Macroeconomía
¿Qué impacto tendrá la debilidad económica de China en América Latina?
Esta nación aún no deja atrás los efectos negativos que dejó la pandemia.
La desaceleración económica que está viviendo China, la segunda economía más grande del mundo, ha suscitado interrogantes sobre cómo afectará a las regiones que mantienen relaciones comerciales y económicas con ese gigante asiático.
A medida que este país enfrenta una recuperación económica complicada y lastrada por varios factores internos y globales, América Latina observa con atención las posibles implicaciones en su comercio, inversión y crecimiento económico.
Las recientes declaraciones del gobierno chino sobre la “recuperación tortuosa” y las críticas occidentales exageradas han añadido incertidumbre al panorama económico. Aunque se espera que China siga siendo un motor de crecimiento mundial, su actual desaceleración podría generar una serie de efectos en América Latina.
En todo esto hay que tener presente que la relación comercial entre China y América Latina ha crecido significativamente en las últimas décadas. China se ha convertido en un importante socio comercial para muchos países de la región, siendo un comprador clave de productos como materias primas, alimentos y productos manufacturados.
Tendencias
De acuerdo con los expertos, debido a esto, la inversión china en América Latina también podría verse afectada por la debilidad económica de China. En los últimos años, China ha invertido en infraestructura, energía y otros sectores en varios países latinoamericanos.
Sin embargo, si la economía china se desacelera, es posible que estas inversiones disminuyan, lo que tendría un impacto en el crecimiento económico y la generación de empleo en la región.
Por otro lado, un decrecimiento económico en este país podría influir en los precios de las materias primas, que son una parte crucial de las exportaciones de muchos países latinoamericanos. Si la demanda china disminuye, los precios de estas materias primas podrían caer, lo que afectaría los ingresos de los países productores y sus balanzas comerciales.
En el ámbito financiero, la desaceleración podría aumentar la aversión al riesgo en los mercados internacionales. Esto podría llevar a una salida de capitales de los mercados emergentes, incluidos algunos países de América Latina, lo que a su vez podría presionar sus monedas y aumentar los costos de endeudamiento.
Ya están tomando medidas para evitar una crisis
El banco central de China recortó este lunes 21 de agosto una tasa de interés clave, en un intento por revertir la creciente desaceleración poscovid en la segunda economía más grande del mundo.
La economía se ha visto arrastrada recientemente por la incertidumbre en el mercado laboral y por una economía mundial ralentizada, lo que pesa en la demanda de productos chinos. Los problemas financieros del sector inmobiliario, con varios pesos pesados del sector al borde de la bancarrota y luchando por completar proyectos, también golpea de manera importante el crecimiento.
La tasa preferencial de préstamos (LPR) a un año, que sirve como punto de referencia para los préstamos corporativos, se redujo del 3,55 % al 3,45 %, dijo el Banco Popular de China (PBoC, por sus siglas en inglés) en un comunicado. Sin embargo, la LPR a cinco años, usada para fijar el precio de las hipotecas, se mantuvo en el 4,2 %.
Observados de cerca por los mercados, ambas tasas se ubican ahora en mínimos históricos. La medida del lunes, opuesta a la tendencia de aumento de tasas en bancos centrales en todo el mundo, pretende alentar a los bancos comerciales a otorgar más préstamos a tasas más convenientes.
La ansiada recuperación poscovid, luego del fin de las restricciones sanitarias a finales de 2022, perdió impulso en los últimos meses. Las pobres cifras de las últimas semanas han aumentado la presión sobre los funcionarios para que respondan con un amplio plan de recuperación económica, aunque quienes dirigen la política económica en Pekín se muestran reacios.
La desaceleración económica pone en riesgo la meta de crecimiento fijada por las autoridades en torno al 5 % para este año. Si se logra, en todo caso, sería una de las tasas de crecimiento anual más bajas de China en décadas, sin contar el periodo pandémico.
*Con información de AFP.