Macroeconomía
Tasas de interés y otras amenazas que se vienen para la economía colombiana
El costo de vida sigue siendo una preocupación para el Banco de la República.
El Banco de la República emitió esta semana su más reciente versión del Informe de Política Monetaria en el que advierte sobre las posibles amenazas que podrían afectar la economía colombiana en el corto y mediano plazo. Uno de los aspectos destacados es el aumento de las tasas de interés, que podría tener un impacto significativo en el Producto Interno Bruto (PIB) del país.
El Emisor, como entidad encargada de la política monetaria, manifestó que es consciente de la importancia de mantener un equilibrio entre el control de la inflación y el fomento del crecimiento económico sostenible. Por tanto, toma en cuenta diversos factores para establecer las tasas de interés de manera que se promueva el desarrollo económico del país.
En otro orden de ideas, el informe del Banco de la República también ha señalado que la inflación en Colombia ha experimentado una disminución en el segundo trimestre de 2023. Se espera que esta tendencia a la baja continúe en los próximos trimestres y que se acerque a la meta establecida del 3 % a finales de 2024.
Este descenso de la inflación se ha atribuido a varios factores, entre ellos, menores incrementos en los precios de los alimentos debido a una buena oferta agrícola local y reducciones en los precios internacionales de los alimentos importados. Además, se ha observado una caída en la tasa de cambio y en los costos de transporte, lo que ha contribuido a reducir las presiones al alza en los precios de los bienes, principalmente los importados.
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Por otro lado, se ha destacado que la inflación se ha visto afectada por el comportamiento de los precios de algunos servicios y los incrementos en el precio de la gasolina, lo que ha limitado una reducción mayor de la inflación.
El Banco de la República proyecta un crecimiento de la economía del 0,9 % para 2023 y del 1 % para 2024. Sin embargo, esta proyección está sujeta a una fuerte incertidumbre debido a factores externos como tensiones políticas globales y efectos de la política monetaria en otros países, así como por factores internos como el impacto de reformas y la respuesta del gasto de firmas y hogares a las actuales condiciones de financiamiento.
En todo esto no hay que olvidar que el Emisor ha mantenido su tasa de interés inalterada en 13,25 % en las reuniones de junio y julio de 2023, con el objetivo de llevar la inflación a la meta del 3 % a finales de 2024. La entidad resaltó que continuará monitoreando la economía y sus principales riesgos para tomar decisiones que beneficien al país.
El temor frente a las tasas de interés
Entre las principales razones que explican el impacto del aumento de las tasas de interés en el PIB se encuentra el costo del crédito. Cuando las tasas de interés suben, los costos de endeudamiento también se incrementan para empresas y consumidores. Esto podría desincentivar la inversión y el gasto, lo que a su vez podría conducir a una desaceleración en el crecimiento económico y afectar al PIB.
Además, el aumento de las tasas de interés puede afectar el consumo y el ahorro. Los préstamos para el consumo, como créditos personales o tarjetas de crédito, se volverían más costosos, lo que podría reducir el consumo. Al mismo tiempo, los ahorradores podrían optar por destinar más recursos a instrumentos de ahorro de corto plazo con tasas de interés más altas, en lugar de gastar o invertir en la economía, lo que afectaría negativamente el crecimiento.
Otra área de la economía que podría verse afectada es la inversión empresarial. Las tasas de interés más altas podrían desincentivar la inversión al hacer que los proyectos sean menos rentables para las empresas. Esto podría llevar a que las empresas retrasen o reduzcan sus planes de inversión, lo que a su vez impactaría el crecimiento económico y el desarrollo de nuevas actividades productivas.
El tipo de cambio también podría ser afectado por el aumento de las tasas de interés. Un incremento en las tasas de interés podría llevar a una apreciación de la moneda local frente a otras monedas, lo que afectaría negativamente las exportaciones al encarecer los productos nacionales en los mercados internacionales. Una disminución en las exportaciones tendría un impacto negativo en la actividad económica y podría reducir el PIB.
El crecimiento del crédito es otro aspecto que podría moderarse con tasas de interés más altas. Un crecimiento más lento del crédito podría afectar la demanda agregada y la inversión en la economía, lo que tendría un efecto en el crecimiento económico.
Con esto queda claro que si bien las cosas avanzan por buen camino, todavía no es momento para bajar la guardia, puesto que las amenazas siguen vigentes y el fantasma de la desaceleración económica para el segundo semestre de este año aún no se aleja como desean los analistas y expertos, que ahora ponen su atención en el dato de inflación para el mes de julio que está por conocerse.