Salario mínimo

Salario mínimo en Colombia: ¿cuánto ha subido en los últimos años?

Hace unos diez años, el salario mínimo en Colombia no llegaba a los 600.000 pesos.

24 de octubre de 2022
Según un estudio del Banco de la República, un aumento del salario mínimo en 1 por ciento, en términos reales, produce una pérdida de empleos de unos 46.000 empleos al año.
Según un estudio del Banco de la República, un aumento del salario mínimo en 1 por ciento, en términos reales, produce una pérdida de empleos de unos 46.000 empleos al año. | Foto: JORGE SERRATO-semana

A propósito de las conversaciones que arrancarán sobre la fijación del salario mínimo en Colombia para 2023, los negociadores deben tener en cuenta el monto mínimo que todo empleador deberá pagarles a sus trabajadores vinculados mediante un contrato, el tope del salario ordinario e integral, la base para la cotización y el pago de prestaciones sociales, seguridad social y parafiscales, entrega de dotación y acceso a auxilio de transporte.

Ingreso Solidario
La negociación del salario mínimo sobre la base de una inflación que todavía no cede. Será el primer capítulo de la discusión de la reforma laboral que se avecina el año entrante. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El año pasado el Gobierno nacional determinó luego de las negociaciones con la mesa de diálogo que el aumento para este sería dos dígitos, es decir, 10,7 %. El salario quedó en 1.000.000 de pesos, y el auxilio de transporte pasó de 106.454 pesos a 117.172 pesos.

Hace diez años, es decir en 2012, el salario mínimo era de 566.700 pesos, durante una década se ha incrementado en menos del 50 %. Lo que quiere decir que en promedio el aumento ha sido menos de 100.000 pesos, más bien aproximándose a los 50.000 pesos por año.

Pero qué pasa si se compara el salario mínimo con otros países de la región. Teniendo en cuenta a diez países, expresando las cifras en dólares estadounidenses, la principal moneda del mundo, Colombia ocupa el octavo lugar con un pago mensual de 216,6 dólares. Solamente detrás de Perú (51,23 dólares) y Venezuela (15,74 dólares), cuyo país anunció en marzo pasado un incremento salarial de 1,757 %, pasando de siete a 130 bolívares al mes.

El salario más alto lo registra Ecuador con 425 dólares, país en donde la moneda oficial es el dólar estadounidense desde el año 2000. En el segundo lugar lo ocupa Chile, pero por una mínima diferencia, pues el sueldo mínimo es 424 dólares, unos 400.000 pesos chilenos desde el primero de agosto de 2022.

Los países que completan la lista con los salarios mínimos mensuales más altos en la región son Argentina (361,26 dólares), Paraguay (358,34 dólares), Bolivia (325,85 dólares), México (262,65 dólares) y Brasil (228,98 dólares).

Colombia es de los pocos países de la región que fija un solo incremento del salario mínimo a partir de enero de cada año, pues algunos lo hacen a partir del mes de mayo o, incluso, decretan aumentos varias veces en un solo año, como es el caso de Argentina.

El aumento del salario mínimo no puede ser menor a la inflación del año anterior, a lo que se suma la productividad, en un 2022 caracterizado por el buen comportamiento de la economía. | Foto: Pilar Mejía

El viceministro técnico de Hacienda, Diego Guevara, manifestó hace unos días que el salario mínimo para 2023 debería subir entre el 11 y 15 % (entre 1.110.000 y 1.150.000 pesos), mientras que Corficolombiana considera que el incremento no debería ir más allá de 15 %, teniendo en cuenta que la inflación ya está en 11,44 % anual.

El costo de vida que pagan los colombianos, es decir, la inflación, es un factor determinante en la fijación del salario mínimo, este parámetro debe ser tenido en cuenta. La norma en Colombia determinó que el salario mínimo en Colombia no puede aumentar por debajo del porcentaje de inflación del año anterior.

En la negociación también debe ser tenido en cuenta el Producto Interno Bruto. “Son varios los factores que hay que analizar en la mesa: los factores de productividad, desde luego, los factores inflacionarios; pero también la pérdida de valor adquisitivo de los salarios y otras condiciones que son complementarias al mismo salario que tienen que ver con medidas extras, por ejemplo, como de pronto pensar, digo yo, en una congelación de la canasta básica”, dijo en días pasados la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez.