COMERCIO EXTERIOR
Preocupante incremento en desbalance entre lo que compra y vende Colombia en el exterior: ¿por qué puede ser grave?
Las importaciones de Colombia en mayo aumentaron en 55,6 %. El desequilibrio en la balanza comercial es de 71,3 %.
Probablemente, muchos colombianos creen que si Colombia compra más productos en el exterior de los que logra vender en los demás países, la cosa no es con ellos, pero no es así. El hecho de que se incrementen más las importaciones, en relación con los artículos que logramos llevar afuera, salpica a todos los ciudadanos y puede golpear fuertemente el bolsillo de las familias.
Según el informe sobre importaciones de mayo de 2022, presentado este martes por el Dane, esta nación realizó importaciones por 6.804,6 millones de dólares en el quinto mes del año, lo que equivale a un aumento de 55,6 % con relación al mismo mes de 2021. Lo que más impulsó la cifra al alza, según las estadísticas que fueron dadas a conocer, fue el grupo de las manufacturas, que tuvo una variación de 41,5 %.
En mayo de 2021 la cifra de importaciones había sido de 4.372,2 millones de dólares, con lo cual, se registra un déficit en la balanza comercial colombiana de 1.732,5 millones de dólares, mientras que en el quinto mes de 2021 dicho desequilibrio era de 1.011,8 millones de dólares y ya en ese momento era preocupante. En la actualidad, el déficit aumentó en un 71,3 % y hay que subrayar el hecho de que Colombia haya comprado casi 1.000 millones de dólares (958,6 millones de dólares) en mayo, solo en productos agropecuarios, alimentos y bebidas, lo que, en parte, explica los altos precios de los productos de la canasta familiar, tanto por el lado de las compras de comida, como de la de los insumos para sembrar el campo.
¿Qué significa?
El déficit en la balanza comercial implica que el país está comprando más productos importados de los que vende, lo que implica que sale más dinero del que entra. Como el comercio exterior se maneja en dólares, la salida de la divisa para pagar las compras lleva a demandar más la moneda, lo que puede ayudar a presionar el precio del dólar.
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Pero no es lo único que sucede en casos de un déficit comercial. El desequilibrio en esa balanza es señal de que la producción local viene menguada y no es suficiente para abastecer lo que se demanda en el territorio, lo que puede llevar a un freno en el crecimiento de la economía, con las consiguientes consecuencias: menores posibilidades de generación de empleo, dependencia del abastecimiento y, por lo tanto, riesgos para la seguridad alimentaria.
Adicionalmente, hay que tener en el visor que diferencia que se conoce como déficit comercial, es algo que cada país tiene que financiar con endeudamiento, lo que complica la economía.
Es clave destacar que importar no es malo. El problema es cuando se genera un desbalance. De hecho, un estudio de la Universidad Icesi concluyó que cuando las exportaciones por habitante aumentan, también mejoran los índices de bienestar de la población. Todo se debe a que exportar implica que se está produciendo a granel para vender afuera significa crear empleo y tener cierta seguridad en el abastecimiento.