NEGOCIOS
Textileros piden auxilio al gobierno, pero quizás la solución no está solo en los aranceles
La Cámara Colombiana de Confección y Afines pide medidas más fuertes para evitar la ola de cierre de empresas y desempleo. Todo indica que el camino no está en el tema arancelario, que podría poner al país a incumplir normas internacionales.
Un nuevo llamado de urgencia para evitar que se sigan cerrando empresas de textiles y confecciones en el país y se frenen los despidos que registran por la fuerte competencia que enfrentan por parte de compañías asiáticas hizo este lunes la Cámara Colombiana de la Confección y Afines Las empresas de textiles y confecciones del país.
Solo tres semanas después de haber enviado una carta al gobierno pidiéndole ayuda para que aumenten los aranceles a las confecciones que ingresen al país, la Cámara insistió esta semana en advertir que sus empresas afiliadas están pasando graves dificultades. La pérdida de empleos, asegura el gremio, es alarmante en los últimos años y durante la pandemia en Colombia.
Esta vez señaló que la competencia internacional no solo tiene que ver con confecciones de prendas: también están gravemente afectada la producción de tapabocas, un producto que había sido la tabla de salvación para decenas de empresas colombianas en medio de la pandemia, cuando comenzó en el mundo la pandemia de covid-19. Sin embargo, todo indica que no son los aranceles o las restricciones de las importaciones de confecciones y textiles el mejor camino para lograr que el sector se reactive.
En abril pasado el gobierno expidió un decreto poniendo nuevas normas para evitar que la importación de prendas al país se dé en condiciones que pongan en desventaja a los productores nacionales. Pero poner medidas comerciales adicionales a las que permiten los acuerdos en los que participa Colombia podrían poner al país en incumplimiento. Y, además, esto genera un impacto en el bolsillo de muchas familias colombianas.
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La ministra de Comercio, Ximena Lombana, aseguró recientemente que “Colombia ha utilizado esta clase de instrumentos (medidas arancelarias) en casos en que, luego de los respectivos análisis e investigaciones de mercado, se comprueban impactos negativos a la producción nacional”. Por eso, la ministra aseguró que el gobierno tiene “una agenda integral que va mucho más allá de la definición de aranceles. Buscamos garantizar un entorno productivo, competitivo y equitativo para el sector de las confecciones, impulsar la reactivación de la economía, preservar y generar empleos. Por ejemplo, en materia de compras públicas, desde el sector público se han adquirido elementos de protección personal para enfrentar la pandemia, por cerca de $84.000 millones. El 92 % de los proveedores son mipymes. Trabajamos en la formalización del sector, a través del programa de Crecimiento Empresarial para la Formalización (Creece), que ha intervenido 360 micro y pequeñas empresas del sector Sistema Moda, Cuero, Calzado y Marroquinería, de las cuales el 70 % corresponde a mujeres propietarias o administradoras”, dijo la ministra.
Y agregó que a través del programa Fábricas de Productividad, 309 empresas del sector se han beneficiado, de las cuales 233 ya han finalizado el proceso de intervención, logrando una mejora del 29 % de los indicadores relacionados con productividad”.
Las quejas de la industria
En su comunicado de esta semana, el directivo aseguró que aunque en medio de la pandemia, y luego de que el anterior ministro de Comercio y actual ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, confirmara que el sector empezaba a vivir una fuerte crisis por las cuarentenas y el aislamiento. “Gran parte de los empresarios volcaron integralmente sus fábricas, personal y presupuesto a la producción de estos elementos, de forma sorpresiva e inentendible, el gobierno nacional desmontó los aranceles y exoneró del pago del impuesto de IVA la importación masiva de tapabocas terminados”, dijo Camilo Rodríguez, presidente de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines.
Desde hace varios meses la Cámara ha mostrado la molestia de su sector porque asegura que pese a haber sido una prioridad en campaña para el actual Gobierno, desde noviembre de 2018 se vienen buscando diferentes alternativas y propuestas frente al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en cuatro puntos vitales y específicos, de los cuales asegura que solo uno, y de manera insuficiente, ha tenido respuesta en más de 36 reuniones con esta cartera.
Desde que inició el actual gobierno de Iván Duque, pidió un aumento de aranceles a las confecciones de prendas que ingresen al país, descripciones mínimas de las especificaciones con las que ingresan los productos terminados, con el fin de evitar el contrabando técnico y la disminución de aranceles a los hilos, los cuales en teoría deberían estar al 5 % respetando el valor agregado y escalonamiento de toda la cadena, ya que en la actualidad existen unas referencias del 10 %, iguales al arancel de las telas y la revisión de los umbrales aduaneros que permitan contrarrestar la subfacturación y la destrucción de la fuente del empleo.
Lo que se ha hecho
Desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y otros gremios de la producción han expresado sus reparos a la reactivación de aranceles y medidas que terminen cerrando el comercio exterior y afectando el bolsillo de los colombianos. Por eso también han insistido ante el Gobierno que todas las medidas de tipo arancelario y de comercio exterior deben tomarse con cuidado.
La ministra Ximena Lombana aseguró que el Gobierno tiene una agenda integral que va mucho más allá de la definición de aranceles y que busca “garantizar un entorno productivo, competitivo y equitativo para el sector de las confecciones, impulsar la reactivación de la economía, preservar y generar empleos”.
Para la ministra de Comercio, aunque en enero y febrero de ese año el crecimiento real de la producción y de las ventas estuvo en terreno positivo, en abril se presentó una caída del 88,4 % y el 81,2 %, respectivamente, desde mayo del año pasado el sector se viene recuperando lentamente, aunque el crecimiento continuó siendo negativo hasta febrero de 2021. “En marzo y abril de este año la producción real de confecciones de prendas de vestir aumentó 65,5 % y 745,4 %, respectivamente, comparando con el mismo mes del año anterior. Así mismo, las ventas reales en marzo y abril de 2021 aumentaron 67,1 % y 384,2 %, respectivamente, comparando con el año anterior. El sector de confecciones ocupó, en promedio, a 613.700 personas en 2020 en todo el país, y en abril de este año ocupaba a 588.700 personas. Esto, comparado con el mismo mes de 2020, significa un incremento de 65.300 ocupados”, dijo la ministra.
Frente al tema de aranceles, que han pedido los confeccionistas que se aumenten para productos provenientes del exterior, la funcionaria señaló que “tenemos el Decreto 414 de abril de 2021, que está vigente por dos años, mediante el cual se estableció el arancel máximo consolidado posible para precios menores o iguales a US$10 por kilo. Pero desde el sector Comercio, Industria y Turismo trabajamos de la mano con y por los empresarios para ayudarlos a ser más productivos, competitivos y a conquistar más y nuevos mercados”.