Salud
Tercer pico de la pandemia: ¿viene otro golpe económico?
Empresarios y analistas encendieron las alarmas ante el resurgimiento de medidas restrictivas que en el último año marchitaron la producción sin lograr un notable impacto positivo en la salud. ¿Qué hacer?
El aumento de los contagios y muertes por covid-19 en los últimos días volvió a generar alarma en la salud y la economía del país. De un promedio de 3.500 casos por día registrados hasta mediados de marzo, esta semana se reportaron cifras superiores a 7.500 contagios. Las muertes, que habían caído por debajo de 100 diarias, sobrepasaron de nuevo ese fatídico número.
Los epidemiólogos y el personal de la salud temen que el país esté a las puertas de un tercer pico de contagios. Y que la Semana Santa se convierta en un detonante de nuevos casos si los colombianos –especialmente los más jóvenes– abandonan las medidas de autocuidado.
El fantasma de las duras restricciones a la movilidad y los cierres generalizados de ciudades, que se convirtieron en la pesadilla de la economía y propiciaron una caída de 6,8 por ciento en el PIB de 2020, reaparece.
Por eso, empresarios, gremios y analistas económicos alertan sobre la inconveniencia de adoptar de nuevo estrictas medidas que no sirvieron para una efectiva reducción de contagios –si se comparan con otras ciudades con menos restricciones o con cifras internacionales–, pero acabaron con millones de empleos y provocaron una seria amenaza al sector productivo.
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¿Qué lecciones aprendidas en los dos picos de pandemia y en el manejo de la salud y la economía le quedan al país? Bruce Mac Master, presidente de la Andi, Mauricio Santa María, presidente del centro de pensamiento económico Anif, y Juan Carlos Pinzón, presidente de ProBogotá, la fundación sin ánimo de lucro para el progreso de la región capital, compartieron sus opiniones ante un eventual tercer pico y su impacto. Los tres son analistas, con amplia trayectoria y han seguido de cerca la evolución de las medidas para enfrentar la covid-19. Estas son sus sugerencias.
Trabajar en la cultura
El incremento en contagios de los últimos días es una realidad que provoca preocupación desde el punto de vista de la salud y la economía, reconoce Mac Master. Pero, asegura, está demostrado que los cierres estrictos no necesariamente redujeron los contagios cuando se comparan con cifras internacionales o con otras ciudades donde no fueron tan duros. Y sí han afectado gravemente a la economía. “Quizás, la única forma de sobrevivir a esta y otras pandemias es lograr que haya más medidas de autocuidado y una cultura ciudadana suficientemente fuertes”, dice.
Por eso, cree que los Gobiernos locales juegan un papel fundamental para tomar las medidas acertadas. No tiene mucho sentido pasar de la apertura total al cierre total, y estar moviéndose como un péndulo mientras se sacrifica la economía, dice Mac Master. Y, entretanto, está en juego el crecimiento del país, que este año dependerá de un retorno a la normalidad del sector productivo, del autocuidado de los ciudadanos y de una aceleración en los procesos de vacunación.
La vacuna es el principal instrumento a disposición de la humanidad para recuperar la salud, volver poco a poco a la normalidad y lograr, en la medida de las posibilidades, que la economía retome su rumbo, asegura el presidente del mayor gremio empresarial del país. Por ende, opina que el proceso de vacunación será clave si el país quiere volver a crecer a tasas de 5 por ciento.
Ojo con las restricciones
Quizás uno de los mayores críticos de las medidas draconianas adoptadas en algunas ciudades es el presidente de la Anif, Mauricio Santa María. Para este economista, algunos mandatarios han tomado medidas excesivas, causando incertidumbre innecesaria y un costoso desgaste en la población y la economía. Por tanto, recomienda mantener la confianza alta, que “no solo es importante en la economía, sino también en la salud pública”, dice. Un buen ejemplo del impacto nefasto de los cierres excesivos de enero pasado fue el aumento del desempleo. Este se trepó a 17,3 por ciento a nivel nacional ese mes, y provocó una pérdida de ingresos laborales que la Anif calculó en 1,73 billones de pesos. Un drama para los hogares que vieron reducir sus ingresos.
