CINE
Cinemas: una industria que se niega a desaparecer
El sector alega ausentismo de Ministerio de Cultura y pide mayor aforo. La pérdidas del cine colombiano son multimillonarias.
La pandemia sigue golpeando a la industria cinematográfica en Colombia. Los líderes en el sector afirman, a secas, que están abriendo las salas de cine siendo conscientes que van a pérdidas. “Fueron ocho meses de un cierre total en el que los gastos no dejaron de correr y desde el 26 de noviembre del 2020 inició una muy lenta reactivación que, entre otras cosas, tuvo nuevas limitaciones con las medidas que se adoptaron en muchas ciudades en los meses de diciembre y enero”, señala Germán Palacio, director de Acocine. Quizás suene romántico, pero el aporte de una actividad como el cine a la cultura es invaluable, una operación que ronda los 100 años en el país y que no piensan dejar morir con tanta facilidad, a pesar de la coyuntura.
Munir Falah, CEO de Cine Colombia, con base en las estadísticas de CadBox (Colombian Adminission & Boxoffice Control), presenta un dato que para muchos podría ser obvio: la taquilla del cine en Colombia cayó 98,3% entre el 15 de marzo y el 31 de diciembre de 2020, en comparación con el mismo periodo del año anterior. El cine recaudó 9.357 millones de pesos, en ese periodo de 2020, cifra que dista de la registrada en 2019, cuando llegaba a los 537.321 millones de pesos. Números lógicos por los cierres que se dieron en el primer año de la pandemia y la tardía reactivación del sector, pero no tan simples para la industria.
El primer protocolo de bioseguridad que expidió el Ministerio de Salud para la reapertura de los cines fue mediante la resolución 1408, documento que pareció absurdo para el sector. Contemplaba, entre otras cosas, que se mantuvieran ventanas y puertas abiertas durante la función, prohibía el consumo de alimentos y el distanciamiento social era de dos metros. En octubre de 2020 el ministerio expidió la resolución 1746, haciendo cambios importantes a la anterior: habilitaba el consumo de alimentos y los grupos familiares hasta de cuatro personas, con un distanciamiento de dos metros con los demás asistentes.
Según estos documentos, el aforo de los cinemas es de dos metros de distancia entre cada persona, lo que no permite siquiera llegar al 50 por ciento de ocupación de las salas, según afirman los empresarios de la industria. “El aforo máximo es del 30 por ciento, no logramos llegar a 50 por ciento. Si quisiéramos llegar a ese número, tendríamos que estar hablando de máximo 1.10 metros de distancia”, indica Pablo Umaña, presidente de Cinemark.
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Es una solicitud que ha elevado el gremio, en conjunto, al Ministerio de Cultura: aumentar el aforo en las salas. Siguen a la espera de una respuesta. Aseguran que el distanciamiento y la dinámica propia de asistir a cine disminuyen el riesgo de contagio pues hasta ahora no se ha comprobado el primer caso de contagio en un cinema en todo el mundo.
Bien es sabido que el Ministerio de Salud y Protección Social es el encargado de poner los puntos sobre las íes en los protocolos de bioseguridad, el Ministerio de Cultura asegura que ha establecido diálogos con esa cartera. “La expedición de protocolos de bioseguridad para todos los sectores económicos es competencia del Ministerio de Salud y Protección Social, ente con el cual el Ministerio de Cultura ha sostenido numerosas mesas de trabajo para revisar lo que se contempla en el actual protocolo. Es una tarea en la que seguimos trabajando”, indica.
En la industria hay un común denominador: se sienten desprotegidos por el Gobierno, sobre todo, por el Ministerio de Cultura. Para Palacio, hay una necesidad de recursos, no créditos, que alivien la situación de caja de las empresas de este sector, entretanto, Juan Carlos Mayungo, director administrativo Procinal Medellín, explica que ninguna medida ha beneficiado al sector “al contrario, nos ahogan más con impuestos y contribuciones”.
