IMPUESTOS
Reforma tributaria: ¿Quiénes son los ricos para Gustavo Petro? ¿Es usted uno de ellos?
El presidente electo ha dicho claramente quiénes son los colombianos que pagarán más impuestos en su gobierno. ¿Es usted uno de ellos?
La reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro abrochará a muchos colombianos, pero especialmente a unos: los ricos. El presidente electo siempre ha dejado claro que son ellos los que deben pagar más impuestos. Para el candidato, los más adinerados son responsables de la inequidad que se vive en el país y es por medio de los tributos que esas distancias pueden acortarse.
“El fondo es que vivimos en un país profundamente desigual, y que esa desigualdad ha sido causada por los herederos del esclavismo, que consideran que su país es su hacienda particular y que tienen un derecho hereditario y divino de usufructuarlo, sin darle espacio a la gente. Y la gente queda condenada a la miseria”, le dijo a SEMANA en una entrevista cuando era candidato.
¿Quiénes son los ricos para Gustavo Petro? El presidente electo lo ha dejado claro en varias entrevistas. Su principal objetivo es que los que más paguen sean los que más tienen.
“¿Dónde va a recaer el impuesto? No lo vamos a hacer para los asalariados, no lo vamos a hacer sobre los que comen y las que comen, es decir, sobre la población, sino sobre las cuatro mil más grandes fortunas de Colombia, y sobre esas cuatro mil personas más ricas, no sobre sus empresas productivas, sino sobre sus activos improductivos: dividendos, transferencias al extranjero, paraísos fiscales”, aseguró también cuando era candidato.
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De su paquete tributario, Petro ha dado muchas pinceladas, pero le faltan muchísimas más. Sin embargo, esos cuatro mil colombianos son claramente los principales destinatarios de las medidas más duras.
Su asesor económico Ricardo Bonilla ha sido quien ha entregado más detalles. No habrá incremento en la base de contribuyentes de renta como persona natural -ha dicho Bonilla- pero eso implica que los que no están aportando, porque su nivel de ingresos no les da, seguirán igual. Pero esas 4.000 personas más ricas (los más ricos del grupo de los ricos) que se han mencionado, van a ser de gran relevancia en materia de recaudo.
Desde la perspectiva de Bonilla, esas personas hoy tienen parte de sus activos e ingresos a nombre de empresas (de las que ellos son dueños), por lo cual no pagan el impuesto que deberían. Con la propuesta tributaria del nuevo gobierno, se pretende identificar con mayor certeza qué activos e ingresos son realmente de las personas naturales y cuáles, de sus empresas.
La tributaria es una realidad y Petro ha ambientado ya el asunto. Además, gran parte de la clase política se ha sumado al gobierno en los últimos días, con lo cual su tránsito será más sencillo de lo que se habría anticipado. La realidad es que para mover fichas necesarias y abordar las variables más desafiantes que tiene el gobierno electo de Gustavo Petro se requiere plata, y mucha.
El Estado tiene que hacerles frente al desempleo, la pobreza, el déficit, la deuda, entre otros. Por esa razón, se requiere una reforma tributaria poderosa, no solo que logre conseguir los recursos suficientes, sino que recomponga el sistema tributario en Colombia, el cual ha sido catalogado como inequitativo, según el nuevo mandatario.
La expectativa con el aumento del recaudo es más que ambiciosa y, si se honran las propuestas de campaña, estaría centrada en los más ricos y en poner a pagar impuestos a los que, teniendo ingresos suficientes, se hacen los de la vista gorda.
Durante la campaña electoral se habló de la necesidad de obtener 5,5 por ciento del PIB como monto mínimo adicional, lo que implica conseguir más de 55 billones de pesos, mientras que el máximo de ingresos obtenidos con tributarias en Colombia es de 15 billones. Luis Jorge Garay, uno de los hombres que ha venido asesorando al presidente electo y su equipo económico, realizó proyecciones aún más ambiciosas e indicó que la meta de recaudo podría llegar a los 75 billones de pesos.
