MANAGEMENT
Liderazgo competitivo vs. liderazgo colaborativo
Los líderes más eficaces utilizan una colección de estilos de dirección distintos, cada uno en la medida correcta, en el momento adecuado.
En una de las últimas reuniones que sostuvo con su biógrafo antes de morir, el fundador de Apple, Steve Jobs, le reveló por qué durante su vida se había comportado en forma generalmente dura con sus subalternos e incluso familiares. “Mira los resultados -le dijo a Walter Isaacson-. Toda esa gente con la que trabajo son personas inteligentes, y cualquiera de ellos podría conseguir un trabajo estupendo en otra empresa si de verdad sintieran un trato insensible. Pero no se van”. Después de guardar silencio por unos instantes, añadió: “Y conseguimos cosas asombrosas”. Como lo explicaba Jobs era un liderazgo de exigencia, que en ningún caso puede traspasar al maltrato.
Considerado por la revista Fortune como el hombre de negocios más importante de 2020, el fundador de Tesla y SpaceX, Elon Musk, tiene muchos rasgos en común con la personalidad de Jobs. Los empleados suelen describirlo con sentimientos encontrados: admiran su visión, pero a veces no alcanzan a seguir el ritmo de su determinación y exigencia.
Aunque existen cientos de libros sobre liderazgo y teorías sobre la materia, expertos como Daniel Goleman -quien ha abordado y desarrollado el concepto de la inteligencia emocional- sugieren que los líderes más eficaces utilizan una colección de estilos de dirección distintos, cada uno en la medida correcta, en el momento adecuado. Aunque dicha flexibilidad es difícil de poner en práctica, se amortiza entre el rendimiento, la exigencia y la empatía como características principales.
“Los gerentes a menudo no se dan cuenta de cuán profundamente el clima organizacional puede influir en los resultados. El clima organizacional, a su vez, está influenciado por el estilo de liderazgo y por la forma en que los gerentes motivan a los subordinados directos, recopilan y usan información, toman decisiones, administran iniciativas de cambio y manejan las crisis”, dice Goleman.
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Jobs y Musk representan el estilo de liderazgo que algunos autores llaman competitivo. Otro estilo de liderazgo es el colaborativo, que maneja el sello distintivo de “las personas son lo primero”. Se puede estar en una u otra orilla, pero hay una alternativa mejor.
El liderazgo competitivo resulta muy importante en las condiciones actuales en las que la presión por los resultados y la exigencia por mantener a flote las organizaciones es un desafío crucial para todos los líderes. Combinar este tipo de liderazgo con el colaborativo, que resulta muy efectivo cuando hay cambios abruptos de rumbo o cuando se es consciente de que el rendimiento puede ser afectado por los problemas que puedan estar teniendo los colaboradores, resulta quizá la mejor manera de liderar en la actualidad. Es lo que algunos denominamos y tratamos de impulsar como liderazgo con humanidad.
En sus investigaciones sobre la inteligencia emocional, Goleman enfatiza que los líderes más exitosos tienen fortalezas en las siguientes competencias: conocimiento de sí mismos, autorregulación o autodirección, motivación, empatía y destreza social. Al fin y al cabo, el papel del líder consiste en señalar una dirección y establecer una visión; motivar equipos para realizar metas; sobreponerse a los obstáculos, promover el cambio para mejorar e impulsar la toma de decisiones cada vez más acertadas, algo que, dicho sea de paso, se logra cada vez más a través del aprovechamiento de los datos y de impulsar la curiosidad y la innovación en los equipos.
Tal como lo afirma Jim Goodight, Co Founder y CEO de SAS: “Los empleados comprometidos e inspirados son la base de nuestro negocio sólido e innovador que puede adaptarse rápidamente a los cambios y demandas del mercado, lo que en última instancia resulta en clientes felices”. Asimismo, añadió: “Cuando las personas tienen un trabajo desafiante y están rodeadas de un entorno de apoyo basado en una cultura de confianza, se sienten más conectadas e inspiradas para hacer una diferencia en el mundo”.
Es hora de impulsar el liderazgo con humanidad, pero sobre todo es hora de que los equipos ayuden a los líderes entendiendo que la exigencia no es ferocidad y que los problemas pueden afectar el rendimiento pero que hay formas de no nublar las decisiones. Es el tipo de liderazgo que nos puede ayudar a superar varias de las dificultades que hoy atravesamos y que impulsará la reactivación y recuperación que tanto necesitamos.
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Fuentes:
Steve Jobs. Lecciones de liderazgo. Walter Isaacson.
Elon Musk, el empresario que anticipa el futuro. Ashlee Vance.
Daniel Goleman. Leadership That Gets Results, HBR.