INNOVACIÓN
De la banca a otras industrias: democratizar la innovación
Desde hace unos años se ha venido popularizado la necesidad de ser más innovadores en Colombia. Si lo analizamos bien, en realidad lo que necesitamos es democratizar la innovación en el país.
En los últimos meses entidades como ProColombia, Davivienda, Banco de Bogotá, ScotiaBank y otras en el país han recibido reconocimientos mundiales como organizaciones innovadoras o con soluciones específicas que destacan por su innovación.
En el caso de ProColombia, el reconocimiento es por innovación en turismo y fue otorgado por Apolitical, plataforma de buenas prácticas en política pública del Reino Unido, junto a la Organización Mundial del Turismo y Mastercard.
La entidad colombiana fue reconocida entre 75 agencias públicas y organizaciones no gubernamentales a nivel mundial por el uso de nuevos enfoques y tecnología para crear comunidades turísticas más accesibles. El reconocimiento se hizo entre 18 entidades promotoras de turismo, a nivel de América, que representan a Estados Unidos, Puerto Rico, Guyana, Costa Rica, Bahamas, Chile, Canadá y Brasil.
El caso de Davivienda fue por su solución Daviplata, que resultó ganadora de la novena versión del Premio de Innovación e Inclusión Financiera FELABAN 2021, organizado por la Federación Latinoamericana de Bancos -FELABAN-, la cual reconoce a las instituciones de la región con los proyectos más innovadores que generan valor dentro del negocio, administran el riesgo financiero asociado a su actividad y le facilitan la vida a sus clientes.
Tendencias
#DAVIPLATA de @Davivienda , fue elegido por nuestro jurado internacional como ganador de esta 9na versión del Premio a la Innovación e inclusión financiera dentro de la categoría de Innovación en Tecnología. Maritza Pérez, Vicepresidente Ejecutiva Banca de Personas y Mercadeo, pic.twitter.com/vmEtVwQDD2
— FELABAN (@FelabanOnline) September 15, 2021
El reconocimiento fue obtenido dentro de la categoría de Innovación en Tecnología y entre los criterios que se tuvieron en cuenta para el reconocimiento están el carácter transformacional del proyecto, la solución a problemas concretos. el hacer más fácil los procesos, la promoción de la bancarización en la región, el desarrollo de nuevas tecnologías y el mejoramiento de la experiencia de uso del cliente.
Recientemente, el Banco de Bogotá también fue reconocido internacionalmente por la reconocida publicación Global Finance por temas de innovación gracias a la labor desarrollada por su Laboratorio de Datos. Según ha comentado la entidad, este laboratorio creado en 2017 y que hoy genera más de 400 empleos tiene la misión de diseñar productos y servicios innovadores para acercar el sistema financiero a más colombianos.
ScotiaBank, por su parte, fue reconocido como el Banco más Innovador en Datos por los premios a la Innovación en Banca Digital Global 2021 de la revista ‘The Banker’, una publicación del Financial Times que reconoce a la excelencia global en tecnología financiera.
Si bien es un reconocimiento internacional, es uno en el que Colombia tiene un importante aporte. “Una de las principales prioridades de Scotiabank Colpatria, en Colombia, es brindar una excelente experiencia al cliente. El Banco se enfoca en sus necesidades apoyándose de modelos machine learning, el uso ético de los datos y la analítica avanzada para ayudarlos a gestionar su vida financiera”, dijo Jaime Alberto Upegui, Presidente de Scotiabank Colpatria, ante este reconocimiento.
A pesar de todos estos ejemplos individuales y de estos reconocimientos presentes por lo general en el sector financiero colombiano y más específicamente en la banca, el país en general no logra destacarse en los ranking de innovación en el mundo. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (Ompi) presentó, hace algunos días, su listado del Índice Mundial de Innovación, un estudio que analiza las economías más innovadoras del mundo y en el que se tienen en cuenta 132 países.
En la tabla general, Colombia ocupa la posición 67. Con respecto a años anteriores, el país no mejoró mucho (lo que se traduce en un estancamiento), ya que en los últimos tres ha estado entre las casillas 67 (2019) y 68 (2020). Dentro de las economías con ingresos medio-altos del listado, Colombia se ubica en la posición 17, entre 34, y a nivel América Latina, el puesto 6 entre 10 países de la región analizados. Un sexto puesto que no corresponde con el tamaño de la economía y del mercado en la región, en la que Colombia ocupa entre el tercer y cuarto puesto en toda Latinoamérica.
¿Por qué tenemos casos y casos de reconocimientos individuales como innovadores pero como país no avanzamos en la materia? La respuesta está precisamente en que se trata de casos individuales. Los ejemplos ya citados y otros principalmente asociados a la industria financiera demuestran que la innovación en Colombia puede estar a la altura de otros países más desarrollados, pero necesitamos generalizarla y llevarla a otros sectores y actividades en el país. La democratización de la innovación es una necesidad apremiante en Colombia aunque no se dará de la noche a la mañana. Si algo tiene que enseñar la industria financiera en materia de innovación es que se trata de un proceso que tarda años y que requiere compromiso corporativo.
La banca, por ejemplo, lleva años haciendo uso de la analítica para extraer inteligencia de los datos y así tomar mejores decisiones, saber cuándo y a quiénes aprobar productos financieros; utilizan los datos para hacer modelos de riesgo y tener más control y certeza en las operaciones; hacen inteligencia analítica predictiva para reducir las posibilidades de fraude; prospectan los mejores escenarios para decidir sus inversiones; y se basan en soluciones de customer experience para conocer mejor a sus clientes y así tratar de brindarles las mejores experiencias y las soluciones financieras que verdaderamente necesita.
Es un proceso que los bancos han desarrollado por décadas y que ahora les permite ser los más preparados para implementar soluciones de inteligencia artificial, entre muchas otras tecnologías avanzadas y con las que se logra más fácilmente ser innovador en los escenarios actuales. Esa experiencia, ese proceso y esas enseñanzas que puede entregar la industria financiera es la que se debe llevar a otros sectores importantes y relevantes en el país. Llevarla al gobierno o sector público, al sector de la salud, a la educación y a sectores privados también.
La democratización de la innovación no es un camino corto, ni es un camino fácil, pero es un camino efectivo, si lo que queremos es subir como país en el ranking de innovación mundial. Lograr que el país avance de manera general e importante en este tipo de ranking es lo que se traducirá en impacto y bienestar para todos los ciudadanos, no solo para los de algunos sectores específicos.
Por José Mutis O.