SALARIO MÍNIMO
Subir el salario mínimo no tumba empleos, según premio nobel de economía
La teoría que utiliza la mayor parte de economistas fue rebatida por uno de los galardonados por su investigación en el mercado laboral. En Colombia empieza ya la negociación para definir el incremento del salario.
En abril de 1992, en la ciudad de Nueva Jersey (Estados Unidos), los trabajadores de Burger King, KFC, Wendy’s y Roy Rogers fueron parte del experimento con el cual, 29 años después (en 2021), fue galardonado con el Premio Nobel de Economía, el economista canadiense David Card, por demostrar que el incremento del salario mínimo no contribuye a la reducción de empleos, como plantean los economistas en general.
Nada más oportuno que la investigación de Card, quien trabajó de la mano con Alan Krueguer (ya fallecido), para demostrar lo que ahora se retoma (con el otorgamiento del Nobel), después de casi 3 décadas de haberse posicionado una idea contraria. Claro está, la resistencia al tema siempre estará vigente, como lo señalan los comentarios surgidos en las redes sociales.
Increíble la ligereza de Juan Camilo.
— Martin Jaramillo L (@Tinojaramillo) October 11, 2021
Card no dice que el salario mínimo no afecta el empleo, sino que no lo afectó* de manera significativa en el 92 en una industria específica (restaurantes de comida rápida) y en una parte muy específica de USA (en uno de los 52 estados). https://t.co/ncE7jr2EqE
En Colombia estamos ad portas de iniciar la negociación sobre el incremento del salario mínimo, decisión que se toma en un comité tripartito, del que hacen parte los empleadores, los sindicatos y el Gobierno nacional.
En nuestro país existe una fórmula para establecer el incremento del salario mínimo, el cual, no obstante, lleva varios años que no se hace por acuerdo, sino por decreto unilateral del Gobierno.
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Por eso, el tema de uno de los premios nobel de economía cae como anillo al dedo.
¿Qué dice la teoría del nobel?
La investigación de Card y Krueger es todo un desafío para la idea que ha posicionado la economía en los últimos años. Los galardonados demostraron que los aumentos en el mínimo salarial “no tienen por qué conducir necesariamente a la destrucción de empleo”.
¿Cómo lo hicieron? En 1993, en Nueva Jersey (NJ), se estableció un incremento salarial, de 4,25 dólares por hora a 5,05 dólares. De inmediato, los investigadores acudieron a la metodología del ‘experimento natural’ y se fueron a la realidad, luego de lo cual, terminaron por demostrar que, en efecto, al comparar los niveles de empleo en restaurantes de comida rápida de Nueva Jersey y Pensilvania, antes y después del aumento del salario mínimo que se produjo en NJ, el resultado era sorprendente. En Nueva Jersey no solo dicho aumento no impactó negativamente la generación de empleo, sino que causó el efecto contrario.
Por supuesto, el estudio del que hoy es el premio nobel de economía no fue ampliamente aceptado.
De hecho, aún en los tiempos actuales, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha estado en el ojo del huracán, porque propuso aumentar el salario mínimo federal a 15 dólares la hora, en un momento en que las personas necesitaban tener dinero en el bolsillo para ayudar, con su capacidad de consumo, a mover la economía.
Además, está también en la mitad el tema de la necesidad de redistribuir las riquezas, por lo tanto, el incremento salarial, en particular para el que gana el mínimo, termina siendo un círculo virtuoso: crece la economía y los empleadores -con un aumento de la productividad- demandan más mano de obra. Este es justamente el argumento que siempre sacan los sindicatos colombianos a la hora de negociar el incremento.
No obstante, el tema nunca generará consensos. Inclusive, hay analistas que sustentan que la resistencia es más un tema de los economistas y no de los empresarios, que cada vez más, se suman a los filántropos que abogan por redistribuir las ganancias con los que les ayudan a generar sus riquezas.