ECONOMÍA
Petronomics: tributaria para 4.000 personas y emisión de billetes, la economía según Gustavo Petro
El senador ha dado mucho de qué hablar con sus controvertidas propuestas en materia económica. ¿Cuáles son las más polémicas y qué tan viables son?
Cada trino de Gustavo Petro sobre su visión económica desata una nueva tormenta entre técnicos y economistas. Para muchos, las ideas del senador son soluciones efectistas y populistas. Para otros, las fórmulas acertadas que requiere el país. Twitter es una de las principales cajas de resonancia de Petro, economista egresado de la Universidad Externado y candidato presidencial de la oposición.
Su nombre siempre produce tendencias en esta red, y, sin duda, sus posturas en temas económicos muchas veces dejan más dudas que certezas.
Pero ¿qué tan viable es su visión económica? Ricardo Bonilla, uno de los economistas más cercanos a Petro, y expertos consultados analizan tres de las polémicas propuestas.
Imprimir billetes
Gran revuelo desató hace pocos días el senador cuando recomendó volver a una cuarentena de 14 días para mitigar el impacto del tercer pico de la pandemia. Afirmó que había que entregar a las familias lo que denominó “bonos anticovid” en efectivo para financiarlas durante el aislamiento. Según Petro, esto implicaría necesariamente que el país deje de endeudarse con multilaterales y la banca para empezar a endeudarse a cero por ciento de interés con el Banco de la República.Las reacciones no se hicieron esperar.
Destacados economistas y técnicos cuestionaron la propuesta de la emisión de moneda, que, a decir verdad, no es nueva. En entrevista con SEMANA a comienzos de este año, el senador ya había destacado la emisión de billetes como la gran solución para conjurar la crisis provocada por la pandemia.
Uno de los primeros en terciar en el debate fue Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda, quien, además, anunció que será candidato presidencial por firmas.
Calificó la idea como banal, equivocada y frívola. Incluso fue más allá, y dijo que Petro da un mal mensaje, pues la única manera de salir de la crisis es permitir que todas las actividades económicas del país se reactiven, se fortalezcan y generen empleo. “Es una pésima pedagogía de Petro al país, queriendo decir que uno sale de los problemas sin trabajar, sin esforzarse”, dijo Echeverry.
Para José Ignacio López, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, la emisión propuesta es una mala idea, sobre todo porque el país tiene buen acceso a los mercados financieros y no puede sucumbir ante la idea de generar riqueza con emisión.
Colombia conserva una larga tradición en los mercados internacionales, que destacan su seriedad e independencia en el manejo de la política monetaria y macroeconómica. Por eso, acudir a la emisión sería tirar al traste ese activo y le haría un gran daño a la confianza en el país.Además, la función principal del Banco de la República es mantener el valor de la moneda y la inflación en niveles estables, no financiar con emisión al Gobierno central.
Petro siempre ha defendido su postura frente a la emisión: insiste en que el Banco de la República ha emitido más de 20 billones para la banca privada, y que, así, Estados Unidos, la Unión Europea y el este asiático enfrentaron la emergencia de la covid.
Si bien este mecanismo se utiliza en todos los países del mundo a la hora de inyectar recursos a la economía, en ningún caso esto constituye un regalo para los bancos, ya que el mercado financiero cuenta con la solvencia y la capacidad para responder. “Así opera la política monetaria en todos los países; lo único que busca Petro es desinformar y generar una animadversión contra el sistema financiero, porque es una promesa populista”, asegura López.
Ricardo Bonilla, quien manejó las finanzas de Bogotá cuando Petro fue alcalde, es uno de los economistas que le habla al oído y quien le ayudó a estructurar su programa económico. Asegura que, aun cuando un préstamo directo es insuficiente frente a las necesidades que vive actualmente el país, es una herramienta que no se puede descartar, pues Colombia no puede seguir financiando la crisis con deuda.
Por eso, Bonilla cree que la emisión, un mecanismo que solo se podría aprobar con el voto unánime de la junta directiva del Banco de la República, sería excepcional y de emergencia, es decir, por una sola vez. Pero reconoce que es necesario mejorar la estructura tributaria. Sin duda, el gasto debe financiarse con impuestos, y la emisión monetaria solo puede ser temporal.
