TECNOLOGÍA
El nuevo entorno laboral se llama cloud
Ni la nube es una novedad, ni la evolución en los entornos laborales nos debió haber tomado por sorpresa.
Sin embargo, el contexto de cuarentenas globales dejó en evidencia la brecha entre las organizaciones más avanzadas en mentalidad digital y aquellas que apenas estaban tomando consciencia.
Más allá de las cuestiones técnicas, uno de los ámbitos más sensibles en términos de transformación por estos días es el de los modelos laborales y la forma en que se adaptan los entornos de trabajo a las nuevas expectativas de los colaboradores, y, asociada a ellos, la forma en que se garantiza el continuo de operaciones corporativas, a la vez que se avanza un paso más allá en los cómo se ejecutan las tareas.
Un buen punto de partida para considerar es la conexión entre lo físico, lo digital y lo humano que se genera en los espacios para el trabajo y cómo gestionarla de manera efectiva cuando lo digital se convierte en juez y parte en los modelos laborales.
Justamente aquí es donde aparece la nube como nuevo entorno laboral. Las soluciones cloud se han convertido en mucho más que un espacio de almacenamiento, llegando a ser territorio de interacción, contacto y construcción de la cultura organizacional, al servir de puente entre los equipos de trabajo, las áreas, los proyectos y, por supuesto, las compañías y sus clientes.
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“A medida que las empresas desplazan su infraestructura digital hacia la nube, se abren nuevas posibilidades para la infraestructura física y del lugar de trabajo. Y es mucho más que una cuestión de tecnología, se están creando nuevas oportunidades para considerar el aspecto humano de la infraestructura empresarial, además de lo físico y digital. Con una estrategia centrada en el ser humano, las empresas pueden optimizar el lugar de trabajo en beneficio de los que más importan, las personas que trabajan en el”, señala Javier Palacios, líder de Arquitectura e Ingeniería Cloud de Accenture Colombia.
A propósito de la nube como espacio de trabajo, la firma presentó el estudio ‘Creando un entorno laboral moderno’, centrado en cómo avanzar para conseguir los mayores éxitos en términos de conectividad, integración y gestión de la data en beneficio de los equipos. Entre los hallazgos principales se encuentran:
- Conectividad para reducir fricciones: un entorno laboral conectado implica no solo que el cableado esté disponible, sino cómo la dinámica corporativa se enlaza y potencia a través de la tecnología. A través de la nube es posible reducir, o al menos identificar, las fricciones en los flujos y procesos, derivando así en la toma de decisiones sobre cómo capitalizar de mejor manera los espacios físicos o cómo usar soluciones biométricas para brindar acceso a la información necesaria a quien corresponda, solo por mencionar algunos ejemplos más allá de los bien conocidos usos de cloud y gestión de la información.
- Integración y automatización: diseñar entornos laborales integrados implica empoderar a los colaboradores para gestionar de la manera más efectiva los recursos con los que cuentan, y esto es cada vez más flexible gracias a la nube. A primera vista, configurar o desarrollar integraciones o aplicaciones propias de negocio basadas en la nube suena a un proceso de alta complejidad; sin embargo, gracias a las plataformas de bajo código o sin código, la automatización de procesos y la integración de información valiosa para hacer más efectivas las operaciones está en manos de casi cualquier persona con visión estratégica y algo de curiosidad por la informática.
- Data y gemelos digitales: las personas son el corazón de las organizaciones y sin pretensión de ‘clonarlas’, las tecnologías basadas en la nube sí permiten capturar datos en tiempo real sobre los equipos de trabajo (y no solo sobre los proyectos). El concepto de gemelos digitales está relacionado con generar una versión digitalizada de un proceso, o la huella digital generada por un colaborador, para así entender en qué circunstancias es más efectivo, qué tipo de habilidades podría fortalecer e, incluso, anticipar el agotamiento o la insatisfacción en la organización.
“El poder de la automatización y el conocimiento de los datos ahora puede estar en manos de las personas que, en última instancia, pueden hacer el mejor uso de ellos, en el momento en que más lo necesitan, logrando así un balance en los entornos laborales mediados por la nube que se convierta en resultados para el negocio”, concluyó Palacios.