OPINIÓN
Energía nuclear, la clave para un mundo de energías limpias
Si el siglo XX fue acerca de la transición del carbón al petróleo, el XXI será moldeado por un cambio de combustibles fósiles a la electricidad. La energía nuclear es la garantía de que esto suceda.
“Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”.
Un decepcionado Robert Oppenheimer dijo estas palabras tras conocer de lo que eran capaces las bombas que arrasaron Hiroshima y Nagasaki en 1945. La frase tomada del libro hinduista Bhagavad-gītā que utilizó Oppenheimer, padre del proyecto Manhattan, representa la divergencia entre las fuerzas destructoras y creadoras que nos rodean. Lo interesante es que por primera vez en la historia es posible utilizar la energía de este ‘destructor de mundos’ para crear uno nuevo.
Todos conocemos los horrores que produce la energía nuclear cuando es utilizada para la guerra. También sabemos las consecuencias que trae liberarla en el ambiente como ocurrió en Chernóbil, por un error humano, y Fukushima, por un accidente natural. Sin embargo, nuevas tecnologías han permitido crear reactores nucleares más seguros y eficientes.
Esto, que parecería improbable hace unos años, es ahora realidad por las siguientes razones:
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1. La pandemia dejó claro que el mundo necesita electricidad, no petróleo.
2. Esta electricidad saldrá de energías limpias enlazadas con reactores nucleares, que alimentarán la demanda.
3. Las redes de 5G, vehículos eléctricos, internet de las cosas y todas las tecnologías que consideramos de este siglo dependen de un alto consumo energético.
4. Los reactores nucleares son necesarios para la creación de esta electricidad. Además, lo hacen con cero emisiones de gas invernadero. Es decir, permiten cumplir las metas ambientales sin reducir la capacidad energética.
5. Existe una nueva tecnología basada en reactores modulares pequeños, que permite manipular a menor costo esta energía. Estos serán vitales para países como China, que busca asegurar su crecimiento económico sin depender de energías contaminantes.
Una nueva tecnología ha llegado
Las recientes noticias del congelamiento del estado de Texas, en Estados Unidos, muestran el error de depender solo de energía eólica y solar. La tormenta de nieve rebasó la capacidad de la infraestructura de Texas, lo que obligó el cierre de plantas de este tipo. Un clima extremo perjudica muchas formas de energía, pero no a la nuclear, puesto que un reactor puede funcionar sin requerir cambio de combustible durante meses o años.
De hecho, los nuevos y pequeños reactores nucleares, desarrollados en Canadá y Estados Unidos, están pensados para funcionar en lugares inhóspitos. Además, pueden funcionar en climas extremos, como el frío polo norte, e incluso la Nasa los ha sugerido como una fuente de energía posible en el espacio. Además, se trata de reactores que pueden ser transportados en camiones y tienen diseños estándar, lo que reduce costos.
Sin embargo, una de las mayores críticas que enfrenta esta tecnología por parte de organizaciones como Greenpeace es la disposición final de los desechos nucleares. Sobre este asunto aún no existe un proceso que permita la reutilización total de estos residuos ni un almacenamiento seguro, puesto que pueden seguir siendo radioactivos durante más de 500 años.
Sobre este punto, empresas como TerraPower, apoyada por Bill Gates, proponen reactores que reducen hasta un 80% la producción de desechos del combustible nuclear. Incluso, esta empresa está trabajando en reactores con sodio como fuente de energía.
Si bien esta industria se encuentra en una profunda transformación, el uranio sigue siendo el combustible predominante y también la nuez de un nuevo ajedrez geopolítico.
Un panorama difícil para Estados Unidos
Durante las últimas décadas Estados Unidos se ha enfocado en mantener un flujo constante de petróleo para impulsar su economía. La aplicación masiva de la tecnología ‘fracking’ y el nacimiento de la industria ‘shale’ le permitieron dejar de depender de los países productores, ubicados en Medio Oriente.
No obstante, también significó el descuido de otras fuentes energéticas, como el uranio. Estados Unidos redujo la producción de este mineral hasta cifras inferiores a las de 1949, las más bajas de su historia.
Producción de uranio de Estados Unidos. Fuente: EIA.
Mientras esto ocurría, China desarrolló una gigantesca industria de energías fósiles que impulsaba su ascenso económico. Hoy este país está transformando esa infraestructura por una eléctrica, y ha puesto a la energía nuclear como la cabeza de este cambio.
China es hoy el país que más reactores nucleares está construyendo. Tiene planes para 4 este año, y para otros 12 en los siguientes 5 años. Se trata de una de las mayores apuestas de transformación energética del mundo, que verá cómo la electricidad dominará cada aspecto en la vida humana. Esto se logrará a través de nuevas tecnologías que permitan dominar de una vez por todas a la energía más poderosa conocida por la raza humana.
Macrowise Director
@GMacrowise