Claudia Varela, columnista

OPINIÓN

La inteligencia en la diversidad

Desde una posición de humanista, sin machismo, sin feminismo, sin rencor ni victimización, escribí “DiversIQ”, el IQ para la diversidad.

27 de marzo de 2022

Hoy quiero hablar de un libro. Justamente de un libro que cuenta historias interesantes y que hace una reflexión sobre la manera como manejamos la diversidad. Sobre lo perdidos que nos ponen los sesgos y sobre la manera en que deberíamos abordar las relaciones para que el mundo no solo necesite inteligencia emocional, sino inteligencia en la diversidad.

Me pasó hace más de tres años, cuando empezó a sonar en mi cabeza la necesidad de dar un mensaje y devolver un poco todo el conocimiento que los años y la gente maravillosa (y alguna no tan maravillosa) que he conocido a lo largo de mi carrera.

Escribir es algo que me ha apasionado siempre, pero creo que nunca pude dedicarme del todo a eso porque la vida me llevó por otro lado que también me gustó y que aún disfruto. Así que me lancé a escribir sobre diversidad e inclusión, teniendo en cuenta que no quería ser un libro académico, pero tampoco una novela autobiográfica y mucho menos una posición solo feminista o de heroína extrema.

Quería compartir con el mundo que hay formas de moverse de manera inteligente en la diversidad. Tal vez porque siempre he sido rebelde y he jugado muchas veces en espacios conservadores porque así funciona el destino cuando te vas dejando llevar.

Desde una posición de humanista, sin machismo, sin feminismo, sin rencor ni victimización escribí DiversIQ, el IQ para la diversidad. Sin patrocinadores, sin tiempo extra, estudiando, leyendo con un par de duendes que se aparecieron para ayudarme con información, investigación y data.

El libro no es solo de historias, tiene un marco conceptual que nos ayuda a entender por qué pensamos como pensamos. La pandemia y el confinamiento que no me obligaba a moverme en una ciudad donde el tráfico te devora me ayudó un montón. Me dio tiempo, me cedió espacios que nunca había tenido. Las noches que empezaban más temprano, por ejemplo.

Después de más de dos años de trabajarle duro, quiero compartirles que esta semana tendré mi libro en librerías. A todos los que quieran compartir conocimientos sobre diversidad y todo lo que viene alrededor los invito a que lo conozcan y a que me cuenten sus opiniones.

A todos aquellos que quieren escribir un libro los invito a que se animen. A que le metan el corazón y a que sepan que es un esfuerzo, pero que al final vale la pena porque es el producto de tus pensamientos y del amor que le metes. De las ganas que le metes.

DiversIQ tiene una propuesta de un modelo para trabajar la diversidad, para formar líderes con el ADN diverso y algunas métricas para entender un buen diagnóstico de los equipos de trabajo. Pero para mí es un libro que va más allá y que pretende tener una reflexión para dejar los sesgos y permear una mejor sociedad desde donde se pueda.

Me inspiré en muchas de las malas experiencias que he tenido con personas que no apoyan lo diverso y que no ha respaldado mi camino de oveja negra. Pero también en historias bonitas que me dieron el poder para escribirlo.

Quiero invitarlos a leerlo. Quizá se vean reflejados en él. Quizá tu nombre esté ahí o quizá tu historia este bajo otro nombre ficticio. Quiero invitarte a navegarlo porque seguro ahí estás si crees en el poder de una búsqueda social desde la armonía que propone un Universo perfecto y que queremos desconocer.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza

aquello que no sale del corazón.

Mario Benedetti

Así empieza DiversIQ. Los espero con un café en las páginas de mi libro.

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