Macroeconomía

Pobreza en Colombia: ¿es posible erradicarla en ocho años?

Actualmente se considera pobreza a un ingreso inferior a 1,25 dólares diarios por persona.

22 de agosto de 2022
En Roberto Payán, el porcentaje de pobreza multidimensional ronda el 90%, según el Departamento Nacional de Planeación.
Los retos planteados por la ONU le apuntan a reducir la pobreza antes de 2030. | Foto: Santiago Valenzuela / MSF

Pese a que ha sido un tema comentado desde hace muchos años y una de las promesas más frecuentes en las campañas de gran parte de los políticos en el país, la reducción de la pobreza ha demostrado ser una apuesta muy difícil de cumplir, especialmente en las regiones más apartadas, donde la falta de acceso a garantías sociales es evidente.

De acuerdo con el Dane, aunque la reactivación económica luego de la pandemia fue un buen empujón para la recuperación, aún hay mucho por trabajar para llegar a los índices de antes de 2020, especialmente en materia de generación de empleo (faltan más de 70.000 puestos por recuperar), acceso a un sueldo digno y prestaciones y calidad educativa.

Otro de los factores que influyen hoy en día en que la pobreza se mantenga vigente y no se logre su erradicación, al menos del mapa estadístico, es la inflación, que actualmente se encuentra en su nivel más alto de los últimos 20 años, luego de que en julio llegara a un acumulado anual del 10,21 %.

Si la inflación anual es de 10,21 %, las diferencias por estrato socioeconómico son visibles y confirman el hecho de que los más golpeados con el costo de vida son los pobres y vulnerables.

De acuerdo con los datos del Dane, mientras la inflación en los estratos altos estuvo muy por debajo del promedio nacional, al ubicarse en 8,75 %, en los niveles de la pirámide pobres y vulnerables fue de 11,74 %. Entre tanto, la clase media también sufrió una presión inflacionaria superior a la del promedio nacional, con 10,35 %.

Actualmente, la línea de pobreza monetaria nacional se estableció en un ingreso per cápita (por persona) de 354.031 pesos mensuales, pero la pobreza extrema se definió en 161.099 pesos. En este sentido hay 19,6 millones de colombianos que no tienen suficientes ingresos para suplir sus necesidades básicas.

Ante esto, expertos de la Universitat de Carlemany señalan que cada vez más se hace imperativo tomar medidas que impulsen la generación de nuevos empleos, la mitigación del hambre y, aunque pueda sonar un reto inmenso, la culminación de la pobreza. Así mismo, recordaron la importancia de actuar cuanto antes sobre este flagelo, para no repetir episodios como el pasado paro nacional.

Este centro educativo recordó cómo los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por las Naciones Unidas, tienen como propósito proteger y cuidar del medioambiente, y así mejorar de manera notable las perspectivas de cada una de las personas que habitan el planeta, también definió en su primer objetivo finalizar con todo tipo de pobreza en todas las partes del planeta antes del año 2030.

“En conclusión, gracias a que cada uno de los 17 ODS cuentan con una serie de metas cuantificables y objetivas para poder medir su éxito y establecer indicadores fiables, se podría mantener la esperanza de erradicar o al menos disminuir notablemente las tasas de población en condición de pobreza”, indicaron.

Es así como se han establecido siete metas principales desde el ODS 1 respecto a la pobreza, las cuales pueden ser una guía para implementar distintos proyectos en los gobiernos de Latinoamérica y puntualmente en Colombia:

1. Sacar de la pobreza extrema a todas las personas que hoy en día la sufren, a lo largo y ancho del globo. Actualmente, se considera pobreza a un ingreso inferior a 1,25 dólares diarios por persona.

2. Reducir la proporción al menos a la mitad, de hombres y mujeres en situación de pobreza.

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3. Lograr la cobertura real de toda persona pobre y vulnerable. Poniendo para ello en práctica sistemas y medidas apropiadas de protección social.

4. Garantizar que tanto hombres como mujeres tengan los mismos derechos a los recursos económicos, asegurando el acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de sus bienes, incluso la herencia. También a los recursos naturales, las nuevas tecnologías y los servicios económicos.

5. Fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables. Luchar por reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos climáticos y a otros desastres económicos, sociales y ambientales.

6. Lograr que se movilice gran cantidad de recursos de distintas fuentes, logrando proporcionar los recursos y medios necesarios para los países menos adelantados. Gracias a ello se pondrán en marcha programas y políticas encaminados a acabar con la pobreza en todas sus dimensiones.

7. Crear marcos normativos en el ámbito nacional, regional e internacional que sean sólidos, con base a estrategias de desarrollo en favor de las personas pobres, teniendo en cuenta las cuestiones de género, para apoyar la inversión destinada a erradicar la pobreza.

¿Qué se puede hacer al respecto?

En su estudio, la Universitat de Carlemany indicó que se puede empezar trabajando en la creación de políticas, planes y programas de desarrollo sostenible de los países y dirigidos por estos. Los ODS actúan como una brújula a la hora de armonizar los planes nacionales con los compromisos mundiales de los países.

“Las estrategias de desarrollo sostenible asumidas como propias por los países e impulsadas por ellos a través de medidas de financiación y movilización de recursos. También se requiere apoyo de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado, entre otros, para contribuir a la consecución de la nueva agenda”, explicaron.

En sus recomendaciones asegura que hay que enfocarse en crear una alianza mundial revitalizada para apoyar las iniciativas nacionales, recordando que la implicación de los gobiernos y su compromiso es crucial para que se lleven a cabo medidas de impacto que ofrezcan resultados. Así mismo, advierte que se debe movilizar a todas las partes interesadas y comprometidas, en torno a la nueva agenda venidera.