Macroeconomía

Salario mínimo vs. inflación, explicado con un yogur: ¿cuánto poder adquisitivo han perdido los colombianos en 2022?

El salario mínimo quedó en $ 1.160.000, pero alcanzará para menos artículos cada vez.

16 de diciembre de 2022
El precio de algunos alimentos en Colombia podría verse afectado por una huelga en Bolivia, país que prohibió exportar seis productos esenciales
El precio de algunos alimentos en Colombia se verá afectado. | Foto: Getty Images / Kinga Krzeminska

En las últimas horas se conoció el aumento del salario mínimo, que, según afirmó el presidente Gustavo Petro y los diferentes representantes de los sectores productivos en el país como Fenalco, Andi, SAC, Acopi y Asobancaria, es del 16 %, es decir que queda en $ 1.160.000 para el año 2023.

El aumento se ha encontrado con varias reacciones entre los ciudadanos, sobre todo porque con la inflación, que es un fenómeno económico latente en centenares de países alrededor del globo, afectando directamente no solamente los precios, sino el poder adquisitivo, es decir, la capacidad de poder comprar, el SMLV alcanzará para menos artículos cada vez.

Ello significa que un producto sigue siendo igual, o sea, mantiene las mismas características: mismos ingredientes, tamaño, empaque, todo igual; pero con el paso del tiempo, se encarece, ya que producirlo, transportarlo y llevarlo a la mano del consumidor final es más costoso, independientemente del alza normal en los precios que ocurre cada año.

En ese sentido, es posible encontrar que productos, que siempre han hecho parte de las compras de los colombianos, se encarezcan más de lo esperado.

Es así como, en las redes sociales, hay quienes han explicado con ejemplos gráficos lo que sucede con el incremento del salario mínimo legal vigente, la inflación, y las alzas en los precios de los productos (sean de la canasta básica familiar o no).

De esta forma, una de las explicaciones que ha circulado más es la del afamado BonYurt (yogur con cereal), en la que el economista identificado como @cristhianmpv, en Twitter, comparó el precio del producto en 2017 y en 2022, además del aumento en el (SMLV).

Precio del BonYurt en 2017: $ 1.500, (SMLV) $ 737.717, con el salario mínimo te alcanzaba para comprar 491″ unidades; en 2022 el precio es de “$ 3.500 y el salario es de $ 1.000.000, con el SMLV alcanza para comprar 285″ unidades, informa la imagen.

Además, el docente agregó a su trino: “Cuando te prometen alzas nominales a costa de más inflación. Al final de la historia terminamos perdiendo”.

Y es que esos cambios es posible evidenciarlos en todos los productos, tanto los que se consumen diariamente como leche, pan, huevos, arroz, papa, fríjoles, lentejas, aceite, y demás alimentos. Incluso, otro ejemplo claro del asunto es el precio del pan, que hoy en día en las tiendas de barrio se consigue en $ 500, cuando años atrás costaba $ 200, $ 250 y $ 300, pero rápidamente el precio aumentó hasta llegar al mencionado.

Es decir, con $ 5.000 pesos se podían comprar 25 panes a $ 200; a $ 300 alcanzaba para llevar 16 panes y ahora con ese mismo dinero solamente se pueden llevar 10 panes.

Básicamente, lo que ocurre con la inflación es que el mismo producto cuesta más y, por ende, se pueden comprar menos cosas con el mismo dinero con el que antes se conseguían muchos más productos.

El salario mínimo legal vigente quedó así

El salario mínimo crecerá un 16 %, quedando en $ 1.160.000, más el auxilio de transporte aumenta 20 %, llegando a $ 140.000, como dio a conocer el presidente Gustavo Petro.

Según el primer mandatario, “este total de $ 1.300.000 es la concertación a la que se ha llegado entre empresarios, trabajadores y el Gobierno nacional, la respalda sobre el salario mínimo en Colombia y espero que este incremento recupere el poder de compra que se ha perdido en los últimos meses en virtud de la inflación”.

Sin embargo, muchas personas se preguntan: ¿si se gana más del salario mínimo, se tiene derecho a ese incremento?

Al respecto, Raúl Ávila, profesor de economía de la Universidad Nacional, declaró a SEMANA que “la pérdida de poder adquisitivo afecta a todos los ciudadanos, independiente de que ganen igual o más de un salario mínimo”, y, por ende, “sí debería subirse en efecto al mismo ritmo de crecimiento del salario mínimo”.