AGRICULTURA
Susto en el agro: precios de los insumos están por las nubes
El Gobierno también está preocupado y está convocando a toda la cadena agrícola para buscar soluciones. ¿Qué está pasando?
La urea, el maíz, la pasta de soya y otros productos son fundamentales para el desarrollo de las actividades agrícolas, ganaderas, avícolas y porcícolas. Con esos insumos o se alimentan los animales para engorde o se cuidan los cultivos para que den mejores cosechas.
Pero en los últimos meses, los precios de esta lista están disparados. Solo en lo corrido del año, el precio del maíz en la bolsa de Chicago pasó de 190 a casi 220 dólares la tonelada. La urea por su parte, utilizada para fertilizantes, empezó 2021 con un precio FOB de 250 dólares por tonelada. A finales de enero ya iba en 360 dólares.
“En mayo o junio de 2020 el precio de la urea estuvo en 200 dólares”, recuerda Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia.
El resultado: el precio para los productores agricultores se disparó y eso pone a mordiscos su actividad.
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Esto ha encendido las alarmas de todos. Inclusive, el viceministro de Asuntos Agropecuarios, Juan Gonzalo Botero, inició el debate a mediados de febrero, cuando en sus redes sociales expresó su preocupación por la situación.
Botero tiene el diagnóstico bien claro: la mezcla de mayor demanda mundial, aumento en los precios del crudo, incremento en los fletes y las particularidades del esquema de distribución en Colombia explican el fenómeno.
Es increíble el aumento en precios de insumos, agro químicos y droga veterinaria! Más del 30%! Mi llamado es a la sensatez a almacenes y casas matrices! No matemos el campo colombiano! Los precios deben volver a niveles razonables de inmediato!
— Juan G Botero ♿ (@juangobotero) February 13, 2021
Según Bedoya, presidente de la SAC, el asunto se vuelve más crítico si se tiene en cuenta que para muchos productores los costos de estos insumos pueden representar 25, 30 y hasta 40 por ciento del costo total.
El viceministro Botero aseguró que “el alto costo de las materias primas en Estados Unidos como maíz y torta de soya se explica por las grandes compras de maíz que viene haciendo China para su consumo interno en la elaboración de concentrados. Los fletes han aumentado tres y cuatro veces; eso afecta, porque gran parte de nuestros insumos agropecuarios son importados. Nos preocupa la distribución y la situación que se puede generar al nivel de los almacenes agropecuarios en los municipios”.
En cuanto a la distribución, el funcionario se refiere a que en el país hay una estructura bastante particular de distribución, porque a menudos hay tres o cuatro actores comerciales desde que el producto llega al mayorista, hasta que queda en manos del usuario agricultor.
“Si bien las casas matrices y los distribuidores tienen estándares para definir sus aumentos y estos van desde 8 a 12 por ciento, lo intrincado de la red de distribución en Colombia implica que cuando llega al almacén también tiene aumento. Así, la situación se vuelve crítica”, explicó el viceministro Botero.
En ese mismo sentido se pronunció Bedoya y señaló que la salida sería establecer mecanismos de asociatividad para lograr agregar demanda y con ello los agricultores podrían negociar mejor las condiciones de precios.
La pregunta que queda en el aire es cuál es la salida. La verdad es que además de buscar reducir algunos puntos el margen de precio en el proceso de distribución interna no hay demasiadas soluciones. El mercado de los insumos agrícolas tiene libertad vigilada y en ese orden de ideas, solo hay herramientas para enfrentar fenómenos especulativos o de abuso de posición dominante.
Aún así, el gobierno está convocando a una mesa de diálogo entre los distintos actores de la cadena. Según el viceministro Botero, esta deberá quedar instalada la semana del 8 de marzo.
“Esa Mesa Permanente de Insumos contará con la participación de todos los actores de la cadena: productores, distribuidores, casas matrices y gobierno. Con esa mesa se espera generar los estudios de caso específicos en varios factores, realizar seguimiento a los precios y llegar a un acuerdo de cadena que nos permita tener una satisfacción a todos los niveles”, explicó el funcionario.
Uno de los temas de preocupación del gobierno es que haya fenómenos especulativos al nivel de los almacenes municipales. “Me preocupa la última milla en el almacén de pueblo, del municipio o de la vereda donde puede haber algún tipo de especulación”, dijo. Ese será otro tema que tendrán las autoridades en la mira.