Macroeconomía
Standard and Poor’s mantuvo la nota crediticia de Colombia en ‘BB+/B’
No obstante, hizo varias advertencias frente a posibles cambios en esta calificación.
La agencia calificadora de riesgo en servicios financieros Standard and Poor’s (S&P) dio a conocer esta semana su más reciente reporte de nota crediticia para Colombia, según el cual el país se mantiene como un destino de inversión no especulativa, luego de que se ratificara en el rango estable, impulsado por el buen momento económico que vivió a lo largo del 2022.
S&P Global Ratings afirmó sus calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda extranjera de ‘BB+’ y en moneda local de ‘BBB-’ de Colombia. Así mismo, la perspectiva de sus calificaciones de largo plazo se mantiene estable. También presentaron las calificaciones de corto plazo en moneda extranjera de ‘B’ y de corto plazo en moneda local de ‘A-3′.
Según explicó en los comentarios posteriores a la presentación de esta nota, la perspectiva estable se sustenta en la expectativa de que el ajuste fiscal y el crecimiento económico continuo durante los próximos dos o tres años estabilizarán el gobierno general neto justo por debajo del 60 % del PIB y reducirán los recientes grandes déficits en cuenta corriente (CAD).
“Esperamos una amplia continuidad en las políticas fiscales, monetarias y económicas a favor del crecimiento a medida que la administración del presidente Gustavo Petro implemente sus ambiciosas reformas sociales”, resaltó esta calificadora, haciendo referencia a las reformas pensional, laboral y de la salud que se alistan desde el Gobierno Nacional para presentar al Congreso este año.
Tendencias
Si bien esta calificación es buena y mantiene el grado de confianza inversionista alcanzado hasta el momento por el país, Standard and Poor’s sostuvo que este podría bajar durante los próximos dos años si el crecimiento económico está por debajo de sus expectativas.
“Esto podría indicar una menor resiliencia económica o una confianza de los inversionistas más débil que afecta la inversión privada. También podríamos bajar la calificación si un desvío fiscal inesperado contribuye a una mayor carga de deuda soberana o si los CAD persistentemente grandes empeoran su perfil externo ya débil”, explicó.
No obstante, resaltó que “podríamos mejorar la calificación de Colombia durante los próximos 12 a 24 meses si el crecimiento económico es consistente y significativamente más rápido de lo esperado, junto con medidas de política que mejoren el perfil financiero del soberano”.
Sobre las medidas en particular, explicó que todo consiste en apuntar a tener un sector exportador más grande y diverso, que ayude a reducir la vulnerabilidad externa y fortalecer la resiliencia económica. “Esto, junto con déficits fiscales más pequeños que fortalecen las finanzas públicas al contener el crecimiento anual de la carga de la deuda del gobierno general, podría conducir a una mejora”.
“Nuestras calificaciones de Colombia se basan en su democracia estable y sus instituciones políticas, que han sostenido políticas económicas predecibles durante muchos años, a pesar de varios shocks económicos. También incorporan la flexibilidad de la política monetaria basada en metas de inflación y un tipo de cambio flexible, que siguen siendo amortiguadores económicos clave contra los shocks externos. Nuestras calificaciones están restringidas por un perfil externo débil, que refleja una deuda externa alta y términos de intercambio volátiles, y por la limitada flexibilidad fiscal del soberano”, dijo S&P en su comentario.
Respecto a lo que se viene de cara al futuro, esta agencia inició destacando que la economía colombiana se recuperó rápidamente de la pandemia, con un crecimiento del PIB de alrededor del 8 % en 2022, ayudado por la eliminación de las restricciones por la pandemia, precios de exportación favorables para el petróleo y la minería, y una política fiscal activa.
“Es probable que el crecimiento caiga hacia el 1 % en 2023, en gran parte debido a las tasas de interés más altas y, quizás, a los precios más bajos del petróleo. Esperamos que el crecimiento regrese a la tasa tendencial de Colombia de poco más del 3 % en los próximos dos años”, agregó.
Por último, la agencia estadounidense recordó que Colombia todavía está expuesta a flagelos como el cambio climático y que su economía es altamente dependiente del petróleo, por lo que pidió acelerar el proceso de transición energética para cambiar las matrices generadoras de riqueza en el país. Así mismo, recordó que no se puede bajar la guardia contra la inflación.
“El banco central continúa adhiriéndose a su política de larga data de fijar un objetivo de inflación y dejar que la moneda flote libremente. La inflación superó el 10 % en 2022 y probablemente caerá por debajo del 7 % en 2023, por encima del objetivo del banco de 3 % más/menos 1%. Es probable que la inflación oscile entre el 3 % y el 4 % en 2024. El endurecimiento reciente de la política monetaria ha ayudado a mantener las expectativas de inflación a largo plazo ancladas en gran medida dentro del rango objetivo del banco central”, concluye este análisis.