En línea con lo anterior, el Ministerio de Cultura afirma que, través de esta cartera y del Consejo Nacional de las Artes y la Cultura en Cinematografía (Cnacc) “se han venido estudiando y evaluando algunas propuestas adicionales del sector de la exhibición, las cuales deben ser concertadas con el sector cinematográfico en pleno de cara a sus impactos económicos en el resto de la cadena de valor del cine”.
Los cierres continúan y los líderes no se explican por qué son los primeros sacrificados con las medidas restrictivas en las principales ciudades. “Cerrados ya estuvimos y no queremos volverlo a hacer. No aguantaríamos otro cierre en un momento como estos”, comenta Mayungo.
En el mes de enero los cines tuvieron un box office –recaudación en taquilla– por 3.874 millones de pesos, un poco más de los 2.917 millones que sumaron durante los primeros 15 días de febrero, faltando las cifras de la segunda mitad de ese mes. Ese panorama, para el director general de Royal Films, Habib Osman, “no es rentable, aún no llegamos a un punto de equilibrio”, percepción que comparte el gremio. “Hemos logrado perder menos abiertos que cerrados pero ninguna de las cuatro compañías que estamos abriendo está haciendo plata, estamos es perdiéndola”, agrega Umaña.
Renegociación de los arriendos, acuerdos con los centros comerciales y los recortes de personal no han sido suficientes para que la industria levante la cabeza, las cifras siguen en rojo y las pérdidas son multimillonarias. “Nuestras inversiones están centradas en mantener nuestra operación”, afirma José María Ortega, director de Operaciones de Cinépolis, agrega que falta camino para volver a la normalidad. “Vamos a tener una turbulencia, va a haber mucho movimiento este año por los picos de contagio. Esperamos tener en 2022 un mejor panorama”, dice Ortega.
La vacuna supone, como para muchas industrias, una luz al final del túnel para el séptimo arte en Colombia. “Las personas después de tanto tiempo en casa buscan opciones de entretenimiento y ven en el cine la opción más económica para este fin. Somos conscientes que esto depende de muchos factores y principalmente de vacunar a la gran mayoría de la población mundial. Estamos completamente seguros de que el cine se normalizará y volverá fortalecido”, recalca el director general de Royal Films.
La fórmula mágica para salir de la crisis y llegar a una normalización del sector parece ser una mezcla entre austeridad, constancia y paciencia, como indica Raúl Ángel, gerente comercial de Procinal Bogotá, “hay que esperar un poco más y no bajar la guardia en el cuidado de nuestros espectadores y colaboradores. Los seres humanos por definición necesitamos el entretenimiento y la cultura. Eso nos hace ser mejores personas. Vivimos de presentar cada tres horas magia, como solo el séptimo arte y la gran pantalla lo puede hacer, y el público está ávido de regresar a las salas sintiéndose tan seguro como hasta ahora lo hemos venido haciendo y ofreciendo”.
Entretanto, y con la incertidumbre que cobija al mundo, hay cine para rato, los empresarios creen en la industria y seguirán resistiendo para que la pantalla grande no se apague.
¿Cómo va el sector según MinCultura?
El Ministerio de Cultura señala que el comportamiento de la industria cinematográfica en el 2021 muestra una tendencia creciente en la reactivación de las salas de cine: “en febrero se registraron 279.887 asistentes más que enero, y ya empieza a existir una mayor apuesta por parte de los Distribuidores por estrenar más películas, tanto independientes como de grandes estudios, lo que puede redundar en porcentajes del 40% de los resultados del 2019 en la asistencia para este año”.
La cartera explica que por primera vez el Gobierno nacional asignará recursos económicos directos al Fondo para el Desarrollo Cinematográfico que estarán dirigidos a la creación de una nueva convocatoria. “Se debe tener en cuenta que el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico creado por la Ley de Cine se alimenta de los dineros recaudados a través de la cuota parafiscal que pagan los exhibidores, distribuidores y productores como resultado de la exhibición cinematográfica en el país”, apunta el Ministerio.