OPINIÓN
En qué va tu marca personal
¿Alguna vez te has preguntado qué quieres que piensen de ti? O, mejor aún, ¿qué piensan de ti? La imagen que proyectas no se da de manera aleatoria. La marca personal se elabora a partir de la coherencia entre el pensar, el ser y el hacer. La coherencia de tus palabras y hechos son lo que al final terminan siendo aquella percepción que tienen los demás de ti.
Recuperar una imagen dañada o al menos maltratada es una tarea titánica. La marca personal se crea a través de consistencia y definición exacta de cómo quiero que me vean y me perciban. No es solo salir bonito en las fotos que publicas, justamente es la consistencia entre lo que realmente piensas de ti y cómo lo muestras.
Tal vez en redes sociales muchas cosas sean fake. Quizá no todo, pero mucho de lo que se ve hoy lo es. Vamos a ver un ejemplo puntual de la vida organizacional. Hace un tiempo un grupo de jóvenes talentos me preguntaba por qué hay tantos “flojos” en cargos de alta dirección.
Empecé por explicarles que en un momento de carrera de todos no solo funcionan los resultados y el conocimiento técnico. Hay que tener muchas habilidades para saber vender la marca propia y eso es lo que marca la diferencia en los cargos de dirección en muchas organizaciones hoy. Una de las más importantes habilidades es la capacidad de escuchar, de influenciar y entender las dinámicas de cada empresa en su cultura.
Es evidente que la marca de cada uno se va a armando con cada pequeña acción y una de ellas puede ser no darle la pelea a nadie, constituirse en el eco de la voz de la mayoría y argumentar sólidamente de manera asertiva suele ser muy útil para generar aceptación y ascender.
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Entonces, no podemos esperar que no tengamos una marca personal. La tenemos, la hemos armado con o sin estrategia. Hoy en día está claro que muchos solo postean noticias de ideologías políticas, maltratan a sus detractores, usan términos ofensivos para referirse a otros.
Aunque no seamos figuras públicas tenemos una imagen. Con las redes sociales todo el mundo tiene la posibilidad de darse a conocer y de que otros lo vean, lo sigan, lo apoyen o lo agredan. Es parte del paquete.
La pregunta hoy está en qué está pasando con tu marca. Te consolidas como líder o te volviste controlador compulsivo por la falta de sincronía presencial, luces como una persona responsable, tienes diálogos de la situación política y social escuchando puntos diferentes, tienes amigos que solo piensan como tú, te has salido de algún grupo porque los demás no entienden y tú sí, y la pregunta del millón: qué tanto te preocupaste por entender que eres parte de la solución.
Este último año de crisis para la humanidad se evidenció quién era perezoso, quién aguantaba un poco más la dificultad, quién se acomodaba, quién se quejaba, quién buscaba el lado negativo, quién es intolerante total y quién encontraba también algo esperanzador así fuera en noticias deportivas.
Hay que ver cómo está tu marca. Haz un alto en el camino y piensa qué pueden decir de ti cuando no estás. Lo bueno y lo malo, ten consciencia que nadie es perfecto y, por tanto, seguro hay áreas en las que puedes mejorar. ¿Conoces bien tus áreas de mejora, entiendes bien como influenciar a otros? Qué tanto hablas de ti mismo, qué fotos publicas en redes, qué lees, qué comes , cuánto tiempo tomas para ti.
Solo a través de entender qué quieres vas a ser consistente con tu vida y, por tanto, con tu marca. Si quieres ser percibido como genuino, no te excedas en tu imagen; si quieres ser percibido como cercano, pues prende tu cámara en la virtualidad (al menos muchas veces); si quieres lucir paciente, escucha más.
Tu marca no tiene filtros que arreglen algo que no se ve bien. Tomate el tiempo para planear tu marca personal y ejecuta una estrategia con conciencia y objetivos.