Petróleo
Presidente Petro volvió a hablar de la exploración petrolera en Colombia: ¿qué dijo ahora?
Analistas piden al Gobierno nacional que deje de jugar con la estabilidad del país.
En vilo se encuentran los analistas y expertos del mundo económico luego de que la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, dijera la semana pasada que el gobierno no entregará nuevas licencias de exploración de petróleo y gas en el país. Esto, según la funcionaria, como una muestra de su compromiso con el medioambiente y en búsqueda de fortalecer su estrategia de transición energética para poner fin al uso de combustibles fósiles.
El anuncio de la jefe de la cartera minero-energética se dio durante su participación en el panel “los diferentes caminos hacia la transición energética”, del Foro Económico Mundial que se realiza en Davos (Suiza), y allí manifestó que “decidimos que no vamos a conceder nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo” y calificó esto como “una señal clara” del compromiso que tiene el país en la lucha contra el cambio climático.
Si bien es normal que un gobierno se muestre a favor o contra de un estilo económico y el presidente Petro ha manifestado desde su campaña que no es amigo de los derivados del petróleo, hace menos de dos meses la ministra Vélez dio un discurso completamente diferente, en el que sostuvo que sí se mantendrían estas alianzas para la búsqueda de nuevos yacimientos de hidrocarburos.
Para entender la importancia del petróleo en Colombia, los hidrocarburos aportan el 3,3 por ciento del producto interno bruto (PIB), en tanto el crudo representa el 40 por ciento de lo que el país le vende al mundo. Según reportes de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), a octubre de 2022 se generaron ingresos por exportaciones de más de 16.000 millones de dólares.
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Teniendo en cuenta estas cifras y que, por ejemplo, actualmente Ecopetrol representa el 10 % del presupuesto de la nación, diversos expertos han hecho un llamado al Gobierno nacional para que no le siga pegando a la gallina de los huevos de oro y, por el contrario, se enfoque en generar tranquilidad a los inversionistas, especialmente de este sector, mientras se cumple el proceso de transición energética en unos 20 o 30 años.
La polémica ha llegado a tal punto que el mismo presidente Gustavo Petro tuvo que salirle al paso a este tema. Por medio de sus redes sociales, el mandatario nacional hizo varias aclaraciones respecto al futuro de los contratos de exploración de petróleo y gas y arremetió contra quienes se están valiendo de la desinformación, según él, para generar confusión entre los ciudadanos.
“Nunca hemos dicho cosa contraria a que los actuales contratos de explotación y exploración firmados siguen vigentes y nunca la ministra ha dicho cosa en contrario. La enfermedad de la desinformación está en otra parte”, dijo el jefe de Estado en respuesta a un mensaje del exministro de Hacienda Rudolf Hommes, quien comparó su mandato con la novela de Robert Louis Stevenson “Dr, Jeckyll y Mr. Hyde”.
Cabe recordar que luego de que se desató una controversia por los anuncios de la ministra Irene Vélez en materia de hidrocarburos, el Presidente de la República salió en su defensa desde Suiza y recordó que su administración le apostará al turismo y a la exportación de energías limpias, las cuales, según su impresión, son las que demandará el mundo por encima de los hidrocarburos.
“Parte de lo que hemos venido a hacer aquí (Foro Económico Mundial) en concreto tiene que ver con la sustitución de la matriz de exportación colombiana, en nuestra escala nacional”, sostuvo Petro.
Y añadió en su declaración que “básicamente, tiene que ver con el turismo y exportación de energías limpias; estamos convencidos de que una fuerte inversión en turismo, dada la belleza del país y la capacidad que tiene el país en generación de energías limpias, podría perfectamente en un corto plazo, en una transición llenar los vacíos que puede dejar la economía fósil”.
No obstante, de acuerdo con los expertos, encontrarle un sustituto al petróleo en materia de generación de riqueza no es fácil, ya que existe una alta dependencia de esta industria y acabar con ella de tope podría traducirse en una desaceleración económica muy fuerte, en repuntes del desempleo y aumento de la pobreza en muchas regiones.