OPINIÓN
Con la inflación confirmada, ¿qué pasará con el crédito?
El alza en los precios de los commodities pasó de ser una expectativa a ser una realidad, y con ello se prueba que la inflación aumentará. Pero lo realmente interesante es evaluar el impacto colateral que tendrá el rápido aumento del costo financiero para familias y compañías, comparado al lento aumento de sus ingresos.
Como lo hemos discutido en anteriores artículos, la combinación de una gran cantidad de liquidez dirigida a fomentar la construcción de infraestructura y el gasto de familias de bajos ingresos, son bases suficientes para fomentar un aumento en la demanda de commodities y por ende, es de esperar que presiones inflacionarias se presenten durante este año en múltiples países del mundo.
Los paquetes de salvamento dirigidos a familias de bajos recursos han permitido que dichos agentes eviten la cesación del pago de sus deudas, el redireccionamiento en gran parte de su presupuesto básico hacia productos de la canasta familiar y la compra de artículos que les permitan trabajar remotamente.
Esto lo hemos evidenciado en el mayor ingreso generado por las compañías de supermercados y productos de primera necesidad, al igual que las compañías que venden hardware. DELL por ejemplo ha presentado una valorización en el precio de su acción casi del 30 % desde noviembre 2020, al igual que sus competidores.
Adicionalmente, durante las últimas semanas hemos visto materializados los planes de las principales economías por desarrollar infraestructura, como un plan de choque para generar empleo.
Tendencias
Todo lo anterior se traduce en una mayor demanda de commodities, tanto agrícolas, como energéticos y metales.
Desde junio y hasta el 23 de noviembre de 2020, el precio del petróleo (WTI) presentó un comportamiento estable entre $36 y $44 dólares por barril, pero desde que se confirmó, que tanto los paquetes de salvamento, como los programas de desarrollo en infraestructura serían adoptados por una gran cantidad de países a nivel global, dicha tendencia cambió, y este activo se ha valorado en un 30%.
El 15 de diciembre de 2020, Goldman Sachs en su podcast denominado exchanges, define su perspectiva positiva sobre el precio de los commodities en los próximos años, principalmente, por la necesidad de construir infraestructura que soporte los objetivos del cambio climático y las nuevas plantas de producción a raíz de la desglobalización, lo cual genera una necesidad de CAPEX al mismo nivel de las necesidades presentadas por los países BRICs durante su auge.
Hoy el WTI ha alcanzado $64.5 dólares por barril, nivel estimado para diciembre de 2021 por Goldman Sachs y expresado en dicho podcast del 15 de diciembre de 2020. Lo cual muestra no solamente la expectativa positiva en la recuperación de la actividad aeronáutica, dados los mejores resultados de la vacunación, sino también, especulación sobre el manejo de los inventarios por parte de la OPEC que, por el momento, requiere de ellos para financiar sus actividades.
Comparativo del previo de las acciones DEL y HP con el WTI desde octubre 2020 hasta el 10 de marzo de 2021.
Fuente: Tradingview.com
Adicionalmente, durante la última semana, los bonos europeos se han desvalorizado significativamente a raíz del aumento en la tasa de los bonos estadounidense, materializando la expectativa de inflación en este país, al punto de obligar al Banco Central Europeo a disminuir la compra programada de bonos como política de generación de liquidez al mercado, usada para soportar la crisis de la pandemia en 2020.
En la reunión mensual de política monetaria, que tomó lugar el jueves 11 de marzo de 2021, el Banco Central Europeo confirmó que existirá un aumento en la inflación durante 2021 y 2022, que puede impactar negativamente el crecimiento del PIB per-capita de la Unión Europea, por lo cual, estarán vigilantes a la materialización del aumento en el índice inflacionario para aumentar la tasa de interés de referencia.
Por todo lo anterior, podríamos decir que estamos viviendo y continuaremos viviendo durante los próximos meses, la materialización de expectativas sobre el aumento en los precios de los commodities, el índice inflacionario y las tasas de interés.
Y con esta confirmación de nuestras expectativas, debemos preguntarnos, ¿qué pasará con las carteras de deuda que tienen hoy los bancos y las fintechs que proveen créditos a personas y PYMES, las cuales durante esta crisis no han visto aumentos significativos en sus ratios de cartera morosa, como si se presentó en otras crisis?
La respuesta es relativamente sencilla, la expectativa no es muy alentadora. Desafortunadamente hay una gran probabilidad que el ratio de cartera morosa se aumente ya que la velocidad con la cual suben los ingresos de las personas, al igual que la velocidad con que las personas consiguen trabajo, es menor a la velocidad con la cual aumentará tanto el costo de vida, como el costo del servicio de la deuda que estos agentes presentan.
Y si bien durante 2020 en Colombia los paquetes de ayuda representados en periodos de gracia y prórrogas del término de las deudas ayudaron a 1.4 millones de empresas y 9.6 millones de personas durante la primera fase de un programa de ayudas que está previsto dure hasta el 31 de Julio de 2021, es muy probable que tanto los bancos, como el gobierno, presente pocas razones para extender dichas políticas.
Por lo cual, este año, podremos evaluar cuáles entidades originadoras de crédito sobrevivirán a la pandemia.