OPINIÓN
La transición del 2020 al 2021, el retorno a las oficinas y el trabajo remoto
La forma en que conocíamos la fuerza laboral se transformó y abandonó las oficinas para dar paso al trabajo remoto o híbrido.
Si bien muchos sectores tuvieron que parar a raíz de la pandemia, el mercado laboral, la contratación, la gestión, retención y posicionamiento del talento, no lo hizo. Al contrario siguió en marcha, con grandes desafíos para las áreas tecnología y las áreas de talento humano, las cuales se vieron obligadas a adaptarse con velocidad frente a los fenómenos, las restricciones y los cierres que se han presentado continuamente durante esta coyuntura, que aún no toca fin.
En el estudio El Reinicio de la Revolución de Habilidades: las 3 R - Renovar, Reaprender, Reorganizar de ManpowerGroup se muestra claramente el impacto en estas áreas: “En 2018, los empleadores no tenían planes de aumentar la plantilla en funciones de recursos humanos, y algunos se reducirían. En tan sólo dos años vemos que los empleadores invierten en tecnología de recursos humanos y también contratan a más personas: un aumento neto del 15 % en la plantilla de aquellos empleadores que planean automatizar más”.
La forma en que conocíamos la fuerza laboral se transformó y abandonó las oficinas para dar paso al trabajo remoto o híbrido, acelerando procesos que venían caminando en las organizaciones e impactando los cambios demográficos, la autonomía del empleado, la creciente sofisticación del cliente, la revolución tecnológica y las tendencias emergentes. Todas alienadas a la transformación digital a una escala sin precedentes como resultado de la crisis mundial sanitaria, económica y social.
En uno de nuestros últimos papers, precisamente llamado ‘21 Tendencias para el 2021: Transformar el Talento y el Futuro del Trabajo’ detallamos cada tendencia y sus características. Por ejemplo, con respecto a los cambios demográficos, se habla de escasez de habilidades, transformación de la fuerza laboral, polarización y tensión social y el rápido crecimiento del trabajo por la alta demanda de fuerza laboral capacitada en ciertas industrias, pero en todos los mercados del globo.
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En el aumento de la elección individual, los empleadores son responsables del bienestar físico y emocional; aquellos que cuentan con la habilidades requeridas tendrán más autonomía, poder de decisión y podrán elegir hasta las condiciones en las que desean trabajar. Los lugares de trabajo híbridos y los hogares multifuncionales, seguirán creciendo, así como el nuevo equilibrio de las responsabilidades de cuidado.
Sobre la sofisticación del cliente, la gestión y la planeación estratégica del trabajo y el talento, junto a la incorporación de análisis de datos e Inteligencia Artificial y la resiliencia de la cadena de suministro, se da lugar a que las organizaciones evolucionen como plataformas y ecosistemas conectados creando mayor valor a toda la línea de negocio.
Y en el caso de la revolución tecnológica, la coevolución humano-máquina, el aumento de los disruptores digitales, la digitalización de la experiencia del cliente y la nueva revolución de la educación, están creando y crearán una relación en la que los seres humanos aprenderán de las máquinas y la tecnología y viceversa. Según el World Economic Forum, para 2025 el tiempo empleado en las tareas actuales en el trabajo por las personas y las máquinas será igual, con una tendencia, posterior, a duplicarse por parte de las máquinas en menos de una década.
Finalmente, las tendencias emergentes en el mundo laboral, relacionadas con esta coyuntura que marca la transición 2020-2021, a tener en cuenta son, primero, una recuperación con el aumento de la tecnología sanitaria, la tecnología educativa, la tecnología ecológica y la actualización de la atención médica; una movilización para progresar; consumo ampliado del trabajo; y el resurgimiento del empleo con objetivos más responsables.
Frente a la incertidumbre y la aparición de nuevas necesidades y tendencias, las organizaciones necesitan transformar su fuerza de trabajo para asegurarse que tienen las habilidades y competencias necesarias para retener y reacondicionarse para un futuro cambiante.
Las compañías pueden prepararse mejor para las próximas tendencias del 2021 que impactarán el talento y el nuevo orden global de trabajo, de la siguiente forma: creando una mayor flexibilidad de la fuerza laboral, fortaleciendo la sostenibilidad del talento y el bienestar de los trabajadores, impulsando las transformaciones digitales.