OPINIÓN
Las estafas detrás de la criptotendencia
Mucho se habla de la fortuna que han hecho varias personas con la inversión en diversos tipos de criptomonedas, pero no se habla de las víctimas de grandes criptoestafas. Toda una pesadilla que se ha convertido, ahora, en la última crisis de las redes sociales.
Aunque este mercado sigue siendo considerablemente volátil, las criptomonedas han atraído, cada vez más, la atención de personas y de algunos segmentos de inversionistas que no habían estado familiarizados con esta industria. El tema es que promete muchas rentabilidades a través de un proceso de inversión que parece no ser complejo y que se vende como seguro.
Un problema que aún se mantiene es que está completamente desprovisto de regulaciones que protejan a sus inversionistas, a diferencia del caso de todos aquellos que invierten en la bolsa. Con tantos inversores iniciados en este segmento durante el 2021, los estafadores han sabido evaluar todas las nuevas oportunidades para sacar provecho de esta tendencia.
Según Crypto Head, el número de criptoestafas crece un 41 % anualmente. Un hecho que ha repercutido en que, en los últimos 10 años, la cantidad de dinero retenido por los piratas informáticos haya alcanzado los USD$19.200 millones. Es claro que dadas las altas rentabilidades que deja este tipo de negocio, se busquen nuevas formas para acercarse a los arriesgados inversionistas con una facilidad impresionante.
La importancia que han tomado las redes sociales sobre este punto es de preocupar. Según un reciente informe de protección al consumidor, publicado por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, los estafadores están tomándose cada vez más las redes sociales para hacer de las suyas. Una de cada cuatro personas informó haber perdido dinero por medio del fraude en el transcurso del 2021 y manifestaron que todo comenzó en las redes sociales por un anuncio, una publicación o un mensaje. Prácticamente es un medio de contacto en auge.
La misma entidad ya había alertado que las redes sociales eran una herramienta poderosa para los embaucadores en estafas de inversión, particularmente aquellas que involucran inversiones falsas en criptomonedas, un área que ha visto un aumento masivo. Más de la mitad de las personas que informaron pérdidas por estafas de inversión en 2021 dijeron que la estafa comenzó en las redes sociales promoviendo falsas oportunidades de inversión o conectándose directamente con las personas como supuestos amigos para ganarse su confianza y motivarlos a invertir. De hecho, después de las estafas de inversión, las estafas de romance son las segundas más rentables.
Aunque existen varias, la última estafa que más estremeció a este mercado fue con SQUID, la criptomoneda inspirada en la serie de Netflix “El juego del calamar”. En par de semanas, esta criptomoneda pasó de un valor de unos pocos dólares a rondar los USD$3.000. El problema fue que sus creadores desarrollaron un mecanismo anti-venta, en donde los inversionistas quedaban incapacitados para vender.
Desafortunadamente, el éxito de la serie logró atraer una enorme cantidad de dinero. En sí, la serie sirvió como “cebo” para millones de fanáticos alrededor del mundo, por lo que los estafadores lograron llevarse al bolsillo más de USD$3,38 millones bajo una práctica conocida como “rug pull” (tirón de alfombra) que consiste en cambiar todas las criptomonedas por dinero real cuando su valor está en un punto alto, provocando que se agote el fondo de liquidez del intercambio y la criptodivisa se devalúe de manera inmediata.
Al respecto, el informe de la Comisión Federal de Comercio encontró que el 64 % de las estafas de inversión reportadas en las redes sociales involucraron pagos falsos de criptomonedas, mucho más que el segundo método más popular, las aplicaciones de pago instantáneo vinculadas a cuentas bancarias, que representaron solo el 13 % de los casos.
Otro método reconocido y existente en redes como Facebook, Instagram y Twitter es piratear perfiles preexistentes y solicitar a los contactos dinero para pagar en alguna criptomoneda. En 2020, por ejemplo, un hacker en Florida se infiltró a las cuentas de Joe Biden y Bill Gates para solicitar varios pagos criptográficos, prometiendo que todos los pagos serían enviados a una dirección y se devolverían duplicados. También se hacen pasar por celebridades, amigos o hasta familiares.
La firma de análisis de blockchain Chainalysis reveló que durante 2021 los estafadores hicieron un total de USD$14.000 millones en criptomonedas y descubrió que el aumento de las finanzas descentralizadas (o plataformas DeFi), es el factor principal detrás de la propagación de este tipo de estafas en línea. Y aunque el propósito de las DeFi es eliminar virtualmente varios costos de transacción y hasta largos tiempos de espera, el tema de la seguridad aún no está debidamente desarrollado.
El reporte de beneficios inusuales y exponencialmente altos implican, sin lugar a duda, un elevado riesgo de inversión. Siempre hay que tener presente la premisa de que a mayor rentabilidad, mayor es el riesgo. Y aunque es bastante complejo resguardar la privacidad en las redes sociales, existen algunas formas para promover la seguridad, como no precipitarse a responder mensajes de cualquier contacto que contengan una oportunidad o necesidad urgente, optar por no recibir publicidad dirigida, poner límites y restricciones sobre la información que pueden ver las personas, entre otros.
Si va a invertir, lea, asesórese, pregunte, que no lo estafen o no se estafe a usted mismo.