Opinión
Contexto latinoamericano de la cerveza artesanal
En todo rincón latinoamericano, la cerveza artesanal tiene su propia historia. Mantiene un gran atractivo entre todo tipo de consumidor y no dejan de aparecer propuestas innovadoras que degustar. Y aunque es una industria creciente en la región, encontrar aún casos que prohíben su producción parece irónico.
Entre varios gustos, un plan perfecto, que cae bien en cualquier momento del año y cualquier día de la semana, es degustar las cervezas artesanales que pueden disfrutarse gracias a la floreciente industria que crece en el país. Actualmente, Colombia tiene un consumo promedio de cerveza de cerca de 51,4 litros por persona al año, siendo el tercero con mayor demanda en la región por debajo de México y Brasil, por lo que esta industria viene siendo una con un increíble potencial de crecimiento y una amplia variedad de ofertas disponibles en el mercado.
Dicho mercado cervecero nacional sigue siendo liderado por Bavaria con siete de sus productos en el top de las marcas más valiosas del país; del ranking Compass Branding 2020: Águila (normal, Light y Zero), Costeña, Póker y Club Colombia se ubicaron en las 12 primeras posiciones según un estudio de Tiendeo. Algo muy interesante es que se ha motivado también el consumo de cerveza en las mujeres, aproximadamente un 30 %, gracias en gran medida a las ofertas de cervezas suaves, ligeras y hasta bajas en calorías.
Pero, a nivel general, la industria cervecera sigue ganando participación a nivel regional, según publicaciones del portal Pulso Cervecero. Durante los últimos años se han evidenciado propuestas más atrevidas e interesantes que pretenden atraer a más consumidores y lanzar productos novedosos que tengan un mayor valor agregado para las personas que buscan probar cosas nuevas.
Pero hay que hablar de ejemplos puntuales. En el caso de Honduras empezaron este año con propuestas de cervezas artesanales a base de café que, aunque para nosotros los colombianos no parezca una novedad, lo es para los hondureños. Lo interesante también viene de la mano con que, específicamente, la cerveza artesanal José Cuellar cuenta con prácticas sostenibles en su proceso de producción, lo que promueve la conservación del medio ambiente y el cultivo responsable de café. No obstante, en otras partes de la región ya se cuentan con iniciativas menos recatadas.
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En Argentina, la cerveza artesanal a base de cannabis crece, en lo que la industria cannábica no para de crecer en diversas categorías, que llega incluso hasta la elaboración de cosméticos. Bierhaus es una de las marcas más reconocidas que vende más de 14 variedades de cerveza artesanal y fueron los creadores de Chalaland, su primera artesanal a base de terpenos cannábicos que, en resumidas cuentas, es lo que brinda las características particulares de aroma y sabor.
Por supuesto que es más que controversial una propuesta así, pero es que precisamente su público objetivo es una demanda más aficionada que quiere probar nuevas alternativas y que, en general, es bastante curiosa. Cuando se lanzó, Chalaland logró vender más de 50.000 latas en tan solo 5 meses, hecho que rompió las expectativas de su casa matriz.
Pero mientras en un extremo de la región latinoamericana todo va viento en popa, al otro extremo de Latinoamérica esta industria no la tiene fácil aún. Hoy en día, en Sinaloa, México, se sigue luchando por la legalización de la elaboración de cerveza artesanal. Igual ha sido una tendencia de gran favoritismo entre los consumidores, pero su producción y su comercialización aún es ilegal.
Eventos populares como el «Beer Fest», «Sinaloa Beer Fest» y «La Mochila Fest» se llevan a cabo para promover la cerveza artesanal, pero debido a la falta de legislación, su comercialización y competitividad se ven obstaculizadas. Por ello, el más reciente llamado fue de parte de Guillermo Gastélum Bon Bustamante, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), para aprobar una legislación que permita la producción y, por supuesto, su venta. Nada que no pase ya en otros Estados de ese país.
Si lograra pasar esta reforma a la Ley de Alcoholes en Sinaloa, se podrían abrir nuevas oportunidades para los jóvenes emprendedores y esta industria tendría un crecimiento notable. Esto también significa más empleos y la posibilidad de atraer turismo a esa región, por lo que la legalización impulsaría la economía local.
Por su parte, en Ecuador se realizó por sexta vez el evento Cofrafest, en Cumbayá, que reúne a unos 45 expositores de cerveza artesanal y que brinda un buen punto de contacto con importadores y distribuidores para hacer aún más grande esta industria que, por ahora, genera 3.500 empleos directos y 10.000 indirectos.
Algo muy similar se presentó en Villavicencio a inicios de junio, siendo por lo pronto el primer festival Beerllavo para promocionar la cerveza artesanal con la participación de 22 cervecerías e incluso incluyeron para los asistentes diversas propuestas gastronómicas, degustación de vinos y exposición de tatuadores. Un evento que le apuntó a todos los gustos.
Esta es una industria que se trata de experiencias únicas. Entre la variedad y la calidad hay un gran número de propuestas para probar, ya que estos emprendimientos van más allá de la cerveza rubia, negra y roja tradicional. Ahora se habla de una gama de olores y sabores que darán alternativas más ligeras y suaves o más fuertes y amargas, con diversos procesos de fermentación o nuevos ingredientes para el paladar. Así, apoyar lo local puede convertirse en una experiencia realmente deleitante.