REFORMA TRIBUTARIA
Reforma tributaria: ¿difícil, pero necesaria?
Hasta el partido de Gobierno ha mostrado su rechazo frente a algunas de las iniciativas que se incluirían en el proyecto de ley. Esto es lo que viene.
Era de esperarse que la discusión de la reforma fiscal fuera dura, más aún teniendo en cuenta que el país está en un año preelectoral, pero lo que sorprende un poco es el rechazo que ha causado en varios de sus pilares, incluso por parte de los más fervientes seguidores del Gobierno.
Lo que preocupa más al Ministerio de Hacienda es que la reforma, que ni siquiera ha sido radicada aún en el Congreso y cuyo articulado no se conoce en su totalidad, ya ha sido rechazada por una gran parte de los sectores políticos e incluso algunos económicos.
Una de las voces en contra que encontró la reforma vino por parte de referentes del Centro Democrático, partido de Gobierno, quienes se oponen a los cambios planteados en el IVA de los alimentos, pues algunos pasarían de tener una tasa del 5 % al 19 %.
El expresidente Álvaro Uribe, líder natural del partido, fue uno de los primeros en lanzar sus críticas a través de su cuenta de Twitter. El político volvió a insistir en que la reforma debe ser moderada y consensuada con las mayorías.
Uribe considera que antes de aumentar los impuestos se debe recortar el aparato estatal. Por eso, aprovechó nuevamente para formular la idea de reducir el Congreso de la República y reformar la JEP.
Por otra parte, la senadora Paloma Valencia también tuvo reparos. Para la congresista, es fundamental que se congele el aumento de los salarios, que se reduzca el aparato estatal, que se les imponga un impuesto solidario a todos los salarios altos de los servidores públicos, que se eliminen varios puestos de trabajo de contratistas y que se quiten los gastos innecesarios.
Entre tanto, el representante Gabriel Santos, quien desde hace varios meses se ha desmarcado de algunas de las posturas de su partido, también se refirió al tema, sobre todo teniendo en cuenta que fue uno de los primeros en proponer un recorte de gastos, por ejemplo, terminando con las consejerías.
“El Gobierno prefiere poner a los colombianos más pobres a pagar más caro el café y el chocolate, que acabar con la burocracia injustificada de sus altas consejerías”, indicó.
Fue tal el impacto y la polémica causada, que el presidente de la República, Iván Duque, le ordenó este miércoles al Ministerio de Hacienda que no se amplíe al 19 % el IVA de distintos productos de la canasta familiar como el café, la sal o el azúcar.
Otros partidos políticos en contra
Era de esperarse que la oposición mostrara su inconformismo con la reforma. La Colombia Humana y el Partido Alianza Verde han mostrado, de manera frecuente, su rechazo a la iniciativa que busca incrementar los recursos de la Nación en poco más de $30 billones.
“Apoyaré a Duque en su propuesta de subir el impuesto al patrimonio, siempre que no sea a activos productivos, y rechazaré su propuesta de ponerle impuestos a la comida. El impuesto a la comida simplemente mata a la gente y a la economía”, dijo el senador Gustavo Petro en su cuenta de Twitter.
Por su parte, la representante a la Cámara por el partido Alianza Verde, Katherine Miranda, dijo que la reforma va a afectar a la clase media del país.
“El Gobierno quiere vencer a la clase media con una reforma tributaria disfrazada de buenas intenciones, invocando la solidaridad de todos, desconociendo que no todos tienen las mismas condiciones para aportar al Estado”, escribió Miranda.
En el Partido de La U, uno de los movimientos que desde el principio mostró su apoyo al gobierno del presidente Duque, también hay inconformismo con los cambios en el IVA y a la renta propuestos en la reforma.
“Nos queda un sinsabor, porque se quiere gravar productos como el chocolate, café, sal, harina de maíz y azúcar, que son consumidos a diario por las familias colombianas, lo cual afectaría a los sectores más pobres y vulnerables del país. Tampoco es justo que se cobren impuestos a la renta de personas naturales ni se afecte a los pensionados que durante tantos años ahorraron para tener una vejez digna”, dijo Dilian Francisca Toro, directora del Partido de La U.
En cuanto al Partido Conservador, que también ha apoyado al gobierno Duque, expresa su preocupación frente al gravamen a las pensiones.
“Hay temas que nos preocupan como el gravamen a las pensiones, no queremos que se graven las pensiones. Daremos una discusión y estaremos en un estudio profundo de todos los puntos”, dijo a otros medios el representante conservador Juan Carlos Wills.
El partido Cambio Radical, que ha apoyado al Gobierno en algunos proyectos de ley, también se mostró en contra de las modificaciones propuestas al IVA.
“Qué desacierto es que los huevos, el pollo y la leche pasen de régimen exento a excluido; eso es beneficiar al producto importado y aumentar el desempleo en nuestro país”, dijo a Caracol el senador Richard Aguilar, de Cambio Radical.
El rechazo generalizado de una gran parte de los sectores políticos a lo que se conoce de la reforma provocaría dificultades para que se aprueben las modificaciones propuestas por el Ministerio de Hacienda, por lo que el impacto económico final de la reforma podría verse afectado.
Ahora bien, lo que más preocupa a los analistas locales es que el no llevar a cabo una reforma estructural puede hacer que las finanzas del país se vean comprometidas, lo cual podría derivar en una pérdida del grado de inversión por parte de las calificadoras de riesgo.
¿Qué dicen desde el Ministerio de Hacienda?
A pesar de que la reforma ha mostrado más rechazo que apoyo, incluso por parte de quienes apoyan al gobierno Duque, desde el Ministerio de Hacienda confían en que se pueda llegar a un acuerdo que beneficie al país.
“Estamos en una actitud receptiva, convencidos de la apremiante necesidad que tiene el país de este proyecto de ley y conscientes de que alcanzar consensos es necesario para que sea aprobado”, dijo una fuente del ministerio.
Según la fuente, lo peor que le puede pasar al país es que no se haga la reforma, pues eso traería grandes consecuencias económicas y sociales.
“Lo peor que podría pasarle a cualquier facción política es que este proyecto se caiga. Perderíamos la oportunidad de implementar el programa social más ambicioso de la historia de Colombia, en un momento crítico para la población más necesitada ahorita. Y, en segundo lugar, quedaría la duda de cómo se va a garantizar la sostenibilidad fiscal. Colombia no lo ha vivido aún porque ha sido responsable, pero las consecuencias que sufren los países que no pagan sus deudas son inmensas”, dijo.
Se espera que la reforma sea presentada al Congreso en los próximos días.