REFORMA TRIBUTARIA
Prueba de fuego para la reforma tributaria en audiencia pública, ¿saldrá hecha añicos del Congreso?
No faltó casi nadie. Gremios y organizaciones pidiendo que ‘no los claven’. La jornada evidenció que nadie quiere pagar más impuestos. Por primera vez la CUT apoya una reforma tributaria.
Más de 70 voceros estaban inscritos en la extensa lista de la presidenta de la comisión tercera de Cámara, Katherine Miranda, durante la audiencia pública que se adelantó en el recinto del Congreso de la República, para debatir el contenido de la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro.
Esta vez, todos acudieron sin falta. La cita era más importante que todo lo demás. Se trata de pagar más impuestos, lo que nadie parece querer hacer.
Los gremios económicos de todos los sectores, los sindicatos, los centros de pensamiento económico, los papás que hablaron en nombre de los estudiantes sobre el impuesto a las bebidas azucaradas y comida ultraprocesada... Todos intervinieron.
En general, las sustentaciones tenían un común denominador: ‘a mi no’. Reconsiderar fue una de las palabras más utilizadas por los participantes en la audiencia pública, la cual va sumando para que el proyecto cumpla con la indicación de abrir espacios de participación para que exista la suficiente ilustración y la reforma sea concertada.
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Los comerciantes expresaron que no todos los recursos que necesita el gobierno deben salir de los impuestos, también hay que ir por los 22 billones de pesos incautados al narcotráfico que están en la SAE (Sociedad de Activos Especiales).
Los hoteleros recordaron el fuerte golpe que les propinó la pandemia de covid-19, por lo que solicitaron que les extiendan por dos años más los beneficios tributarios que les quitarán con la propuesta fiscal. En esos dos años tendrían tiempo para recuperarse de forma sostenida, según argumentaron.
El gremio del turismo, Anato, sacó a relucir que su sector trae a Colombia más divisas que el café y aún no logran recuperar todos los empleos que se perdieron durante la crisis sanitaria.
En muchos casos, además del tema del empleo que generan ponían en el horizonte al consumidor, como lo hicieron las agencias de viajes, que sustentaron que si la reforma tributaria les vuelve a poner el IVA del 19 % a los tiquetes y paquetes turísticos, los ciudadanos serán perjudicados.
Vivienda y minería
Por el lado de la construcción también alzaron la voz desde los gremios. La defensa, principalmente, se hizo con la vivienda de interés social, que sería afectada si se les quitan beneficios a los constructores de este tipo de unidades familiares. “Eliminar la exención en renta para la VIS pone en riesgo la construcción de 100.000 viviendas por año y 408.000 empleos directos e indirectos”, sostuvo Sandra Forero, vocera de Camacol.
En el tema minero, no faltaron las voces que pusieron en el debate el hecho de que ya no hay grandes empresas en el sector, porque se han ido del país. Desde ese frente también pidieron reconsiderar, principalmente, lo concerniente a las cargas impositivas que castigarían las exportaciones, pues ellos, casi todo lo que producen va para el exterior. “Estamos abiertos a dialogar para que se hagan ajustes”, como el de imponer una sobretasa en vez de quitar deducciones por pago de regalías, por ejemplo.
Analdex abogó por las exportaciones y las zonas francas en medio de la exigencia de que Colombia sea un país exportador. La Federación de Cafeteros hizo visible lo que está haciendo la caficultura por la sustitución de cultivos ilícitos y no faltó quien sacara la cara por las obleas de Floridablanca, para que no queden gravadas con el impuesto a lo azucarado.
El huevo, el pollo, los seguros, el restaurante, el bar, el plástico, los envíos postales, los palmeros, las fiduciarias. En cada uno de ellos hubo una voz pidiendo que ‘no los claven’. Y, en algunos casos, llevaron propuestas alternativas, como lo ha pedido el ministro de Hacienda José Antonio Ocampo.
Un sindicato defendiendo la tributaria y papás pidiendo gravar el azúcar
Como un hecho sin precedentes se vio la participación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) que hizo una defensa a ultranza de la reforma tributaria, sin encontrar nada tachable en la propuesta.
También se hizo sentir la voz de los padres de familia, que a través de RedPapaz, no solo defendieron el impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, por la salud de los niños, sino que pidieron que fuera algo fuerte, de al menos el 24 %, de lo contrario, quedaría como un saludo a la bandera.
En el empleo está todo
A la hora de abogar para que no le incrementen la carga tributaria nadie se considera tan rico como para entrar en la lista de los tocados. El asunto de fondo es que el actual gobierno ha expresado que se necesita obtener 25 billones de pesos con la reforma, pero, principalmente, lograr atacar la pobreza a través de una redistribución de la riqueza, lo que a su vez, se da la mano con la propuesta de que solo el trabajo genera riqueza.
Por eso, es clave tener presente lo mencionado por Luis Fernando Mejía, presidente de Fedesarrollo, quien puso en el debate el hecho de que si hay crecimiento y empleo será más efectivo que hacer reformas tributarias o desplegar subsidios. De hecho, “entre 2002 y 2017, el 72 % de la reducción en la pobreza se explica por los aumentos en el empleo y en los retornos laborales a la educación, mientras que solo el 9 % se explica por las transformaciones monetarias”, sostuvo Mejía. El debate alrededor de la propuesta legislativa está apenas empezando.