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Las razones por las que bitcóin no es una pirámide

Catalogarlo como una pirámide o sistema Ponzi es negar muchas de las características de esta criptomoneda. Aquí una explicación sobre esta disrupción tecnológica.

26 de enero de 2021

Una de las críticas más comunes sobre bitcóin es que este funciona como un esquema Ponzi, es decir una pirámide. En América Latina conocemos lo desastroso que puede ser este modelo de estafa para la sociedad y la economía. Sin embargo, bitcóin está lejos de poder ser catalogado de esa forma.

Es más, cuando revisamos las reglas que establece la Comisión del Mercado de Valores de EE. UU. (SEC) para definir un sistema Ponzi, encontramos que la criptomoneda no reúne estos requisitos. Aquí las razones por las cuales bitcóin no es una pirámide.

Altos rendimientos con poco riesgo

Bitcóin, contrario a lo que sus críticos aducen, no promete retornos ni ganancias. La propuesta de valor inicial de esta criptomoneda es un sistema peer-to-peer, el mismo usado por los correos electrónicos, pero aplicado al intercambio de valor.

Esto en sí mismo es revolucionario, pero no por ello establece que sus poseedores obtendrán dinero a cambio, no es una acción, ni un título. No obstante, bitcóin, al estar limitado a 21 millones de monedas permite albergar valor, algo que explico con detalle en columnas anteriores.

Al ser un activo escaso, bitcóin sí puede estar sujeto a hordas de especulación como ya pasó en 2017 o como ocurrió con el oro en 1979. Las grandes ganancias atraen a los inversionistas ‘retail’ y esto a su vez a más inversionistas, lo que crea un aumento de precio y deviene en un ciclo de retroalimentación positivo que puede terminar en una burbuja. Sin embargo, a diferencia de 2017, el incremento de 2020 fue causado por la llegada de institucionales.

Invertir en bitcóin requiere administración de riesgo, un horizonte de largo plazo y un porcentaje bajo respecto al patrimonio líquido. De esta manera es posible beneficiarse de la composición de retornos de largo plazo y hará que la inversión no sea tan sensible a la alta volatilidad del corto plazo.

No hay claridad de información

Bitcóin es un sistema de código abierto, es decir que cualquiera puede verlo y auditarlo sin requerir un supercomputador. Una computadora doméstica es capaz de analizar toda la cadena de bloques y ver qué bitcoins se mueven o permanecen en varias direcciones.

Por otro lado, el paper que establece las reglas bajo las cuales funciona bitcóin se encuentra al alcance de cualquier persona con internet. Puede acceder a través de este enlace: https://bit.ly/3c51zcO

Como ve, contrario a lo que establece la SEC sobre los esquemas Ponzi, bitcóin tiene las reglas claras. Sí, puede ser complejo y difícil de entender, pero recuerde que también internet lo era hace 30 años. Es una tecnología emergente y debe entendérsela como tal.

Dificultad para recibir pagos o sacar su dinero

Un principio clave de bitcóin, que lo diferencia del sistema financiero tradicional, es verificar en lugar de confiar. Bitcóin verifica cada transacción por diversos nodos, hasta lograr un consenso mayoritario de la misma. Cada línea de código es pública y ninguna autoridad centralizada puede cambiarlo.

Por esta razón, no hay burocracia ni papeleo y cada usuario puede disponer de su inversión en bitcóin como lo considere. El objetivo de esta tecnología es garantizar que no se dependa de un tercero y que los procesos sean inmutables y autoverificables.

Inversiones no registradas

Este es quizás el único punto que aplica para bitcóin, pues no se encuentra regulado aún.

Una posible regulación deberá tener en cuenta las propiedades y limitantes de bitcóin, las cuales han atraído a inversores institucionales durante 2020. De hecho, Bancos, fondos y compañías del sector tecnológico de EE. UU. ya invirtieron en bitcóin, algo que explico mejor en esta columna.

Los recientes comentarios de Yanet Yellen, secretaria del Tesoro de EE. UU. y Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, sobre la necesidad de monitorear actividades de lavado de activos y terrorismo son válidos, es algo a lo que deben estar sujetos todos los activos financieros.

Compañías como Chainalysis hacen un gran trabajo analizando la blockchain de bitcóin y logran dar una visión de cómo se mueven estas transacciones sospechosas. Más análisis, capas de identificación y tecnología serán necesarios para que el ecosistema de criptoactivos sea más transparente y confiable.

Bitcóin no es un sistema Ponzi y, contrario a sus detractores, permite albergar valor mientras los bancos centrales de los países desarrollados imprimen dinero. Es una tecnología disruptiva que ha venido para quedarse. Los entes reguladores y todos tendremos que entenderlo.

Macrowise Director

@GMacrowise

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