OPINIÓN
¿Está China perdiendo impulso?
El pasado 14 de julio China publicó su dato de crecimiento para el segundo trimestre de este año y si bien un 7,9 % anual es una cifra con la que soñamos en Latinoamérica la verdad es que dista mucho de ser el espectacular 18,3 % del primer trimestre. Por eso dedico esta columna a analizarlo.
El crecimiento de China es sin lugar a dudas una de las variables económicas que los mercados siguen muy de cerca debido a sus implicaciones para la economía mundial. Para no ir más lejos el nivel de demanda del país asiático por commodities como el cobre, acero y petróleo afectan no solo el precio en los mercados, sino también los ingresos de sus países productores.
El pasado 14 de julio se publicaron los datos de crecimiento para el segundo trimestre de 2021, con una tasa 12 meses de 7,9 %, trimestral de 1,3 % y año corrido de 12,7 %. Estas tasas se calculan relacionando el dato del Producto Interno Bruto actual con diferentes momentos en el tiempo, por ejemplo, contra el del mismo periodo, pero hace un año, contra el trimestre inmediatamente anterior o lo que ha crecido en lo que, del 2021, por lo que permiten ver diferentes aspectos de esta dinámica.
El primer hecho que llama la atención es la caída de la tasa en términos anuales comparada con el primer trimestre que como puede verse en el gráfico 1, marcó un 18,3 % siendo el máximo en los últimos diez años. Sin embargo, vale la pena notar que el crecimiento en el segundo trimestre de este año, si bien estuvo ligeramente por debajo de una expectativa del mercado de 8,3 %, se mantuvo por encima del promedio de lo registrado entre 2011 y 2019 lo que muestra que por lo menos la economía china no ha perdido su dinámica histórica.
Un hecho importante que muestran los datos del segundo trimestre es un crecimiento más parejo entre la industria primaria (Obtención de materia primas), secundaria (Manufacturas) y terciaria (Servicios) que mostraron en términos anuales tasas de 7,6 %, 7,5 % y 8,3 % respectivamente. Si revisamos estos mismos registros para el primer trimestre de este año tenemos una fuerte dinámica en la secundaria con 24,4 % seguida de la terciaria con 15,6 % mientras la primaria marca el último lugar con 8,1 % logrando una muestra más dispersa en términos de crecimiento. Viendo otro ángulo del mismo ejercicio, otra fuerza importante detrás de este crecimiento fue el consumo, donde las ventas minoristas para los tres meses del segundo trimestre fueron de 12,1 % para junio, 12,4 % para mayo y 17,7 % para abril superando las expectativas del mercado.
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Esto datos muestran que la meta de crecimiento de 6 % para 2021 establecida por el gobierno en Beijing tiene una alta probabilidad de lograrse por lo que será interesante ver como esto afecta el crecimiento en Asia, mientras otros países de esa región están viéndose afectados por nuevas variantes del virus lo que sin duda afectaría su desempeño económico. Sin embargo, es posible que ante los mayores costos de commodities como el petróleo y también por el aumento en inflación que podría deteriorar el consumo, la economía china continué perdiendo impulso para el segundo semestre. Esta expectativa se puede ver en la encuesta a diferentes analistas realizada por Bloomberg, donde para el tercer trimestre de este año se espera 6,0 % anual y para el cuarto 5,0 % lo que llevaría al crecimiento total de 2021 a ubicarse alrededor de 8,5 % comparado con 2020.
Como siempre el papel de las medidas de política económica por parte del gobierno y el banco central tiene un alto nivel de impacto en China, por lo que se esperaría se continúen mantenido condiciones que busquen sostener sus niveles de tasas de crecimiento. En este sentido, tal vez la medida que más ha llamado la atención es la reducción de los depósitos de liquidez que deben mantener los bancos comerciales en el banco central, esto con el fin de incentivar una mayor oferta de préstamos hacia pequeños negocios. Esta medida ha representado un cambio de postura en el Banco Popular de China que a principios de año mostraba preocupación por el aumento en la inflación en ese país.
Es difícil saber si estas medidas serán suficiente para mantener el impulso del crecimiento en China, en especial ante la aparición de nuevas variantes del virus que pueden afectar mercados para bienes y servicios chinos. Esto sin contar el efecto que la inflación pueda tener en la demanda interna y qué tan rápido los flujos de préstamos lleguen a los pequeños negocios. Si vemos las cifras y las expectativas parece ser que sí nos enfrentamos a un escenario de China perdiendo impulso en su crecimiento, pero lo que eso implique para Asia y el mundo está todavía por verse.