HACIENDA
“Recibimos un país descuadernado en materia fiscal”: así se sacudió el ministro de Hacienda el agua sucia que le echó al Gobierno la oposición
Se acaloró el debate en la recta final. Los congresistas pusieron sobre la mesa un rosario de quejas en la plenaria de Cámara de Representantes, alrededor del Presupuesto General de la Nación 2024, que sería votado y aprobado antes del viernes 20 de octubre. El ministro respondió.
Habló duro. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ripostó una a una todas las críticas que le hicieron los parlamentarios que participaron en el debate de la oposición, realizado en plenaria de la Cámara de Representantes, en la que –literalmente– volvieron añicos el Presupuesto General de la Nación, al reclamar por las asignaciones a cada entidad, por la deuda de Colombia, por la plata destinada para el funcionamiento, por las destinaciones de recursos para las regiones y por cada uno de los sectores.
En respuesta al rosario de inquietudes que hicieron los congresistas, Bonilla se sacudió el agua sucia. Sacó a relucir responsabilidades del gobierno anterior, como el déficit que hoy existe, proveniente del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que ha llevado a un incremento gradual en el precio de la gasolina.
En términos generales, Bonilla dijo que encontraron “el país descuadernado en materia fiscal” y están tratando de ordenarlo, por lo que se anticipó a decir que el gobierno que llegue encontrará un panorama mejor.
De hecho, propició una acalorada polémica, pues hubo voces, como la de Óscar Darío Pérez, que salieron en defensa del gobierno del expresidente Iván Duque. Otros parlamentarios de la oposición se mostraron extrañados de la reacción del jefe de la cartera de las finanzas públicas, quien habló de oligopolios en la construcción y en la banca, lo que pondría un freno al sector para su evolución, pues ellos no hacen proyectos en zonas apartadas y las entidades financieras no los respaldan.
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En réplica, Pérez dijo que si bien es cierto que las constructoras no van a lugares donde no es rentable hacer un proyecto de vivienda, también lo es que la banca pública (el FNA, el Banco Agrario), no financian construcciones, porque “no son capaces”.
Deuda abultada
Durante el debate, los intervinientes de partidos de la oposición hablaron del déficit fiscal, de la abultada deuda, de la crítica situación que implica el incremento en el precio de la gasolina, de la caída histórica en el sector constructor.
En respuesta, Bonilla se refirió al voluminoso monto que están pagando en deuda, por lo que sacó a relucir que no eran circunstancias por las cuales se podía responsabilizar al actual gobierno. Argumentó que en la anterior administración se tomaron créditos que ni siquiera estaban dirigidos a la inversión, los que se usaron en gasto corriente, es decir, que “pagaron el mercado con tarjeta de crédito”, dijo el ministro.
Expresó además que el hecho de haber tenido que pagar una cifra tan descomunal, como la de 73 billones de pesos en 2023 y 95 billones de pesos en 2024, por el servicio de la deuda, obedece al hecho de que el país perdió el llamado grado de inversión, con lo cual en el exterior se le incrementaron los intereses de los préstamos que toman. “Esa pérdida del grado de inversión no fue en este gobierno”, sostuvo Bonilla.
A su turno, Pérez dijo que la pérdida del grado de inversión sí fue en el anterior gobierno, pero obedeció a conceptos de las calificadoras que no midieron los impactos de una pandemia que “no era propiciada por el Gobierno”.
Contrarreloj
El Presupuesto General 2024 está contrarreloj. Debe ser aprobado antes del viernes 20 de octubre, pues de lo contrario el presidente lo sacaría por decreto.