¿A quién clavarán?
Las cartas están echadas. La eliminación de exenciones tributarias será la médula de la reforma. Implica “suprimir beneficios tributarios que actualmente existen en el ordenamiento tributario y que permiten que el sistema no sea progresivo. También se eliminarán tratamientos diferenciales que puedan estar beneficiando un sector de contribuyentes que probablemente ya no necesiten apoyos.
En general, se eliminará cualquier tipo de concesión en materia de impuesto de renta de personas naturales”, según análisis de Jeisson Ramírez, director de la firma de contadores Touché Asesores.
En el caso de los beneficios que sí ve necesarios el asesor económico de Petro, se ha hablado de favorecer sectores industriales como metalmecánico, textil, farmacéutico y petroquímico.
¿Qué dicen los expertos?
Para Marcela Eslava, decana de la facultad de Economía de la Universidad de los Andes, si bien dice que la reforma tributaria de Petro está bien encaminada, las cuentas con los aportes esperados de los ricos no le dan.
“Según la base de datos de inequidad mundial, el 0,1 % de mayores ingresos del país (más o menos esos 40.000 contribuyentes) gana un poco más del 6 % de los ingresos del país. Para levantar 5 % del PIB, solo poniendo a tributar el ingreso de esos contribuyentes y bajando los impuestos a las empresas, habría que someterlos a una tasa de 100 %. Es decir, es indispensable unir otras fuentes a esos ingresos”, asegura.
Por ahí pasó la cuenta de los ‘clavados’
Eliminación del Día sin IVA, porque favorece más la venta de productos importados, y fortalecimiento de las finanzas territoriales a partir del impuesto predial, lo que se logrará aproximando el avalúo catastral al comercial, son otras de las propuestas tributarias reafirmadas durante esta semana, al igual que la idea de bajar el umbral del impuesto al patrimonio, desde los 5.000 millones donde está hoy, a 1.000 millones.
La ruta para conseguir ingresos, en general, no es con incremento de impuestos, sino con identificación de los que no los pagan en relación con su poder adquisitivo. En el caso de los profesionales independientes, dueños de empresas o negocios, rentistas de capital, comerciantes, tendrán un cierre del cerco. En la actualidad no utilizan aún la factura electrónica o no facturan todo su ingreso porque manejan transacciones en efectivo, por lo que pueden llegar a no incluir la totalidad de sus rentas en la declaración de renta o, simplemente, no declaran nada.
No obstante, una cosa son las propuestas que entren al Congreso de la República y otra, lo que salga de ahí. Desde la perspectiva de Ramírez, de la firma Touché Asesores, “se ve venir una batalla jurídico-tributaria en caso de que el gobierno del presidente electo pretenda modificar exenciones o beneficios tributarios que involucran varios períodos fiscales o que por su naturaleza ya tienen una condición jurídico-tributaria inmodificable, como el caso del beneficio de auditoría”.
¿Qué tanto se logrará?
Para Ramírez, “la identificación de ingresos y activos de las personas naturales va a requerir unos esfuerzos de fiscalización significativos, porque al final esto se irá al terreno probatorio, lo que a su vez generará controversias entre los contribuyentes y la Dian, lo cual desencadenará posiblemente en litigio”.
En medio de las complejidades que puede traer la reforma tributaria de Petro, según lo destapado hasta ahora, lo que finalmente podría suceder, según los estimativos de Ramírez, es que -como siempre- sea la clase media la que continúe cargando con el peso de los impuestos.
“Las personas de ingresos medios (especialmente asalariados que trabajan para empresas formales) serán los más afectados al revisar la proporción del impuesto, en relación con el ingreso, toda vez que sus ingresos están plenamente identificados por la Dian (gracias a los mecanismos como nómina electrónica, información exógena y demás. Por tanto, serán quienes se metan la mano al bolsillo para aportar los faltantes de recaudo”, sentencia.