Putin propone a Elvira Nabiullina para un tercer mandato al frente del Banco de Rusia

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, remitió a la Duma la candidatura de Elvira Nabiullina, actual gobernadora del Banco de Rusia, para su confirmación de cara a un tercer mandato al frente del banco central que dirige desde 2013, según ha confirmado la Cámara Baja del Parlamento ruso.

Nabiullina tiene 58 años y es considerada parte del círculo más cercano al presidente de Rusia, de quien fue asesora económica antes de convertirse en banquera central, asumió la presidencia del Banco de Rusia a mediados de 2013 por un periodo de cuatro años, seguido de un segundo mandato de cinco años que expirará el próximo mes de junio.

De acuerdo con la ley, el presidente de Rusia debe presentar un candidato para el puesto de presidente del Banco Central para la consideración de la Duma del Estado a más tardar tres meses antes de la finalización del mandato.

La economista, de origen tártaro, se convirtió en 2013 en la primera mujer en la historia al frente de uno de los bancos centrales de los países del entonces G-8. Nabiullina había desempeñado el cargo de ministra de Economía, Desarrollo y Comercio de Rusia entre 2007 y 2012.

Banco de Rusia mantiene la tasa clave en 20 %

Este viernes, 18 de marzo, la Junta Directiva del Banco de Rusia decidió mantener su tasa de interés en 20 % anual y aseguró que en el contexto de un cambio drástico en las condiciones externas y el fuerte aumento en la tasa del pasado 28 de febrero ayudó a mantener la estabilidad financiera y evitó aumentos de precios descontrolados.

Así mismo, dijo que la economía rusa está entrando en la fase de una transformación estructural a gran escala, que irá acompañada de un período temporal pero inevitable de aumento de la inflación, relacionado principalmente con los ajustes de los precios relativos en una amplia gama de bienes y servicios.

“La política monetaria del Banco de Rusia está configurada para permitir una adaptación gradual de la economía a las nuevas condiciones y un retorno de la inflación anual al 4 % en 2024″, aseguró la Junta Directiva.

La Junta Directiva aseguró que las estimaciones semanales muestran que la inflación se ha acelerado significativamente desde principios de marzo. Los movimientos de precios actuales están impulsados en gran medida por un aumento en la demanda de los consumidores de categorías de productos individuales en un contexto de mayor incertidumbre y expectativas de inflación crecientes, así como por el debilitamiento del rublo desde principios de 2022.

Además, manifiesta que, en una decisión de tasas a futuro, el Banco de Rusia tendrá en cuenta los movimientos de inflación reales y esperados en relación con el objetivo y la evolución económica durante el horizonte de previsión, así como los riesgos planteados por las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros.

Según estimaciones del Banco de Rusia, el Producto Interno Bruto (PIB) se reducirá en los próximos trimestres, debido, principalmente, por factores del lado de la oferta, lo que producirá un efecto desinflacionario limitado. “Las medidas de estímulo que están adoptando el Gobierno y el Banco de Rusia limitarán la escala de la recesión económica”, afirmó.

De acuerdo con la Junta Directiva, el cambio drástico en las condiciones externas de la economía rusa, que se produjo a finales de febrero tras la invasión a Ucrania, ha generado amenazas a la estabilidad financiera y las tasas de depósito han subido significativamente.

Igualmente, el aumento de las tasas de los préstamos y los requisitos más rígidos para los prestatarios en un contexto de mayor incertidumbre han llevado a un endurecimiento significativo de las condiciones de los préstamos bancarios. “En este contexto, se espera un debilitamiento considerable de la actividad crediticia en los próximos meses”, advirtió la Junta.

Al mismo tiempo, las medidas tomadas por el Banco de Rusia para estabilizar el mercado financiero y las flexibilizaciones regulatorias se combinarán con los programas de préstamos subsidiados del Gobierno para mantener la disponibilidad de recursos crediticios para las empresas, especialmente en los sectores más vulnerables, y reducir la escala de la recesión económica esperada.

*Con información de Europa Press.