OPINIÓN
¡Adiós Trump!... bienvenida Inflación…
Joe Biden no solamente parece haber organizado la casa en pocos días, con el nuevo paquete fiscal de 1.900 billones de dólares ha desencadenado la discusión global de un potencial brote inflacionario que, si bien pareciera positivo dados los bajos niveles actuales de las tasas de interés, puede también convertirse en un peligro si los bancos centrales no logran contenerla.
5.000 billones de dólares (25 % del PIB) totaliza el gasto del gobierno central de Estados Unidos para combatir la recesión económica generada por la pandemia de covid-19 y a este se suma el UK, la Unión Europea y Japón con cerca de 3.529 billones de dólares, que en algunos casos llega a representar más del 20 % del PIB de cada país.
Paquetes de política fiscal expansionista para combatir la recesión económica por covid-19.
Fuente: Víctor Rivera con cifras de múltiples fuentes oficiales de cada país.
Las políticas fiscales expansionistas en los países estudiados para este artículo totalizan $8.626 billones, un valor muy superior al usado para contrarrestar el impacto de la Gran Recesión y equivalente a 26 veces el PIB colombiano en 2020, pero que si bien, tienen destinación específica en diferentes sectores y propósitos, tales como subsidios de desempleo, disminución de impuestos al consumo y un gran gasto en renovación y/o desarrollo de infraestructura para la nueva economía, todos estos recursos terminan en la boca de un embudo que se llama consumo de las familias.
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Y a diferencia de la época prepandemia, en la cual las familias habían aumentado su consumo de productos que son parte de la nueva economía y no son contabilizados por la forma tradicional de definir “canasta familiar”. En los primeros años de la época pospandemia, son muchas las familias que están en situación de estrés, cuyo presupuesto y preferencias volverán a ubicarse en productos y servicios que sí hacen parte de la forma tradicional de medir la canasta familiar.
Tal como lo menciona Fidelity en su pódcast semanal, el mercado accionario de países con expectativa positivas de crecimiento durante el segundo semestre de 2021, han presentado un aumento en los múltiplos de valoración que rondan el 18 % de recuperación, con recientes resultados del 80 % de las empresas listadas que sobrepasan en un poco menos del 20 % las expectativas de los analistas, pero aun sin alcanzar niveles sólidos que confirmen una recuperación inminente de mediano plazo.
Adicionalmente, las curvas de los bonos soberanos se han aumentado en aquellos con vencimientos de largo plazo, lo cual significa que las expectativas de crecimiento e inflación son positivas, y desde mi punto de vista, generando un alivio para los equipos que lideran los bancos centrales que hoy tienen tasas de intervención muy bajas, dado que es más fácil preocuparse por contener la inflación a preocuparse por decisiones de política monetaria en un entorno de tasa de interés negativas que, que sólo Japón ha manejado con poca evidencia de éxito.
Tal como lo mencioné en artículos anteriores, con los planes Marshall de la mayoría de países que quieren expandir su infraestructura para generar empleos y fomentar el crecimiento económico, no solo el precio de petróleo está aumentando, Morningstar presenta una canasta de commodities amplia, la cual se ha valorizado 29,4 % desde mayo de 2020, un crecimiento no visto desde hace 30 años.
Por todo lo anterior, se espera que la inflación en muchos países comience a aumentar y para hablar del caso colombiano, los analistas están rápidamente adaptando sus expectativas de inflación para el cierre de 2021, ubicándose en niveles altos o superiores del rango definido en la última reunión del Banco de la República (2.7%-3.1%). Paradójicamente, este cambio de expectativas no las contemplaban hace dos semanas los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República, acorde a las minutas de dicha reunión “Cinco de sus miembros votaron en favor de mantener la tasa inalterada mientras que dos lo hicieron por una reducción de 25 pb.”
Si bien Trump y la covid-19 fueron en su día el peligro más importante para la economía global, pareciera que dentro de la fiesta que vivirán algunos países con capacidad para vacunar a sus ciudadanos en 2021 y la robustez económica para apalancar una política fiscal expansionista, existe una bendición más presente en el mercado: la inflación. Por un lado, el incremento de los precios de bienes de consumo nos aleja de un escenario económico con tasas de interés negativas que erosiona los ahorros de las personas. Sin embargo, la otra cara de la moneda, en países con problemas estructurales y sin la capacidad de vacunar a su población durante 2021, el fenómeno inflacionario podría convertirse en un peligro importante.
Es por esto que si bien durante 2021 no tendremos a Trump, con una mano ayudando a algunos de su entorno y con la otra generando inestabilidad en la economía global, sí tendremos un viejo conocido, la inflación, que con la mano derecha ayudará a unos países y con la izquierda castigará a otros.