Precio del dólar: ¿cómo será su comportamiento en febrero?

La volatilidad del dólar es uno de los indicadores macroeconómicos que tanto expertos como el Gobierno nacional están monitoreando debido a los impactos que puede generar para la economía una nueva disparada como la que se registró en el último trimestre del 2022 y que llevó a que por más de tres días la divisa se ubicara sobre los $ 5.000.

Aunque inició el 2023 en los $ 4.800, la tasa de cambio fue fluctuando a la baja con el transcurrir de las semanas, llevando a que se cotice sobre los $ 4.600 e inclusive por debajo del rango antes mencionado, como sucedió este jueves 2 de febrero al cerrar en los $ 4.500.

Esta caída que viene registrando el dólar ha estado marcada por varias situaciones, la más significativa, el dinamismo que está mostrando la economía norteamericana, que pese a que aún tiene altos niveles de inflación, está evidenciando señales que hacen suponer a los expertos que el fantasma de la recesión está perdiendo fuerza.

Aunque hay otros que invitan a la prudencia, debido a que se prevén nuevos aumentos en las tasas de interés, que podrían tener impactos significativos sobre el desempeño del mercado estadounidense.

Sin embargo, la inquietud que ronda entre los colombianos es si la tasa de cambio seguirá cayendo progresivamente, como ha venido sucediendo desde mediados de enero, o hay que prepararse frente a una nueva subida en su cotización.

Para ello, no hay una respuesta clara, sin embargo, expertos consultados por Bloomberg Línea consideran que, para este segundo mes del 2023, la divisa norteamericana podría estarse moviendo entre los $ 4.400 y los $ 4.750, advirtiendo que el menor o mayor aumento en la cotización dependerá de varios factores.

Una de las consultadas por el medio especializado es la economista jefe IN ON Capital, Ana Vera, quien manifiesta que el monitoreo a los factores exterior como internos será clave para identificar cuál será el comportamiento del dólar.

Entre los exteriores, además de las decisiones de política económica que adopte Estados Unidos, se debe tener presente lo que en esta misma línea determinen los bancos centrales de Europa y el Reino Unido. Tampoco debe descuidarse cómo se estará comportando la economía china.

Mientras que a nivel interno, la alta inflación, el precio de los combustibles y las reacciones de los mercados respecto a decisiones de política interna pueden incidir en que se vuelva a disparar el dólar o que suceda todo lo contrario.

David Cubides, gerente de investigaciones económicas de Alianzas Valores, otro de los consultados, señala que los factores externos pueden explicar el 40 % del comportamiento de la tasa de cambio en el país y el 60 % restante es lo que sucede internamente; por lo tanto, esta relación debe revisarse con detenimiento, ya que permitiría proyectar con mayor exactitud hacia dónde se inclinaría la cotización del dólar tanto en febrero, como en los meses siguientes.

Así las cosas, al ser las condiciones internas las que más podrían afectar el comportamiento de la divisa norteamericana en Colombia, los mercados estarán expectantes a cómo se desarrollen iniciativas como las reformas a la salud, pensional y laboral. Igualmente, lo que sucederá con la exploración y explotación de hidrocarburos, ante la posición del actual gobierno de no otorgar nuevos contratos de esta naturaleza.

Mientras se resuelven esas coyunturas, un hecho innegable que está sucediendo en consecuencia de la menor cotización del dólar es que el peso colombiano ha venido mejorando su capacidad adquisitiva; por lo anterior, se ha convertido en una de las seis monedas de economías emergentes que más se han visto beneficiadas por las caídas que presenta la divisa norteamericana.

Sin embargo, que la moneda local se continúe recuperando frente al dólar genera preocupación debido a los impactos que podría ocasionar a las finanzas del país, por lo que los expertos también piden al Gobierno nacional no pasar por alto esta situación.