"Dormir pocas horas baja la productividad de su trabajo", el consejo de Elon Musk

Productividad

“Dormir pocas horas baja la productividad de su trabajo”, el consejo de Elon Musk

El hombre más rico del mundo dijo que si duerme menos de 6 horas la productividad disminuye.

14 de febrero de 2021

Elon Musk, el dueño de Tesla y hombre más rico del mundo, sigue revelando los secretos de su día a día que lo ayudaron a convertirse en uno de los empresarios e innovadores más relevantes de los últimos tiempos.

En una entrevista con CNBC, Musk reveló que no duerme ni más ni menos de 6 horas, pues cuando intentó dormir menos su productividad laboral se vio afectada.

“Intenté dormir menos, pero luego la productividad total disminuye. No quiero dormir más de seis horas”, dijo Musk.

En cuanto a su horario, Musk dijo que trabaja mucho y que suele estar en reuniones hasta altas horas de la noche o incluso hasta la madrugada.

“Trabajo mucho, [...] normalmente estaré en reuniones de trabajo hasta la una o dos de la mañana. Los sábados y los domingos normalmente no, pero a veces [sucede]”, dijo el multimillonario.

Anteriormente, Musk señaló que en el pasado había trabajado cientos de horas a la semana y, a veces, incluso dormía en el suelo debajo de su escritorio en la oficina de Tesla.

“Algunas de esas [semanas] deben haber sido de 120 horas o algo loco”, dijo Musk.

En una entrevista con Axios en 2018, Musk admitió que ese horario no era saludable.

“Nadie debería dedicar tantas horas a su trabajo, [...] no es recomendable para nadie. Se volverá un poco loco si trabaja 120 horas a la semana”, explicó.

¿Cómo se convirtió en el hombre más rico del mundo?

En 1983, Elon Musk tenía 12 años y era una rareza entre los niños de la época porque tenía una pasión por la computación extraña para la época.

Su obsesión era tal, que aprendió a programar a punta de manuales, con tal acierto que, a tan corta edad, se inventó el videojuego Blastar y lo vendió por US$500.

Musk, que a finales de 2019 tenía una fortuna personal cercana a US$25.000 millones, llegó días atrás a US$208.000 millones, según Bloomberg, ratificándose como el hombre más rico del mundo, por encima de Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon.

El crecimiento exponencial de su fortuna personal en los últimos meses obedece al crecimiento como espuma del precio de las acciones de Tesla, su compañía de movilidad eléctrica.

Desde mediados de 2020 las acciones de la automotriz vienen impulsadas por las expectativas de los negocios verdes. La acción costaba 312,89 dólares hace un año y esta semana llegó a 900 dólares. Eso empujó su valoración bursátil a 800.000 millones de dólares, que para algunos analistas es exagerada. Al comparar el nivel de ingresos y utilidades con el precio de la acción, expertos advierten que solo se podría recuperar el capital en 1.600 años.

En 2020, Tesla produjo 500.000 unidades, cifra que contrasta con los casi nueve millones de vehículos que vendió Toyota, valorada en 210.000 millones de dólares. Pero el auge bursátil de Tesla ha desatado todo tipo de rumores, incluidos los que advierten una posible burbuja. Lo cierto es que la acción no para de subir mientras sus inversionistas, muchos jóvenes y antisistema, mantienen una conexión emocional con la marca.

Pero Tesla no es el único negocio millonario para Musk. Su compañía SpaceX, que compite en la carrera espacial, fue valorada en 46.000 millones de dólares, aunque no está en bolsa. Otras inversiones futuristas atraen, como Hyperloop, un modelo de transporte a través de cápsulas; The Boring Company, especializada en excavación e infraestructura, y la última es Neuralink, que busca conectar el cerebro humano con un computador por medio de un chip implantado. Estos le han hecho ganar una buena fama de magnate innovador y comprometido con el medioambiente.