FINANZAS
Tarjetas de crédito: el color no es algo casual, ¿qué significa?
En Colombia se ha incrementado la toma de créditos de consumo con dinero plástico.
‘Dime de qué color es la tarjeta de crédito y te diré cuánto cupo tienes en ella’. No es gratuito que un plástico financiero sea negro, verde, rojo. Cada color tiene una razón de ser.
Aunque cada banco tiene un camino diferente para establecer las diferencias, en general conservan un mismo patrón: el monto de los recursos que tiene asignado cada tarjetahabiente, según la capacidad de endeudamiento que le otorgó la entidad financiera.
Como la cantidad de recursos que le aprueba el banco a un solicitante de crédito de consumo a través de tarjetas tiene todo que ver con el riesgo, es decir, qué tan fácil es que pague o que se atrase, también el color tiene que ver con los intereses que le aplican a la persona.
En general, las tarjetas se mueven con categorías como black, oro, plata, que también corresponden a colores, pero en los últimos tiempos, en la medida en que las entidades del sector financiero entran en la ola de la sostenibilidad, son más los bancos que han introducido la tarjeta verde, que, además, tiene una destinación a la reforestación.
¿Qué montos son?
Cuando alguien tiene a la vista una tarjeta de color negro se está ante un titular que mueve grandes cantidades de dinero. En general, superan los 15 millones de pesos y pueden llegar hasta los 300 millones. Adicionalmente, este tipo de plásticos le da a las personas entrada a muchos sitios, como las salas VIP de los aeropuertos, sino contar con que, en algunas entidades financieras, pueden tener prioridad para ser atendidos.
El color oro de las tarjetas de crédito es también señal de un cupo que, para el promedio de ingresos en Colombia, es moderadamente alto, pues puede ir desde los cinco hasta los 20 millones de pesos.
La otra tarjeta que circula en el sistema financiero es la de color plata, que indica un cupo entre diez y 200 millones de pesos.
Hay que enfatizar en que todo depende de la entidad financiera, pues los colombianos adquieren tarjetas desde montos pequeños, que, por lo general, son los clásicos plásticos azules que permiten gastos desde 200.000 pesos hasta uno y tres salarios mínimos.
En medio de la tarea de promover la inclusión financiera, los bancos han ido introduciendo tarjetas de crédito muy específicas, como la que está dirigida a los colombianos que inician su vida crediticia, desde los 14 años, y se ha identificado con un color azul claro.
Al estar frente a una tarjeta roja, se sabe que el promedio del monto que puede gastar el tarjetahabiente no supera los cuatro millones de pesos.
Otras tarjetas
El mundo de las tarjetas en Colombia se ha ido ampliando a medida que crece la digitalización de la banca y más colombianos entran al sistema financiero que ofrecen las entidades crediticias vigiladas por la Superintendencia Financiera.
Es así como en almacenes y supermercados se han creado plásticos específicos para hacer mercado y acumular puntos, en alianza con aerolíneas para acumular millas, entre otros.