ELECCIONES
¿Usted votaría por un economista para Presidente?
Ya se mueve el sonajero de candidatos para 2022 y entre los que más se mencionan, por ahora, hay varios expertos en temas económicos y de manejo de crisis. ¿Les volverá a sonar la flauta a los economistas?
En materia económica, la historia de Colombia muestra una situación reiterada y cíclica: cada tanto tiempo aparecen personas con éxito en la política que llegan a la Presidencia de la República, pero que antes han tenido un recorrido administrando asuntos claves de la economía.
Los casos recientes son los de los expresidentes César Gaviria y Juan Manuel Santos, que fueron ministros de Hacienda previamente a tomar las riendas del Estado. Gaviria dirigió las finanzas públicas durante el Gobierno del presidente Virgilio Barco; a Santos le correspondió esa responsabilidad con Andrés Pastrana Arango.
Al mirar más atrás en la historia, el lector desprevenido se encuentra con los casos de los expresidentes Carlos Lleras Restrepo, Roberto Urdaneta y Miguel Abadía Méndez, quienes tuvieron un rol destacado como ministros de Hacienda. Luego pasaron a manejar los destinos de la Nación en el siglo XX.
Se destacan también en el siglo XIX Rafael Núñez y Manuel Murillo Toro, dos famosos administradores de la hacienda pública que después fueron mandatarios nacionales. Misael Pastrana y Virgilio Barco, por su lado, tuvieron conatos en el Ministerio de Hacienda.
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Asimismo se pueden mencionar célebres exministros de Hacienda que compitieron en la carrera presidencial, como Óscar Iván Zuluaga, que estuvo cabeza a cabeza en el proceso que finalmente llevó a la reelección de Juan Manuel Santos. Ni qué decir de los que han estado varias veces en el sonajero para la primera magistratura. Es el caso de Juan Camilo Restrepo, un conservador por el que más de uno habría votado y que siempre estuvo en el partidor de los precandidatos.
Así que no estamos hablando de un fenómeno aislado. Varios ministros de Hacienda pasaron a ocupar la presidencia luego de haber manejado crisis económicas o choques fiscales y externos duros.
Por eso, no debe sorprender que diversas personas que han destacado en temas económicos empiecen a sonar como presidenciables de los distintos partidos.
Figuras como Mauricio Cárdenas, Juan Carlos Echeverry, Alejandro Gaviria, Juan Carlos Pinzón y Marta Lucía Ramírez coinciden en que han estado, o bien al frente del ministerio de la economía, o bien en áreas de poder relacionadas con la estabilidad de las finanzas públicas y del aparato productivo, como en los ministerios de Transporte, Salud o Comercio, e incluso en Defensa. De hecho, no sorprende que en el partidor de precandidatos esté también Enrique Peñalosa, que si bien no ha sido ministro aún, tiene formación como economista y entiende de estos temas como cualquier experto.
El interés que pueden suscitar estas personas entre el electorado es claro, más en las actuales circunstancias. Haber enfrentado crisis económicas o haber administrado choques externos son un plus en una circunstancia extraordinaria como la actual, en la que el aparato productivo sigue muy resentido y trata de recuperarse del mayor golpe económico de su historia. Alto desempleo, aumento de la pobreza, mayor déficit fiscal y externo son apenas algunos de los elementos del diagnóstico económico hoy.
Se calcula que el déficit fiscal colombiano llegó a casi 9 por ciento del PIB el año pasado, y que las necesidades de recaudo tributario son por lo menos de dos puntos del PIB adicionales por año para las próximas vigencias.
A esto hay que sumarles las enormes dificultades sociales que tienen origen en problemas económicos, como la tasa de desempleo de dos dígitos, la alta informalidad y el incremento de la pobreza. Estos son desafíos que exigen de una gran capacidad técnica y política. Así que decir que el país necesita un presidente que administre la crisis es muy acertado. De la manera como se avance en los asuntos económicos en los próximos años dependerá el futuro de toda la estantería nacional. No en vano los temas que predominan en la agenda son la reforma tributaria, la renta básica universal, la reducción del desempleo y el proceso de recuperación.
