca multilateral, y parte del sector empresarial del país. Si bien se contaba con su presencia, hasta último minuto hubo incertidumbre por una eventual cancelación en su asistencia al evento.

La agenda estaba programada para empezar a la 1:30 de la tarde en el centro de convenciones de Cartagena, pero, no fue sino hasta las 3:30 de la tarde que arribó el mandatario nacional, 30 minutos después que acabara el encuentro, según lo presupuestado.

En la apertura, varios de los líderes de las entidades multilaterales le agradecieron la presencia al presidente, asegurando que durante los 3 días de la cumbre, se adquirieron compromisos en pro del desarrollo, no solo de Colombia, sino de América Latina en general, y destacando que se deben seguir tomando acciones, urgentes, para mitigar el impacto del cambio climático.

No obstante, al principio del discurso del presidente Petro, se centró en lo referente del desarrollo económico, puntualmente sobre la superación de la pobreza, y la reducción de lo que se denomina como economía popular.

“Aquí los anfitriones de la banca pública de desarrollo, tienen una misión, yo soy un poco más audaz que mi propio gabinete, entonces me gustaría ir más por delante, que es financiar la economía popular. La economía popular la entendemos como esa mitad de la economía nacional, que además garantiza el 80 % de los puestos de trabajo (...) el capitalismo colombiano es raquítico, y no logra absorber lo que la dirigencia colombiana ha llamado economía informal”.

Aunque el presidente aseguró que Colombia está a la vanguardia en materia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, dejó un sombrío panorama para la sostenibilidad global, asegurando que para ninguna economía es rentable una iniciativa, como por ejemplo, reforestar y recuperar la selva del Amazonas.

Sobre esto, también hizo referencia a la visita que tuvo a principios de año, en el Foro de Davos, evento al que calificó como “el club de los ricos de la tierra”. Allí aseguró que hay una crisis civilizatoria profunda, que se divide en cinco aspectos:

• El crecimiento de la pobreza en el mundo, al que le añadió el crecimiento del hambre.
• El crecimiento de la desigualdad.
• Estancamiento económico.
• La guerra en Europa.
• Enfermedades.

Todo esto lo adjudicó a la crisis climática: “Hoy la crisis climática hace crecer el hambre, hace crecer la pobreza, crea las guerras, produce los estancamientos económicos, y es altamente probable que es la gran generadora de la enfermedad, que se extiende cada vez más intensamente, y cada vez más mortíferamente entre la especie humana”.

Al cierre, Gustavo Petro volvió a proponer un modelo para que países con deuda con el Fondo Monetario Internacional, puedan disminuir no solo la acreencia, sino que en el proceso, esta entidad los apoye para alcanzar el desarrollo.

Añadió que la banca pública de desarrollo debe fortalecerse, a partir de esfuerzos estatales, para que sea banca de primer piso.

“Nosotros por ver la experiencia que tuvo el FMI en la época del Covid, que logró una emisión mundial de derechos especiales de giro, que es la moneda del FMI, creemos que se puede hacer una emisión mundial mucho más grande (...) que permitiese al pagar a los acreedores de la deuda, con derechos especiales de giro, la disminución de los servicios de deuda de todos los países del mundo, con un objetivo: liberar el espacio financiero presupuestal de los poderes públicos, que permitan un plan Marshall contra la crisis climática, a escala mundial. Es repetir lo del Covid, a una escala mayor, con unos criterios diferentes, de proporciones entre los países, y con un objetivo: un relanzamiento de la economía mundial”.