Energía
Transición energética 2023: la Federación Nacional de Biocombustibles se une a la discusión para construir la hoja de ruta, ¿cuáles serán los puntos a concertar?
A 2030, el bioetanol y el biodiésel contribuirán a reducir en 12 % las emisiones de CO2 del sector transporte terrestre en el país.
El Gobierno nacional presentará durante el primer semestre de 2023 la hoja de ruta de la transición energética que recorrerá el país en los próximos años. Según el Gobierno, que se ha manifestado en diferentes oportunidades, este será un proceso que se llevará a cabo con gradualidad, intensificación del conocimiento y diálogo abierto con los actores involucrados.
“Los biocombustibles son la alternativa de más rápida implementación que tiene el país para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles y la reducción de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que estos producen. El camino para lograr este objetivo de Gobierno ya está abonado, dado que el sector cuenta con una capacidad instalada en el país que equivale a descubrir un campo de 420 millones de barriles de petróleo producibles cada 20 años, aportando así a la seguridad energética”, indicó Jorge Bendeck, presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia.
En relación a la meta de reforestación que tiene el Gobierno, el 62 % de la capacidad instalada de los biocombustibles está dentro del acuerdo de cero deforestación. El sector palmero ha sembrado cerca de 100 millones de palmas, en lo que se puede decir es el proyecto reforestador más ambicioso del país.
Se ha generado un ahorro al país por 34.682 millones de pesos en proyectos forestales, ya que los cultivos destinados a esta actividad son una gran red de mitigación de CO2 que colabora con los ecosistemas circundantes. Por otro lado, en el último año se dejaron de emitir 2,8 millones de toneladas de CO2, unas cifras que se traducen en sembrar anualmente 167 mil hectáreas de árboles.
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Según cálculos de la Federación Nacional de Biocombustibles, a 2030 el Bioetanol, producido a partir de la caña de azúcar y el Biodiésel, de aceite de palma, podrían ayudar a reducir en 4,3 millones de toneladas el dióxido de carbono (CO2) emitido al ambiente, lo que significaría un aporte fundamental para el cumplimiento de la meta de reducción del 51 % de las emisiones del país para ese año.
Uno de los objetivos de los diálogos regionales vinculantes para la transición energética es establecer los lineamientos y los mecanismos requeridos desde el sector energético para cumplir los compromisos internacionales del país para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En este escenario los nuevos biocombustibles entran a representar un rol fundamental en la descarbonización de la economía, los combustibles sostenibles de aviación (SAF) son la principal estrategia con la que cuentan las aerolíneas para reducir sus emisiones de gases efecto invernadero y cumplir sus ambiciosas metas a 2050.
Por otro lado, el diésel renovable se está abriendo paso como nuevo biocombustible para el sector transporte carretero, este energético renovable es un “Drop In Fuel”, de alta eficiencia, con el cual se contribuye de manera inmediata a reducir las emisiones de CO2 y material particulado.
Los Biocombustibles continuarán siendo un activo importante en el cronograma planteado para llevar a cabo la transición energética del país. En esa línea el sector se presenta como un actor destacado dado que puede llegar a crear 49 mil empleos adicionales en los próximos 12 años, contribuyendo al crecimiento económico de Colombia.
El Gobierno nacional, a través de los Ministerio de Minas y Energía y Transporte, impulsarán el desarrollo y uso de los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), con el fin de contribuir a la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero del sector transporte.