Bogotá, con medidas muy estrictas, fue también muy golpeada: respondió en enero por 51 por ciento de la caída total de ocupados entre las 13 principales ciudades del país. “Eso, pese a que la capital solo es responsable del 38 por ciento del empleo”, dice Santa María. Paradójicamente, la curva de contagios en Bogotá fue similar a la de otras ciudades, y las cifras de mortalidad no mostraron grandes mejoras. Esto confirma que las medidas restrictivas son un obstáculo grave para la recuperación económica y que el país debe acabar con los cierres estrictos, pues “no hay economía ni sociedad que soporte tanta arbitrariedad”, dice.
¿Qué hacer entonces? Facilitar el aislamiento focalizado de población vulnerable y sintomática, incluso ante sospecha, protegiendo el ingreso a través de los programas de transferencias. “Las cuarentenas generalizadas no son efectivas, porque, además, pueden aumentar el riesgo de contagios dentro de los hogares, a la vez que afecta más a los hogares pobres y con mayor número de miembros”, asegura. También cree que acelerar la vacunación será clave. Pero piensa que el ritmo debe alcanzar una cifra estable de 150.000 dosis diarias.
Conociendo los enormes costos en materia económica de los cierres estrictos, estos deben evitarse. Si no se implementan nuevos cierres en la mayoría de los centros urbanos, considera que el sector productivo volvería a operar acercándose cada vez más a los niveles de antes de la pandemia.
Acelerar la vacunación
La llegada del tercer pico al país es inminente. Por eso, el presidente de ProBogotá, Juan Carlos Pinzón, cree que no hay mejor evidencia para acelerar el Plan de Vacunación “con el fin de obtener resultados epidemiológicos visibles”. Eso sí, reconoce que el autocuidado es la herramienta para desacelerar los contagios.
Aunque estima que la Semana Santa será uno de los mayores retos en prevención por las actividades turísticas y religiosas, piensa que, con medidas de autocuidado y un control en los contagios, la recuperación de las expectativas de consumo podría ser tan rápida como la que hubo entre enero y febrero.
“En este sentido, se puede pensar que con medidas de contención inteligente, que no impliquen una restricción agresiva a la movilidad, pueden matizar el impacto de un tercer pico en abril sobre las proyecciones de crecimiento en el resto del año”, asegura el exministro.
Entre sus recomendaciones, evitar decisiones restrictivas como el pico y cédula, que reducen aforos sin tener en cuenta la superficie disponible, ni aplicar medidas de carácter nacional ni regional indiscriminadas. “Al comparar los días de cuarentena estricta en algunas ciudades con otras que no tomaron esas medidas, no se evidencian diferencias significativas en el número de días en los que se logran estabilizar los contagios”, asegura.
Entonces, cree que la mayor urgencia está en la vacunación, y recomienda agilizar la legislación que permita a privados adquirir vacunas, aprovechando a gremios, asociaciones y Cámaras de Comercio para que juntos unan esfuerzos a fin de comprar la mayor cantidad de dosis cuanto antes.
A un año de la llegada de la pandemia a Colombia, ya hay suficiente información para tomar las disposiciones adecuadas. Y a las puertas del tercer pico, el país espera que no se repitan los errores del pasado, adoptando decisiones costosas en lo económico y sin resultados en la salud.
Cifras que alarman
El aumento en los contagios tiene en alerta a los analistas económicos por posibles restricciones. ¿Cuál es su impacto?
17,3 % fue el desempleo en enero, según el Dane, cuando las restricciones por el segundo pico de la pandemia aumentaron y frenaron el nivel de ocupación.
1,73 billones de pesos en ingresos laborales perdieron los hogares del país por las restricciones de enero, según la Anif.
68 % de la generación de valor agregado en la economía lo aportan los servicios y el comercio, sectores que también son los más afectados por las restricciones a la movilidad.
0,7 % cayó el consumo de las familias en enero a raíz de las restricciones por el segundo pico. Eso generó una enorme contracción del gasto, según ProBogotá.
15 municipios con altos contagios identificó hace una semana el Ministerio de Salud. Allí empezaron restricciones como pico y cédula y toques de queda.