Los precandidatos
Si esta es la premisa, en la baraja de precandidatos hay de dónde escoger.Juan Carlos Echeverry es tal vez uno de los economistas más reformadores en la historia de Colombia. No solo tuvo que enfrentar la crisis de 1999 –la que era, hasta el año pasado, la más profunda de la historia del país–, sino que además impulsó en el Congreso de la República leyes vitales en el proceso de recuperación de comienzos de este siglo. Tuvo que sacar adelante una reforma al situado fiscal que luego pasó a llamarse Sistema General de Participaciones (SGP); estructuró dos reestructuraciones a las regalías; y participó en la creación de la gran red de protección social, que nació en 2001 producto de recursos de cooperación internacional y del Plan Colombia. Estos programas pasarían luego a llamarse Familias en Acción y Jóvenes en Acción y, junto con el recién nacido Ingreso Solidario, conforman un sólido colchón de protección social para una buena parte de la población en este momento.
Por su lado, Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda durante el Gobierno de Juan Manuel Santos, logró que el país superara sin recesión el más grande choque externo de la historia por cuenta de la caída de los precios del crudo a partir de 2014. Esa situación cambió completamente el juego, y es claro que en ese periodo estuvo en riesgo la estabilidad económica nacional. Si Cárdenas no hubiera administrado esa crisis con idoneidad, es muy difícil señalar lo que habría pasado en Colombia en un periodo sumergido en un complejo proceso de negociación de paz con la guerrilla más antigua del continente. Haberle sumado a esa incertidumbre política una recesión habría sido el puntillazo final para el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Alejandro Gaviria también mostró sus dotes de administrador poniéndole el pecho al ‘siempre en crisis’ sistema de salud, con avances en ajustes normativos que mejoraron el flujo de recursos hacia las instituciones de salud. Mantener la estantería de un ramo tan complejo fue un doctorado en economía de la salud. Cabe recordar que Gaviria fue subdirector de Planeación Nacional y subdirector de Fedesarrollo, uno de los más prestigiosos tanques de pensamiento sobre economía en la región.
Juan Carlos Pinzón, otro economista que inició su carrera en el sector financiero y fue representante de Colombia en el Banco Mundial, llegó al Ministerio de Defensa para poner en orden las finanzas de esta cartera y fortalecer su presupuesto en un momento crucial para el país: en plena negociación del proceso de paz. Hoy es presidente de ProBogotá, una organización creada por empresas interesadas en el futuro de la Región Capital.
Ni qué decir de Marta Lucía Ramírez, que además de estar al frente del Ministerio de Comercio Exterior en plena crisis mundial (durante el Gobierno Pastrana), desde la vicepresidencia ha abanderado temas sensibles para el país como la infraestructura y la competitividad. Además, fue presidenta de Anif, gremio de los bancos de Colombia, y trabajó en la Superintendencia Bancaria y en el Banco de la República, lo que le da una mirada amplia sobre la situación económica.
La pregunta que cabe hacerse es ¿cuál es el secreto encanto de los que han tenido que manejar temas económicos? La respuesta es obvia: cuando la economía marcha bien, se puede discutir cualquier asunto de política; pero cuando hay crisis o recesión, la prioridad es volver al cauce de la normalidad productiva. Nadie puede vivir tranquilo sin empleo y con hambre.
Desempleo, crisis fiscal o financiera pueden ser el caldo de cultivo de grandes revoluciones políticas. Por eso, los pueblos optan por personas que tengan experiencia en asuntos económicos. En la historia mundial no hay muchos casos de este tipo: Winston Churchill y John Major manejaron la economía inglesa antes de convertirse en primeros ministros. Rafael Correa fue ministro de Finanzas en Ecuador antes de llegar a la presidencia. En Estados Unidos, no hay un antecedente de alguien que haya pasado del Tesoro a la presidencia; pero Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de esa nación, fue el primer secretario del Tesoro en la historia de ese país.
Los asuntos económicos van a ser tan importantes para el futuro político de Colombia que probablemente la discusión de la reforma tributaria, si se da en este semestre, será el primer hito en la carrera por la Casa de Nariño. Lo que se decida en materia de impuestos puede convertirse en un gran catalizador de las tendencias entre el electorado.
Quedarán pendientes temas como el desempleo, la pobreza y, en general, la recuperación económica, que no va a ocurrir tan rápido. Definitivamente, el país va a necesitar un presidente para administrar una crisis fiscal y económica. ¿Quién será el elegido?