MACROECONOMÍA
Reporte de Riesgos de WEF muestra pesimismo sobre el futuro económico del planeta
Según el Foro Económico Mundial, el pesimismo generalizado podría crear un ciclo de desilusión, que sería difícil de revertir.
Este martes, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), reveló su informe anual sobre Riesgos Globales para 2022, que únicamente el 11 % de los encuestados pensaba que el mundo se caracterizaría por una recuperación global acelerada hacia 2024, mientras que el 89 % percibía que las perspectivas a corto plazo eran volátiles, fracturadas o cada vez más catastróficas.
De igual manera, la encuesta da muestra de que el 84 % de los encuestados expresaron sentimientos negativos sobre el futuro, es decir, estaban “preocupados”, y advierte que el pesimismo generalizado podría crear un ciclo de desilusión que hace que haya positivismo sea aún más desafiante.
Respecto al avance de la pandemia de la covid-19, la mayor parte de los encuestados notó que los riesgos sociales y ambientales han empeorado más desde que empezó, con la “erosión de la cohesión social” y las “crisis de los medios de subsistencia” ocupando los primeros lugares.
Otros riesgos identificados que han empeorado significativamente son las “crisis de la deuda”, las “fallas de ciberseguridad”, la “desigualdad digital” y la “reacción violenta contra la ciencia”.
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Así mismo, sobre la mitigación de riesgos, se supo que en 15 áreas de gobernanza diferentes hay una gran decepción con la eficacia de los esfuerzos internacionales.
“‘Facilitación del comercio’, ‘crimen internacional’ y ‘armas de destrucción masiva’ fueron calificadas como las áreas con esfuerzos más efectivos, pero solo por el 12,5 % de los encuestados en el mejor de los casos. Por el contrario, la ‘inteligencia artificial’, la ‘explotación del espacio’, los ‘ataques cibernéticos transfronterizos y la desinformación’ y la ‘migración y los refugiados’ fueron vistos por la mayoría de los encuestados como las áreas donde la mitigación internacional no ha comenzado”, dice el informe.
El Foro Económico Mundial advirtió que el desafío más serio que persiste de la pandemia es el estancamiento económico, puesto que las perspectivas macroeconómicas siguen siendo débiles, y se espera que la economía mundial sea un 2,3 % más pequeña para 2024 de lo que hubiera sido sin la pandemia.
“Los precios de las materias primas, la inflación y la deuda están aumentando tanto en el mundo desarrollado como en desarrollo. La pandemia y sus consecuencias económicas siguen sofocando la capacidad de los países para controlar el virus y facilitar una recuperación sostenible”, destacó.
Una transición agresiva y rápida aliviaría las consecuencias ambientales a largo plazo, pero podría tener impactos severos a corto plazo, como dejar sin trabajo a millones de trabajadores de la industria que generan mucho carbono o desencadenar tensiones sociales y geopolíticas.
Por el contrario, una transición más lenta pero más ordenada prolongaría la degradación ambiental, las fragilidades estructurales y las desigualdades globales. Las trayectorias divergentes entre países y sectores están creando más barreras para la colaboración y la cooperación en ambos escenarios.