Tributaria para 4.000 personas
Otra de las controvertidas propuestas del líder de la Colombia Humana, que para algunos economistas parece sacada de la manga, tiene que ver con el tema tributario. En medio de un debate, el senador escribió en Twitter: “Si somos gobierno, nuestra reforma tributaria le subirá impuestos solo a 4.000 personas”.
Las reacciones en contra no se hicieron esperar. El primero en cuestionar el anuncio fue Sergio Fajardo, quien dijo que el problema tributario y la construcción de una verdadera estructura de protección social no se resuelven con solo subirles los impuestos a 4.000 personas, en un país de 50 millones de habitantes. Y consideró que es, a todas luces, “un ejemplo patético de populismo facilista”.
Aunque Bonilla reconoce que no ha hablado de esta particular propuesta con el senador Petro, cree que se trata de una metáfora. Y señala que lo que quiere decir es que su reforma gravará con impuestos adicionales a ese 1 por ciento de los más ricos del país, con activos improductivos y que no tributan lo que deberían, tal y como lo propone Joe Biden en Estados Unidos.
Sin embargo, hay quienes creen que esa iniciativa de Petro no es nada metafórica. De hecho, el senador le respondió a Fajardo que desde el año pasado 4.000 personas le dejaron de pagar impuestos por 15 billones de pesos al Estado y podrían pagar 40 billones anuales más, en lo que considera una propuesta de justicia tributaria. Y especificó que estas son las personas más ricas de Colombia, y los impuestos que propone para ellas no son a su patrimonio productivo, sino a su patrimonio improductivo.
Precisamente, uno de los focos del programa económico de Petro está relacionado con las tierras. Bonilla explica que, de llegar al poder, lo primero que harían sería presionar a los poseedores de estas tierras para que las pongan a producir o las vendan. Esto, por medio de una agresiva política tributaria con la que buscarán llevar las tierras a condiciones de mercado, pues identificaron que una parte importante de ellas está subvalorada. Para ello, contemplan imponer una renta presuntiva.
¿Petro vs. el empresariado?
La inversión extranjera y, sobre todo, la postura de Petro frente a las grandes empresas es otro tema controversial. Hace pocos días, Francisco Santos, exembajador de Colombia en Estados Unidos, dijo que los empresarios estadounidenses “le tienen pánico” a una eventual victoria de Petro, pues consideran que sus políticas económicas son “un salto al vacío”.
El senador respondió de inmediato que en su gobierno llegará la inversión extranjera que necesita el país y, además, mucha de esta nueva inversión estará relacionada con energías limpias, agroindustria e industria. “Nosotros recuperaremos el grado de inversión que ustedes dejaron perder”, le dijo a Santos.
De acuerdo con Bonilla, Petro nunca ha hablado de expropiar a nadie ni de prohibir la actividad privada. De hecho, plantea que buscarán, más bien, consolidar lo que es el espacio de lo público y ampliar la asistencia social, sin que esto suponga una afectación del sector privado.
Aunque Petro nunca ha hablado de expropiación, en varios de sus discursos sí ha dejado claro que quiere hacer cambios que tocarían a algunos sectores empresariales. Solo basta recordar cuando en una de sus disertaciones en la campaña de 2018 manifestó que “sería bonito” que, en su Gobierno, Ardila Lülle decidiera vender su hacienda de Incauca al Estado para entregársela al pueblo campesino y al pequeño productor agrario, y producir alimentos. En ese momento no habló de expropiación, aun cuando este tipo de discursos, claramente, suscitan nerviosismo entre empresarios e inversionistas.
Sin duda, Gustavo Petro tiene un diagnóstico bastante claro de varios de los problemas estructurales del país, y les quiere apostar a la diversificación de la economía y a la transición energética. No obstante, algunas de las propuestas en sus redes parecen solo palabras que la gente quiere escuchar, pero cuya viabilidad es discutible.
Más allá de si son metafóricas sus iniciativas, es claro que el problema fiscal del país no se solucionará imprimiendo billetes o cobrándoles impuestos solo a 4.000 colombianos. El debate tiene que ser mucho más profundo.