FINANZAS PÚBLICAS
Presupuesto de Colombia para 2023, el primero que ejecutará Petro, será de $391,4 billones
Radicaron el proyecto. El gobierno saliente, a través del Ministerio de Hacienda, finalmente destapó la propuesta financiera que tendrá que ejecutar el presidente electo Gustavo Petro y su equipo. La inversión pública sería de 62,8 billones, es decir, 6,8 billones menos de la que está en curso en este año.
El primer proyecto de iniciativa gubernamental que tendrá que sustentar y lograr aprobar en el Congreso de la República el gobierno de Gustavo Petro, fue radicado finalmente este viernes por el saliente ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo.
La carta financiera para el próximo año será de 391,4 billones de pesos, es decir, 41 billones de pesos más que el que está en ejecución en 2022, aforado en 350,4 billones.
Entre tanto, para el servicio de la deuda se asignaron 78 billones de pesos, lo que corresponde al 19,93 % de la torta presupuestal para 2023. En este punto hay que destacar que 42,1 billones de pesos se va solo en intereses.
Tendencias
Se encoge la inversión pública
Finalmente, el tercero de los grandes rubros del presupuesto, el de la inversión, será de 62,8 billones de pesos, lo que equivale al 16,05 %.
En cuanto a la asignación presupuestal por sectores, se conserva la tendencia que en el país se ha seguido desde hace algunos años, por lo cual el pedazo más grande de la torta presupuestal es para educación ($56,5 billones), seguida de salud (49 billones) y Defensa en tercer lugar.
Salarios y pensiones
Para pagar el personal que labora en el sector público, en el presupuesto 2023 se destinan 44,1 billones de pesos, cifra equivalente al 82,4 % de todo lo que se invertirá en programas para el bienestar ciudadano.
En el desagregado, se evidencia que 49,1 % de los gastos de nómina, es decir 21,7 billones de pesos, se destinan al sector defensa y policía. Un 26,1 % para el personal sector justicia (Justicia: $1,6 billones; Rama Judicial: $5,3 billones; Fiscalía: $4,3 billones, y Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición: $334 mil millones). El otro 24,8 % se distribuye entre los demás órganos de la Administración Pública Nacional que hacen parte del PGN, que suman $11 billones.
Entre tanto, en para las mesadas pensionales se dispone de 55,9 billones de pesos, un incremento de 10,3 % en comparación con lo gastado en 2021.
En la presente vigencia, los tres rubros principales que forman parte del presupuesto de la nación mantienen el mismo orden de asignación: primero, con el mayor monto, el funcionamiento, que fue de 210,1 billones de pesos, un 60 % del total. En segundo lugar, la deuda, que demandó recursos por 71,6 billones de pesos, ante la abultada cifra con relación al producto interno bruto (PIB) que acumuló Colombia en endeudamiento, en parte debido a los gastos demandados por la pandemia de covid-19.
La inversión pública en 2022, entre tanto, para establecer el comparativo con la propuesta para el próximo año, fue de 69,6 billones de pesos y en ese momento se le consideró como histórica. Ahora estaría siendo recortada en 6,8 billones de pesos.
Debates apretados y tiempos contrarreloj
Es común que el proyecto de presupuesto se presente ante el Congreso de la República con una destinación para la inversión pública que siempre causa polémica, por ser la del menor monto entre las tres grandes partidas que conforman la carta financiera. Más aún en esta oportunidad, en la que se requerirán muchos recursos para financiar los programas de gobierno del presidente electo Gustavo Petro. En consecuencia, seguramente habrá ‘peluqueada’ del presupuesto y habrá que esperar a ver si el nuevo gobierno coincide con el monto total propuesto por los que dejan la administración, pero hicieron la tarea de hacer los cálculos presupuestales, con base en las normas que indican que hay que tener mesura con las finanzas (ley de regla fiscal).
El asunto es que el presupuesto general es un proyecto que solo requiere dos debates en el Congreso, uno en comisiones económicas y uno en plenaria. Adicionalmente, tiene tiempos establecidos por ley, por lo cual la carrera contrarreloj empieza desde ahora, con todas las variables que hay en la mitad: inflación al alza, crecimiento económico en este año, pero en el otro no tanto, continuidad de los riesgos por choques externos; que empiece a bajar el precio del petróleo, que los insumos sigan caros, que los hogares cada vez puedan comprar menos porque los precios de los productos y servicios están muy altos. En fin, mucha tela que cortar, pero se tendrán que hacer las rasgaduras en menos de lo que canta un gallo y, quizás, en simultánea con el proyecto de reforma tributaria, que entrará al Legislativo desde el mismo 8 de agosto, un día después de la posesión del nuevo gobierno.