EMERGENCIA EN QUETAME
Vías alternas al Llano están cerradas y dispararán los costos que afectarán al consumidor, denuncia gremio de transporte
El gremio de transportadores de carga, Colfecar, hizo cálculos según los cuales, de gastar 2,5 horas se pasará a 15 horas. Justo ahora que el país estaba empezando a bajar la inflación.
Grandes pérdidas económicas, sin contar con retrasos en la entrega de alimentos y mercancías a sus destinos, empiezan a trasnochar a los transportadores de carga, luego del cierre de la vía al Llano, debido a la avalancha registrada en el municipio de Quetame, en donde se registran víctimas fatales y daminificados.
La tragedia provocada por las lluvias en Quetame, con el consiguiente cierre de la importante vía, motivó un fuerte pronunciamiento de Nidia Hernández, presidenta del gremio de transportadores, Colfecar, quien señaló que este carreteable “siempre ha generado inestabilidad para los transportadores, pues nunca se sabe si va a estar abierto o cerrado”.
No obstante, en esta oportunidad ya ponen sobre el tapete el fuerte impacto económico que se les viene encima, puesto que las vías alternas anunciadas por el Ministerio de Transporte y demás autoridades del sector implican un incremento en el gasto de operación.
Un viaje en tractomula para llevar alimentos desde la zona que es considerada como la despensa para el centro del país, por la vía que fue cerrada, duraba unas dos horas y media, mientras que ahora, por las rutas alternas señaladas por las autoridades de transporte, se necesitarán 15 horas (caso vía alterna por Tunja), indicó Hernández.
Pero están cerradas
Peor aún, además del aumento en tiempo y en gastos, los transportadores de carga han intentado tomar esas rutas alternas y también las encuentran cerradas, por la misma circunstancia que ocasionó la tragedia en Quetame: derrumbes y deslizamientos que taponan el paso. “Al momento, esta vía alterna se encuentra cerrada por deslizamientos. Es decir, en estos momentos está completamente desconecado el Llano con el centro del país para los vehículos pesados”, sostuvo la presidenta de Colfecar.
Peajes y gasolina
Como si fuera poco, por esos senderos alternos tienen también un incremento en el costo de los peajes, el cual fue calculado por Colfecar en un 40 %. El mayor trayecto que deberán recorrer los camiones acarrearía un aumento en el costo del combustible, que fue estimado en 475 %, según expresó la directiva del gremio.
“Eso, obviamente, va a impactar fuertemente los fletes”, sostuvo Hernández. La ola llegaría hasta el bolsillo del consumidor, pues si cuesta más transportar la comida, el precio no tardará en subir. Y en el momento menos oportuno, cuando Colombia estaba tomando ya la senda de la reducción de la inflación, principalmente la de alimentos, que es la que más golpea a las clases vulnerables.
Nada de pañitos de agus tibias
Aunque el ministro de Transporte, William Camargo, dio una fecha tentativa de reapertura de la vía al Llano, los transportadores no se sienten conformes con las soluciones temporales. “Tenemos prevista una habilitación progresiva de la vía en los dos sentidos la próxima semana, es decir, de este viernes en ocho días (28 de julio), ese día esperamos tener habilitado un sentido de circulación alterno que nos permitirá conectar Bogotá-Villavicencio y viceversa con paso alternado”, dijo el funcionario.
Camargo señaló que se instalarán dos puentes metálicos, con el fin de restablecer el tránsito por este importante corredor. “En una semana se habilitaría el paso en el sitio de la emergencia, de forma controlada (uno a uno) y en dos semanas se continuaría con la instalación de un segundo puente (metálico semipermanente), el cual garantizaría la operación normal en el sitio”.
Pero la presidenta de Colfecar enfatiza en que la solución definitiva requiere un trabajo conjunto entre la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura), los contratistas (Coviandina entre ellos) y las gobernaciones de Cundinamarca y del Meta, de manera que se haga un mejor manejo del agua. Hernández también se refirió a la necesidad de implementar estrategias para la contención de derrumbes, con lo cual se puedan ofrecer “soluciones estructurales y de fondo”.