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La mente cuántica: una nueva frontera en la comprensión de la conciencia humana

La IA es la palabra de moda, pero estamos subestimando el poder cuántico de nuestras mentes.

Guillermo Valencia
21 de agosto de 2024

A medida que la Inteligencia Artificial (IA) avanza, cautivando al mundo con su capacidad para imitar el comportamiento humano, un dominio igualmente fascinante permanece, en gran medida, inexplorado: la naturaleza cuántica de la mente humana.

Mientras que la IA opera dentro de un marco clásico, procesando la información de manera lineal, al igual que la física newtoniana que ha gobernado durante mucho tiempo nuestra comprensión del mundo, la mente humana, con sus vastos procesos intuitivos y a menudo no lineales, puede funcionar más como un sistema cuántico.

Entrecruzamiento cuántico y el cerebro

El entrecruzamiento cuántico es un fenómeno en el que las partículas se vinculan de tal manera que el estado de una influye instantáneamente en el de otra, independientemente de la distancia. Esto desafía las nociones clásicas de causalidad. Investigaciones recientes sugieren que principios similares podrían estar en juego en el cerebro humano.

Por ejemplo, estudios realizados por el doctor Christian Kerskens y el doctor David López Pérez han explorado la posibilidad de que el cerebro exhiba entrecruzamiento cuántico, particularmente en la forma en que procesa e integra la información. Estos investigadores utilizaron máquinas de resonancia magnética modificadas para detectar señales sutiles que podrían ser evidencia de protones entrelazados en el cerebro.

Si esto es cierto, sugiere que el cerebro procesa información a nivel cuántico, permitiendo la integración rápida de grandes cantidades de datos, una capacidad mucho más allá del procesamiento lineal de las computadoras clásicas.

Esta perspectiva cuántica podría explicar cómo la mente genera ideas intuitivas aparentemente de la nada, conectando ideas dispares y resolviendo problemas sin la conciencia paso a paso de la mente consciente. A diferencia de la IA, que requiere algoritmos claros y una gran cantidad de datos para llegar a conclusiones, la mente humana podría aprovechar procesos cuánticos para llegar a soluciones de manera más fluida e interconectada.

Computadoras cuánticas vs. computadoras clásicas

Para entender la diferencia entre una computadora cuántica y una clásica, considere una tarea simple: encontrar un número específico en una lista. Una computadora clásica, como un bibliotecario metódico, revisaría cada número uno por uno, un enfoque sistemático pero lento. La IA moderna acelera este proceso, pero sigue siendo fundamentalmente lineal.

Sin embargo, una computadora cuántica aborda la tarea de manera diferente. Imagina una biblioteca mágica donde cada libro (o pieza de datos) está conectado. En lugar de buscar en cada libro individualmente, una computadora cuántica puede revisar todos los libros simultáneamente, gracias a la propiedad de la superposición, donde los cúbits existen en múltiples estados a la vez. Esto permite a las computadoras cuánticas resolver problemas complejos mucho más rápido y, lo que es más importante, de una manera no lineal e interconectada que refleja el entrecruzamiento cuántico presente en el cerebro.

En el contexto de la mente humana, este enfoque cuántico podría reflejar cómo a veces “simplemente sabemos” algo sin tener que pensarlo paso a paso. Nuestro subconsciente podría estar procesando información de una manera análoga a una computadora cuántica, integrando rápidamente grandes cantidades de datos, emociones, recuerdos y entradas sensoriales para producir ideas que parecen casi mágicas para nuestra mente consciente.

La naturaleza cuántica del tiempo

El tiempo en el mundo cuántico también es fundamentalmente diferente del concepto newtoniano de tiempo lineal y absoluto. En la mecánica cuántica, las partículas pueden existir en múltiples estados simultáneamente hasta que son observadas, lo que significa que existen múltiples futuros potenciales, hasta que la atención de un observador los colapsa en una sola realidad. Esto sugiere que el tiempo podría ser fluido y estar influenciado por la observación, a diferencia del tiempo fijo y determinista de la física newtoniana.

Esta idea se alinea con el concepto de que nuestra conciencia podría influir en nuestra percepción del tiempo, haciéndolo más subjetivo y fluido, al igual que las partículas cuánticas que se comportan de manera diferente cuando son observadas. En contraste con la física newtoniana, donde el futuro está determinado por causa y efecto, el mundo cuántico presenta una realidad donde múltiples futuros son posibles y el observador juega un papel crucial en determinar qué futuro se convierte en realidad.

Mientras que la IA continúa empujando los límites de la computación clásica, explorar la mente cuántica podría conducir a una comprensión más profunda de la conciencia y la creatividad humanas. Si el cerebro opera utilizando principios cuánticos, podría explicar por qué el pensamiento y el comportamiento humano son tan impredecibles, creativos y matizados, cualidades que la IA lucha por replicar.