DESEMPLEO
¿Por qué la pandemia ha sido más dura con las mujeres que con los hombres?
El coronavirus produjo una recesión más dura en las mujeres que en los hombres. Los economistas la bautizaron shecession: la crisis tiene rostro de mujer.
La llamada brecha de género, que evidencia la disparidad en la remuneración de hombres y mujeres y en su acceso al mercado laboral, venía registrando mejoras hasta que llegó el coronavirus con sus confinamientos y cuarentenas, y provocó lo que ya algunos califican como la primera recesión femenina de la historia.
Si bien la pandemia ha afectado a todos los sectores económicos, los más golpeados son aquellos en donde las mujeres son la mayoría de trabajadores, al tiempo que su vocación hacia el cuidado de familiares ha impedido que muchas puedan laborar fuera de casa.
Para explicar este fenómeno, C. Nicole Mason, directora del Instituto de Investigación de Políticas para Mujeres de Estados Unidos, acuñó el término shecession (recesión femenina), durante la cual el desplazamiento de mujeres de la fuerza laboral ha alcanzado números nunca vistos.
En diciembre de 2020, en Colombia los hombres ocupados disminuyeron 4,1 por ciento, y las mujeres, 8,7 por ciento. Esto afectó principalmente a las menores de 24 años y a aquellas que trabajaban en empresas con hasta diez empleados, según cifras del Dane.
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La misma entidad indica que el año pasado terminó con 5,9 millones de colombianas inactivas frente a 2,15 millones de colombianos en la misma situación. Los inactivos son aquellos que laboraron por lo menos durante dos semanas consecutivas, y en el caso de las mujeres, la mitad de ese número dejó su último empleo por responsabilidades familiares.
Aunque la carga del trabajo doméstico ha recaído históricamente y de manera desproporcionada sobre ellas, en el último año esa tendencia estuvo más marcada. Eso llevó a la fundación Lean In, de Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, a hacer un estudio sobre el nuevo “doble turno” de muchas profesionales, que ahora dedican más horas al cuidado del hogar, junto con sus responsabilidades laborales.
Mirela Dufrayer, líder de marketing de WGSN, firma de análisis de tendencias, dice que sin soluciones que reincorporen a las mujeres a la fuerza laboral, la recuperación económica no alcanzará su máximo potencial y el progreso en igualdad de género en el trabajo desaparecerá.
Alejandro Matos, director de la oenegé Cuso International, que promueve el empleo en grupos vulnerables como las mujeres, explica que por tradición, los puestos más precarios se han reservado para ellas. Esto también se evidencia en el hecho de que muchas caen en la informalidad.
En su opinión, las soluciones a la shecession tienen que venir en dirección contraria al modelo Rappi, que “ha fomentado la precarización laboral ante la necesidad”. Propone implementar políticas de discriminación positiva, las cuales premien las compañías que contraten más mujeres.
Otra es abrir colegios y centros de cuidado infantil para que las mujeres puedan regresar al trabajo. Recuperar el empleo femenino y reducir las brechas es el imperativo. El mundo y la economía así lo exigen.