OPINIÓN
Dejando el refugio
En las últimas semanas se ha visto un aumento en las tasas de los bonos desarrollados que son clásicamente buscados como activo refugio. ¿Qué nos está mostrando esto sobre el apetito de riesgo de los inversionistas? Dedico la columna de esta semana a hablar al respecto.
En alguna de mis columnas anteriores, explicaba que cuando viene una tormenta el reflejo natural de todos es buscar refugio y este efecto se traslada a los mercados de valores, en este contexto la tormenta es el marcado aumento de la incertidumbre y el refugio son activos que pueden de alguna forma mantener su valor en estos escenarios. En este tipo de estrategia no se busca ganar sino evitar pérdidas y algunos de los activos buscados son el oro y los bonos de países desarrollados como los que uso de ejemplo en esta columna, los de vencimiento a diez años de Estados Unidos y de Alemania.
Pero, así como las tormentas pasan, estos momentos de alta incertidumbre no son eternos, lo que revierte este tipo de estrategias, es así como el comportamiento de los precios y tasas de este tipo de activos se convierten en importantes señales sobre la percepción de riesgo de los inversionistas. El gráfico 1 muestra el comportamiento en el último año de las tasas yield de los bonos alemanes y los tesoros a diez años, en el que se puede notar el cambio de tendencia en dos puntos importantes, el anuncio de la vacuna y el aumento en la velocidad en el ritmo de vacunación global.
Hay varias cosas interesantes que pueden observar en el gráfico, pero para entender sus implicaciones, es necesario aclarar que el comportamiento de la tasa yield es inverso al precio, por lo que cada vez que vemos una tasa cayendo marcadamente como en inicios de marzo del año anterior, lo que está sucediendo detrás es un fuerte aumento en la demanda que empuja el precio al alza. Entonces en ese momento, con el inicio de la pandemia y un altísimo nivel de incertidumbre, no es de extrañar que los inversionistas se hayan volcado a buscar activos refugio.
Adicionalmente, en el gráfico se puede ver cómo, si bien antes de terminar marzo de 2020 esta tendencia parece revertirse en un nivel igual de espectacular, eventualmente se sigue viendo una caída de las tasas llevando a los tesoros de Estados Unidos a niveles históricamente bajos por debajo de 1%. Pero el caso más extremo, lo podemos ver en los bonos alemanes, que ya venían siendo demandados como activo refugio frente al efecto del brexit en Europa, por lo que estas nuevas fuerzas llevaron el precio a niveles tan altos que el yield llegó a valores negativos, tal y como puede verse en el eje derecho del gráfico. Este yield negativo implica que los inversionistas están dispuestos a perder rentabilidad futura en sus títulos con tal de mantener el valor en el presente.
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Sin embargo, desde noviembre esta situación cambia con el anuncio de la vacuna de Pfizer que lleva a un crecimiento de las tasas en medio de un aumento del optimismo que se hace aún más evidente desde mediados de enero, ante el mayor dinamismo en los planes de vacunación mundiales, en especial con el avance en Estados Unidos. Otra señal que complementa esta visión es el petróleo en precios máximos del último año, que también es una señal de la expectativa en la reactivación económica global y una mayor demanda de commodities. Este aumento de optimismo, lleva a su vez a un cambio en las estrategias en busca de mayores retornos, lo cual se refleja en una mayor demanda de bonos de países emergentes, acciones y otros activos considerados más riesgosos.
Otro factor a tener en cuenta que se desprende de esta reactivación económica es la expectativa de aumento de inflación futura tanto en Estados Unidos como Europa que podría darse ante aumentos en la demanda de bienes y servicios. Este elemento es tenido muy en cuenta por los inversionistas de bonos en especial los de largo plazo ya que tienen una mayor exposición al riesgo con más flujos de pagos o cupones hacia el futuro que pueden perder valor ante aumentos en el nivel de precios, lo cual impulsa es otra fuerza de venta.
En este contexto es vital entender que el comportamiento de las tasas de estos bonos son una señal importante sobre las percepciones futuras de los inversionistas, tanto sobre el comportamiento de la inflación, como el apetito de riesgo, es por eso que su seguimiento nos va a mostrar a medida que continúa avanzando este año, si ese aumento en optimismo está justificado y valió la pena dejar los refugios.