Opinión
El punto de inflexión para el Banco de la República
Con la publicación del primer Informe de Política Monetaria de 2021, el Banco de la República nos permite revisar cuáles son sus expectativas para la economía y qué supuestos toman en consideración. Esta semana dedico la columna a revisarlo.
El Banco de la República es sin lugar a dudas un referente técnico importante tanto para los inversionistas locales como los extranjeros, por eso la publicación del primer Informe de Política Monetaria de 2021 es un hecho relevante al que vale dedicarle tiempo. Como el mismo banco lo menciona, este informe era conocido antes de octubre de 2019 como el informe de inflación y contiene las cifras e información sobre las cuales el equipo técnico realiza sus recomendaciones de política monetaria.
Si quieren revisar el informe completo les dejo el link: https://www.banrep.gov.co/es/informe-politica-monetaria-enero-2021-0
Cada vez que es publicado el informe, uno de los datos más esperados es la proyección del crecimiento económico, la cual es de -4.4 % anual para el último trimestre de 2020, lo que dejaría el total para el año con una contracción de -7.2 %, utilizando series de datos desestacionalizadas y ajustadas por efecto calendario.
El comportamiento general de la expectativa de crecimiento de forma trimestral se puede ver en el gráfico 1, donde lo que llama poderosamente la atención es que mientras el primer trimestre de 2021 tiene una contracción de -4.8 %, seguramente teniendo en cuenta el impacto de las medidas de restricción del segundo pico de la pandemia, para el segundo trimestre se espera un crecimiento de 14.8 %. Lo anterior pone un peso muy fuerte del total de este año en los hombros de ese periodo específico.
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Para hacernos una idea, en el gráfico también se puede ver que una variación de una magnitud similar, pero en sentido contrario fue la que se experimentó en el segundo trimestre de 2020 cuando se implementaron las primeras medidas de restricción. Así que esperar un cambio de este nivel durante un trimestre de 2021, implicaría no solo una reactivación total sino ir más allá en términos de crecimiento económico. Estas variaciones trimestrales se traducen en tasas esperadas de crecimiento anuales de 4.5 % para 2021 y 3.5 % para 2022, las cuales muestran un rebote significativo de la actividad económica en los próximos dos años. Sin embargo, este ejercicio se realiza en medio de un contexto de alta volatilidad que puede modificar estas proyecciones a medida que continúa dándose el proceso de vacunación global.
Si bien el dato de crecimiento suele ser el centro de atención, el informe trae otros también muy relevantes entre los cuales creo que es importante resaltar que el Banco espera que la inflación vuelva al rango meta (entre 2 % y 4 %) en el segundo trimestre de este año con una cifra para junio de 2.25 %. La relevancia de hacer un seguimiento al comportamiento de los precios, es que datos de baja inflación de forma continua como los hemos estado viendo, señalan un deterioro en la demanda de los hogares y por tanto es otro ángulo para ver el crecimiento. De otro lado, en términos de desempleo, la expectativa del promedio mensual para cierre de 2021 muestra un 14 % lo cual si bien es una reducción frente al 16.1 % de este año en términos desestacionalizados, continúa siendo un escenario preocupante en este frente.
Por último, otro componente muy relevante en especial en términos de decisiones de tasa de interés en política monetaria es la brecha del producto, que se calcula como la diferencia porcentual entre el PIB observado y el PIB potencial. Voy a usar la definición que tiene el Banco de PIB potencial para entender sus implicaciones, “Es una estimación de la cantidad máxima de bienes y servicios finales que una economía puede producir operando a su máxima capacidad, es decir, si usara por completo los factores de producción que tiene disponibles”. Esta proyección muestra una tendencia decreciente con un -6.3 % para 2020, -4.4 % para 2021 y -2.8 % para 2022, lo que está en línea con las expectativas de mayor crecimiento económico de la entidad pero que todavía no nos pone en terreno positivo, es decir que el observado supere al potencial.
Para concluir, creo relevante determinar que un punto de inflexión se define como el momento en que una serie cambia su tendencia, pasando de ser descendente a ascendente o al revés. Por lo pronto y basándonos en las expectativas del banco en su informe de enero, parece ser que en este 2021 y en especial del segundo trimestre estaría el punto de inflexión de la economía, por lo que será crucial seguir muy de cerca todos los datos económicos de abril, mayo y junio para ver si en realidad estamos cumpliendo con esa expectativa.